CIERRE MERCADO ACCIONARIO LOCAL
Índice COLCAP cierra con apreciación del 1,09%
El
Índice de capitalización de la Bolsa de Colombia (COLCAP) cerró el viernes en
1.394,38 unidades, con un aumento del 1,09% frente a la jornada anterior. En lo
corrido del año el indicador bursátil registra una variación positiva del
20,86%.
En cuanto al índice de liquidez COLSC, éste
bajó 0,48% a 995,12 unidades, y el COLIR subió 1,00% a 881,60 unidades. El
viernes se negociaron $157.323,92 millones en 2.620 operaciones.
La
especie con el volumen más alto de negociación fue PFBCOLOM, con $45.405,92
millones (variación positiva en su precio del 2,12% a $29.880,00). También se
destacaron en este aspecto, BCOLOMBIA ($20.745,79 millones, con cambio positivo
en su precio del 2,23% a $27.500,00) junto con HCOLSEL ($12.824,18 millones,
con cambio positivo en su precio del 1,27% a $12.648,00).
Por
su parte, BCOLOMBIA logró el ascenso más importante durante la sesión. El
precio de este título creció un 2,23%, con cierre de $27.500,00. También se
destacó por su apreciación; CLH, cuyo precio creció un 2,22% a $13.820,00; y
PFBCOLOM, que ascendió un 2,12% a $29.880,00.
Entre
los títulos con mayor descenso en la jornada el más importante fue ELCONDOR,
con una variación negativa del 4,13% a $1.160,00. También se presentó
depreciación en: CARTON (con una variación negativa de 2,76% a $5.640,00) y BVC
(con una variación negativa de 2,08% a $18,80).
Fuente:
BVC
‘Sin inversión, los dividendos de la paz no se materializarán’
Según
Ana María Ibáñez, solo hasta el segundo año tras la firma de paz se espera una
mejora en la economía.
Con el acuerdo de paz con las Farc, cuya firma está prevista
para el 26 de este mes, empieza la tarea para conseguir recursos que permitan
atender las necesidades de inversión que trae el posconflicto.
Ana María Ibáñez, exdecana de Economía de la
Universidad de los Andes, y quien lideró una investigación sobre el tema,
considera que este debe ser un proceso gradual y que no puede descuidarse, pues
de esas inversiones dependerá que el país pueda beneficiarse de los dividendos
de la paz, que hasta ahora están estimados entre uno y dos puntos porcentuales
del PIB.
Sobre este y otros temas, Ibáñez habló con Portafolio.
¿Qué tanto la desaceleración puede afectar la
búsqueda de los recursos para el posconflicto?
Eso es sin duda un reto para conseguir los
recursos que requiere la puesta en marcha de los acuerdos de paz. Sin embargo,
ahora que se logró la firma de los acuerdos y después del plebiscito, el
Gobierno deberá diseñar una estrategia para conseguir recursos. La estrechez fiscal
es un reto, más no un obstáculo.Además, los acuerdos se deberán implementar en
10 años. Es decir, la inversión será gradual. El primer año se requerirán
recursos para varias inversiones pero esperaría que la demanda fuerte por flujo
de recursos inicie realmente en el segundo año. En ese momento, la economía
estará, ojalá, más dinámica.
¿De qué magnitud cree usted que será el
dividendo de la paz?
Es difícil, pero la mayoría de estudios
estiman que estaría entre uno y dos puntos porcentuales del PIB. Es importante
aclarar que los dividendos no se materializarán si no se realizan las
inversiones necesarias para que así sea. No podemos esperar que inmediatamente
se perciba el incremento de uno o dos puntos porcentuales. Esto será gradual y
dependerá de las inversiones que se realicen en el marco de los acuerdos. Por
otro lado, los costos sociales del conflicto y los costos económicos para la
población empezarán a disminuir una vez la violencia cese y las Farc se
desmovilicen. Esto implicará más años de educación, mejor salud y mayor ingreso
para las familias rurales, entre otros.
¿Cuál cree que debe ser la prioridad para
aprovechar el dividendo de la paz?
Las prioridades están establecidas en el
acuerdo. Es un acuerdo político y en este se determina la ruta a seguir. En
términos de desarrollo económico, las inversiones en el sector rural son
fundamentales. El campo está rezagado en sus indicadores económicos y sociales.
Esto responde a la débil presencia del Estado, la baja inversión pública y la
poca provisión de bienes sociales y públicos. El acuerdo es una oportunidad
para reducir este rezago.
¿Cree que en la reforma tributaria debería
incluirse la financiación de los costos del posconflicto?
Por supuesto. Somos los colombianos quienes
deberemos financiar las inversiones que requiere el acuerdo. Si bien
recibiremos algún apoyo internacional, los recursos provendrán del país. Esta
reforma debe ser bien diseñada. No se puede ahorcar al sector privado. La
reforma debe eliminar los impuestos que frenan la inversión. Necesitamos un
sector productivo dinámico e innovador. La estructura tributaria actual es
inadecuada. Sin embargo, es necesario un compromiso del Gobierno Nacional y
local para reducir las ineficiencias y eliminar la corrupción. No podemos continuar
haciendo reformas tributarias cuyos recursos se pierden parcialmente en la
ineficiencia y la corrupción.
El sector agropecuario será clave en la consolidación de la paz.
¿Qué opina de que este haya sido uno de los sectores a los que más les recortaron
recursos en el presupuesto de 2017?
El sector agropecuario será fundamental para los acuerdos de
paz. Pero los recursos al campo deben estar amarrados a una buena política para
promover la producción agropecuaria y el desarrollo rural. Si esta política es
débil e ineficaz, no se deben asignar recursos sin un norte claro.
¿Cómo ve a la economía colombiana en el mediano y largo plazo?
Es muy difícil prever cómo estará la economía en 10 años. Pero
esperaría un país más dinámico económicamente, con una mejor distribución de
los ingresos y la riqueza, y con la mente puesta en el futuro. La guerra ha
sido un lastre no solo económico, sino mental. El que podamos dejar la guerra
atrás nos permitirá concentrar nuestras energías de una manera más positiva.
¿Cuáles cree usted que serán los negocios que genere la paz?
Estoy segura de que, si se hacen las inversiones y las políticas
requeridas en el sector rural, se podrán generar muchos negocios en las áreas
rurales. La tierra en Colombia no se explota a su máxima capacidad.
El acuerdo de paz habla de entrega de tierras a campesinos
despojados de ella, pero al mismo tiempo dice que se respetará la propiedad
privada. ¿La idea es que la política de tierras se circunscriba a los baldíos?
Se puede entregar tierras a la población campesina y respetar la
propiedad privada. El país cuenta con varias fuentes de tierras que se podrían
usar en el marco del acuerdo de tierras: los baldíos de la Nación, las tierras
de extinción de dominio, los baldíos indebidamente apropiados, entre otros. No
es necesario emprender una reforma agraria expropiativa para alcanzar las metas
del acuerdo. Y también es importante enfatizar: durante el conflicto armado no
se respetó la propiedad privada de la población campesina. Muchos fueron despojados
de sus tierras y desplazados. Los procesos de restitución de tierras deben ser
vistos como procesos para restituir la propiedad y protegerla.
Fuente: Portafolio
“El crecimiento de la industria va a ser negativo y el
de los operadores también”
A mediados de junio, Marcelo Cataldo asumió la presidencia de Tigo Une luego de
ser su vicepresidente comercial. En entrevista con LR, el directivo habló sobre
la situación de la industria y aseguró que este será un año de decrecimiento
para todos los operadores. Además, le pidió al Gobierno que piense en eliminar
el IVA a los teléfonos inteligentes e hizo un llamado de atención para
actualizar la regulación del sector.
¿Cómo cerró la compañía el primer
semestre?
El mercado está pasando por una situación compleja, el negocio
de las telecomunicaciones decrece año contra año. Tenemos una coyuntura por
varias variables externas a la industria: precio del dólar, decrecimiento del
país, aumento de la inflación. La coyuntura macroeconómica está compleja.
Mirando
ya nuestro contexto, es una industria que tiene problemas estructurales, como
por ejemplo la dominancia. Tenemos un operador de mercado dominante que, con
esa coyuntura económica, también suma a la complejidad.
¿En qué proyectos trabajan?
Nos enfocamos en 4G, en el negocio móvil, para darle velocidad y
mayor capacidad, pero sí nos toca trabajar muy cuidadosamente con las
inversiones porque 90% de lo que invertimos es en dólares y cobramos en pesos.
Tenemos limitación de inversión y tenemos que elegir nuestras batallas.
La pelea por los cargos asimétricos sigue, ¿cuál
es su postura?
De todas las regulaciones que han salido a la calle, para
contrarrestar la dominancia, la de cargos asimétricos es la única que ha dado
algún efecto para el consumidor y para los operadores pequeños. Creemos
firmemente que es una opción muy válida para contrarrestar la dominancia.
¿Cuánto crecerán este año?
El crecimiento de la industria va a ser negativo y el de todos
los operadores también. Este es un año de decrecimiento y 2017 no va a ser
mejor.
¿Qué peticiones le hacen al Gobierno para la
tributaria?
Hay dos elementos. El primero: por los servicios de voz se cobra
4% de impuesto adicional, el impuesto suntuario, siendo que el servicio de voz
es universal. Es como la electricidad, el agua o el gas. No tiene ningún
sentido ese impuesto y es directamente trasladado al consumidor. Nosotros no
ganamos nada.
¿Y el segundo?
Son los impuestos a los teléfonos inteligentes. El Gobierno
quiere la digitalización y quiere 27 millones de personas conectadas a fin de
2018. Vamos por 12 millones y la brecha para llegar es muy grande. Una
masificación del Internet vía smartphones es posible, pero hoy los teléfonos,
por el dólar, cuestan 70% más. Un consumidor que quiera acceder a 4G o a LTE
tiene un impedimento por el valor del teléfono. Si a eso le sumamos 16% del
IVA, el impedimento es más alto. El Gobierno debería pensar en eliminar el IVA
para smartphones.
¿Qué más le piden?
Hemos establecido una propuesta de política pública que cubre
varios elementos. Hablamos de la posibilidad de desplegar infraestructura, pero
hay municipios en los que uno puede tardar años. Es la famosa discusión del
POT. Tengo un problema y fíjese lo contradictorio: el Gobierno me multa por
calidad, y yo no puedo completar mi cobertura por el municipio.
¿Cómo están en usuarios?
Vamos muy bien. Tenemos casi 20% de market share. Pasa que el
nivel de crecimiento, en los últimos años, hoy no se da, porque la industria
decrece. Ahí es donde entra el papel del regulador, a que nos dé unas reglas
claras y equilibradas de juego para poder competirle al dominante. No hay
clientes nuevos, los que están, son los que están. Tenemos que tener capacidad
de que sea un ecosistema equilibrado y es uno hoy torcido, con un dominante que
hace que no sea fácil competir.
Tres retos que se impuso Cataldo
El
presidente de la compañía aseguró que el principal reto que tiene serán sus
empleados “en un momento de negocio difícil, complejo” que se traduce en más
presión. El segundo foco es el consumidor, para darles los servicios que están
pidiendo; y el tercero, es que es necesario tener al Gobierno del lado de la
industria para superar los problemas estructurales que ven en el sector.
Cataldo también dijo que es necesario actualizar la regulación, porque son
normas “pre-internet”.
Fuente: La República
Bodas de oro de un emporio de la confección
La semana pasada el presidente Juan Manuel Santos condecoró al
empresario antioqueño Arturo Calle con la Orden de Boyacá, con ocasión de los
50 años de su firma.
La semana pasada el presidente Juan Manuel Santos condecoró al
empresario antioqueño Arturo Calle con la Orden de Boyacá, con ocasión de los
50 años de su firma, que se ha convertido en símbolo de la confección masculina
en el país y en algunos del exterior. Este emprendedor colombiano ha recorrido
este camino para forjar su emporio.
1966: en un pequeño local ubicado en San Victorino, en Bogotá,
inaugura un almacén llamado Dante, dedicado a vender camisas para hombre.
Invierte 17.000 pesos y recurre a un préstamo de 4.000 pesos, el único que ha
gestionado en su vida.
1968: adquiere un tercer almacén y decide ponerle su nombre.
1970: decide fabricar directamente sus productos y realiza alianzas
con empresas de manufactura y confección.
1978: abre por primera vez un almacén en un centro comercial
(Unicentro de Bogotá).
1981: nace en Pereira la firma CO&TEX, que produce las líneas
casuales de la compañía y las prendas de la marca AC Kids.
1995: inaugura en Bogotá la firma Baenamora, dedicada a producir
calzado y marroquinería masculina.
2000: sigue su plan de expansión, llega a las principales ciudades
del país y emprende una transformación de sus productos.
2012: incursiona por primera vez en el exterior y abre un almacén en
Panamá.
2013: llega a Costa Rica.
2016: celebra 50 años de historia en Colombia. Arturo Calle tiene en
el país 81 almacenes y seis en Costa Rica, El Salvador y Panamá. Emplea a 5.600
trabajadores.
Fuente: Semana
La academia apuesta por nuevo gerente del Emisor
A cuatro meses de terminar José Darío Uribe Escobar el tercer
período de cuatro años al frente de la Gerencia del Banco de la República, el
sonajero de nombres para su reemplazo ya está en el ambiente económico.
Más aún cuando la tranquilidad que se tuvo desde 2010, año en
el que finalmente se cumplió con la meta de inflación de largo plazo (3%), se
rompió por cuenta de la disparada de los precios de los alimentos y el
desanclaje de las expectativas lo que llevó a la Junta a incrementar las
tasas de interés por 11 meses consecutivos.
Lo
anterior, incluso, le pasó cuenta de cobro al crecimiento económico pero vale
aclarar que el mandato constitucional es la estabilidad de precios, es por esto
que quien tome el cargo de gerente del Banco tendrá una de las tareas más
importantes de la economía nacional. Según Edgar Bejarano, decano de la
Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, independiente de la
persona que sea elegida, el principal reto consistirá en “mantener la
credibilidad de política monetaria frente al mercado financiero y controlar en
esta coyuntura los precios al consumidor”.
Como
ejercicio de antesala a esta decisión que debe tomar la Junta antes de
diciembre, LR hizo un sondeo con 63 universidades del país que ofrecen la
carrera de economía y les preguntó por los cinco nombres más sonados para
ocupar este cargo, sin que ninguno haya oficializado su candidatura, pues como
en el caso de José Antonio Ocampo se tienen compromisos académicos con
anterioridad.
Los
candidatos que se pusieron a consideración fueron: José Antonio Ocampo, Juan
José Echavarría, Leonardo Villar, Sergio Clavijo y Hernando Vargas. Los decanos
y directores de programa dieron su voto mayoritario a Ocampo, al obtener el
guiño de 23, lo que representó un respaldo de 37,1% del total de la votación.
Es seguido por Juan José Echavarría, que contó con el aval de nueve
universidades (14,52%). A renglón seguido, se encuentran en empate con seis
votos Sergio Clavijo (9,68%) y Hernando Vargas (9,68%). El listado lo finaliza
Leonardo Villar al tener tres votos (4,84%). En el sondeo, la opción de
no votar por ninguno de los candidatos tuvo los mismos tres votos. De las 63
universidades, 12 no participaron pues algunos estaban ausentes y otros
decidieron no dar un voto que los comprometieran esto representó 19,3%.
¿Quiénes son los gerenciables?
José Antonio Ocampo caleño y economista de la Universidad de
Notre Dame. Fue exministro de Agricultura, Hacienda y en su trayectoria en las
Naciones Unidas fue secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (Cepal) y sonó como director del Banco Mundial, además es
reconocido como el economista colombiano más importante a nivel internacional.
De momento ha descartado presentarse a la elección, pero se estima que algunos
codirectores lo nominen.
Juan
José Echavarría es ingeniero y economista de la Universidad Nacional,
excodirector del Emisor, exdirector de Fedesarrollo, ministro plenipotenciario
ante la OEA. Con el presidente Juan Manuel Santos -con quien compartió trabajo
en el MinComercio- fue designado como director de la misión cafetera.
Hernando
Vargas, actual gerente técnico del Emisor tiene una trayectoria desde 1995 en
el Banco Central en departamentos como la Unidad de Programación Macroeconómica
y Subgerencia de Estudios Económicos.
Leonardo
Villar, quien también es bogotano y actual director de Fedesarrollo ha sido
miembro de la Junta Directiva del Emisor, viceministro técnico de Hacienda y
asesor del Consejo Directivo de Comercio Exterior.
Sergio
Clavijo economista de la Universidad de los Andes actualmente es el presidente
de Anif y ha sido viceministro técnico de Hacienda y en el plano internacional
fue economista del Departamento de Hemisferio Occidental del FMI.
Lo que opinan los decanos
Para
Fernando Mejía, director del programa de Economía de la Universidad del Quindío
“todos los perfiles son muy buenos pero me inclino por José Antonio Ocampo por
su experiencia y el perfil que requieren los bancos centrales al ser artífices
de una política económica más allá de la intervención y estabilidad de
precios”. En tanto, Jhon Díaz, director del programa de economía de la
Universidad Autónoma de Bucaramanga, y quien votó por Sergio Clavijo, explicó
que “cuenta con un dominio técnico que requiere el cargo y, además, tiene en
mente el sector real que es crucial”.
Por su
parte, Arnovif Zúñiga de Hoyos, director del programa de la Corporación
Universitaria del Caribe, dio su voto por Leonardo Villar y lo explicó en razón
de su experiencia y trayectoria tanto en el Gobierno como en la Junta del
Emisor.
Los
decanos que votaron por el actual gerente técnico del Emisor coinciden al
señalar que de todos los perfiles es el más técnico y que mejor conoce la
dinámica del Banco Central. Cabe anotar que Uribe era gerente técnico antes de
asumir la Gerencia General. En el caso de Juan José Echavarría, los nueve
decanos que votaron destacan su labor cuando se encontraba en la Junta del
Emisor entre 2003 y 2013. Incluso, en la Universidad Nacional recuerdan su paso
como decano de Economía entre 1984 y 1985.
El
ejercicio de LR también incluyó a diez reconocidos economistas (ver gráfico).
Acá el resultado fue favorable para Echavarría que contó con tres de los diez
votos. Ocampo, Vargas y Villar empataron con un voto y Clavijo no obtuvo votos.
Cabe anotar que de los diez economistas consultados, cuatro no quisieron dar un
voto particular.
¿Cómo se elige al gerente del Banco de la República?
Los miembros de la Junta Directiva, con exclusión del gerente,
elaboran una lista de candidatos elegibles (podrán postular hasta tres
candidatos). Los miembros de la Junta hacen parte de la lista de elegibles. Las
votaciones se hacen con el propósito de llegar primero a una lista preliminar
de cinco candidatos, luego a una lista corta definitiva de tres candidatos,
hasta reducir la lista a dos candidatos. Cada miembro de la Junta elabora el
listado y vota de manera secreta. Estos nombres deben estar completos a más
tardar en la Junta de diciembre.
Fuente: La República
El nuevo paquete de medidas para impulsar la economía
del país
El
ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dice que con el incremento en tasas,
era consciente de que habría desaceleración.
La producción
en el segundo trimestre del año solo se incrementó en 2 por ciento, con caídas
en el agro, electricidad y minería. Sectores que son claves para el empleo,
como comercio y la construcción, tampoco mostraron mucho dinamismo. Solo la
industria y los servicios financieros salvaron del trimestre.
Esto llevó al Ministerio de Hacienda a bajar la meta del año de
3 a 2,5 por ciento, decisión que ha causado preocupación, teniendo en cuenta
que la oficial es siempre la proyección más generosa.
La inflación bordea el 9 por ciento (8,97 % en
julio) y para frenarla, el Banco de la República venía subiendo las tasas de
interés, pero la tendencia alcista se detuvo esta semana debido a que el
apretón ya está reduciendo el consumo y la inversión, las cuales mueven a su
vez la economía.
El desempleo, que llegó al 10 por ciento en julio
(9,8 %), fue otro dato inquietante. Es decir, la sensación es que lo que debe
estar para arriba cae y lo que debe subir declina.
Es el momento para que se aplique un nuevo plan de choque, del
cual habló el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, al tiempo que indicó que
la economía, en lo que queda del año, empezará a retomar su rumbo.
¿Se esperaba este aterrizaje del segundo trimestre o lo tomó por
sorpresa?
La desaceleración de la economía es, en parte, inducida y, en
parte, sorpresa. La inducida está asociada al aumento de tasas de interés, y ha
sido deliberado. Lo que está pasando es lo que se esperaba, porque cuando se
suben las tasas de interés se frenan el consumo y la inversión. Pero esa
desaceleración ha ido más allá de lo esperado, por factores imprevistos. El más
importante es el fenómeno del Niño, que fue más severo de lo previsto,
generando un impacto muy fuerte sobre la producción de alimentos.
El resultado negativo de la minería sí era predecible...
Se esperaba, pero su caída fue superior porque los precios
estuvieron por debajo de lo que habíamos pronosticado. La declinación de muchos
campos petroleros, que simplemente se van agotando, también estaba prevista,
pero ha sido más rápida. Eso fue lo que impactó mucho el segundo trimestre, lo
que se conectó con la menor generación de energía eléctrica, la política de
ahorro de energía que fue exitosa, para evitar un racionamiento. Todo esto hizo
que la economía creciera más lento.
¿Pero tenían expectativas muy optimistas?
Teníamos un pronóstico de crecimiento de 3 por ciento. Sin el
Niño, sin la disminución de la producción agropecuaria, sin el paro camionero,
sin la mayor caída de la producción de petróleo y sin el efecto de la
disminución de los embalses, el 3 por ciento se hubiera logrado. El 2,5 por
ciento de ahora es factible.
¿Era mejor dejar caer la economía para controlar la inflación?
Hay que lograr un balance. La función del Ministro de Hacienda
en la junta directiva del Banco de la República es que no se piense solo en
controlar la inflación, sino que se busque que la economía mantenga un buen
nivel de actividad y generación de empleo.
¿Terminado el ajuste, cuando empezarán a bajar las tasas?
Tenemos que estar listos a bajar las tasas cuando las
expectativas de inflación bajen y la corrección en el déficit de la cuenta
corriente de la balanza de pagos nos dé la tranquilidad de que está
desapareciendo ese problema. La proyección para este año de déficit de cuenta
corriente es de 5,3 % del PIB, unos 15.000 millones de dólares. Esta es una
cifra menor a un pronóstico que existía a comienzos de año, que era de 6 % del
PIB. También esto nos ayuda a que se vayan alineando las variables
macroeconómicas.
¿Sin mayor crecimiento a corto plazo, cómo hacer para que el
empleo no se deteriore?
El dato de junio fue bueno, 8,9 por ciento. El de julio fue más
alto 9,8. En este mes se afectaron muchos sectores (comercio, transporte,
construcción) por cuenta del paro.
Espero que la tasa de desempleo, con respecto a la de julio,
comience a bajar un poco. En todo
caso, una economía creciendo al 2,5 por ciento genera menos empleo que una
economía creciendo al 4 por ciento.
Hay que destacar que la tendencia fuerte y muy positiva para la
economía es que el empleo que se genera es formal. El asalariado crece 3,5 por
ciento, mientras que el no asalariado está estancado.
El tercer trimestre para el agro va a ser muy positivo. Hay una
mayor oferta de alimentos. La producción se recupera. Pero, sobre todo, habrá
mayor producción de alimentos asociada al posconflicto, lo que estimulará a ese
sector. Es el que más rápido va a ver los dividendos de la paz.
¿Qué tan bueno es eso?
La industria creció 6 por ciento. Sin Reficar habría crecido 3,1
por ciento. Dentro de los subsectores, 18 de los 24 tuvieron crecimiento
positivo. El de mayor dinamismo, claro, fue la refinación (29 %), pero bebidas
creció (14 %), productos elaborados con metal (8,6 %) y así por el estilo. No
hay duda de que este sector se va a sostener debido a la sustitución de
importaciones.
El sector que más pesa en la caída de obras civiles es el
petrolero. Todas las inversiones en desarrollo de campos petroleros,
construcción de oleoductos. Es un sector muy afectado por la disminución de la
inversión. Pero se compensará con la construcción de obras civiles asociadas a
la infraestructura de transporte. Ya hay una cifra positiva, pero será mayor en
las vías 4G. En esto tengo que destacar que la Financiera de Desarrollo
Nacional ha tomado decisiones audaces en financiamiento de proyectos, con
montos cuantiosos. En cada proyecto de las 4G, el compromiso es del orden de
400.000 millones de pesos, y podría subir hasta 600.000 millones. Es el
resultado del fortalecimiento patrimonial que tuvo esta entidad con los
recursos de la venta de Isagén.
¿Cuáles son las medidas para reactivar la economía?
El Presidente las dará a conocer más a fondo, pero algunas
vienen andando.
El Confis aprobó dos mejoras al programa Mi Casa
Ya, por iniciativa del Ministerio de Vivienda y respetando las restricciones
fiscales. En vivienda de interés prioritario, para familias con ingresos de
hasta 2 salarios mínimos, con un subsidio familiar de vivienda unificado en 30
salarios mínimos y 5 puntos de cobertura a la tasa de interés.
Para vivienda de interés social, dirigido a personas con
ingresos entre 2 y 4 salarios mínimos, se unifica el programa en una sola
modalidad, que consta de un subsidio familiar de vivienda de 20 salarios
mínimos y 4 puntos de cobertura a la tasa de interés.
Además, la junta de Ecopetrol aprobó hacer inversiones por 90
millones de dólares, que permitirán elevar la producción promedio en 25.000
barriles diarios. Ecopetrol cumplirá este año con la meta de 715.000 barriles
diarios equivalentes.
En las regiones estamos desembolsando excedentes que tienen las
entidades territoriales en el Fonpet. Son 2,3 billones para más inversión en
700 municipios de Colombia.
Con los caficultores se estableció el compromiso de apoyar para
que logren una producción de 15 millones de sacos y no de 13,2 millones como se
tenía previsto por el Niño. El apoyo es para asegurar que haya suficiente mano
de obra para recoger la cosecha, pues este es el cuello de botella que existe
hoy.
Para la industria, estamos trabajando con la ministra en las
medidas. Habrá un paquete completo.
La regla de oro en estas iniciativas es que no se aumente el
gasto público. En subsidios de vivienda, por ejemplo, la estrategia es que el
subsidio sea más grande, pero puede haber menos unidades subsidiadas, porque es
la misma plata. Esto es para estimular la demanda más rápido.
En el Congreso se preguntan si el presupuesto del 2017, por $
224,4 billones, está desfinanciado o es que va a aumentar el déficit.
Está hecho a la medida de las posibilidades, con las
proyecciones de ingresos para el año entrante, sin contar con la reforma
tributaria y en función de cumplir nuestra meta de déficit fiscal. Tenemos una
regla fiscal que nos exige el año entrante reducir el déficit, de 3,9 por
ciento del PIB este año a 3,3 por ciento del PIB el año entrante. La reducción
es de aproximadamente 5,4 billones de pesos. Esto nos ha obligado a reducir el
presupuesto de inversión en casi 4 billones de pesos. Por eso es que los sectores
han visto un recorte grande, pero es necesario.
¿Cómo aplicar una reforma tributaria en medio de una
desaceleración?
La economía hay que pensarla en términos de lo que es
fundamental para tener buenos resultados. Hay cosas importantes, pero otras son
indispensables. Una de ellas es la confianza. Si no hay sostenibilidad fiscal,
no hay confianza. Lo primero es asegurar esa sostenibilidad fiscal.
El país perdió toda su renta petrolera. Eso es algo que a futuro
no vamos a reponer fácilmente.
Pero tenemos que asegurar que se mantengan todos
los programas del Gobierno que son fundamentales para que las personas salgan
de la pobreza: Familias en Acción, Colombia Mayor, Primera Infancia. Todo eso
es lo que justifica esta reforma.
Fuente: Portafolio
Familias colombianas, las más endeudadas de la región
Un estudio realizado por la compañía experta en comportamiento
del consumidor, Kantar Worldpanel, reveló que en 67% de las familias
colombianas hay al menos una persona con mínimo una deuda que adquirieron, en
su mayoría, para pagos de educación (17,8%), compra de electrodomésticos
(16,2%) o adquisición de vivienda propia (13,9%).
Este indicador no solo sobrepasa el porcentaje promedio de
América Latina (55%), sino que también resulta ser el alto comparado con los
países de la región.
Según
el director comercial de la firma que llevó a cabo la investigación, Jaime
García, aún cuando el nivel de endeudamiento de los colombianos sigue siendo
significativamente alto, es importante rescatar que también fue el único país
que disminuyó el porcentaje con respecto a 2015, cuando el índice fue 5% mayor,
e inclusive con el de 2013, año en el que llegó a 69%.
“La
disminución del nivel de endeudamiento de los colombianos llegó también con un
cambio de distribución de los gastos. Ahora, por ejemplo, las personas están
destinando menos cantidad de sus ingresos para la recreación (...) Por supuesto
que esto tiene mucho que ver con la desaceleración del crecimiento de la
economía de este año”, afirmó García para LR.
El país
que sigue en el listado es Ecuador, en donde 66% de los hogares se encuentran
endeudados y destinan hasta 40% de sus ingresos a pagar los créditos que han
adquirido. Seguido en el ranking se encuentra Chile, allí, el porcentaje
asciende a 64%.
Pero
según las cifras de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras
de ese país, el valor total de la deuda de sus ciudadanos con entidades
financieras asciende a US$132.066 millones, muy por encima de la cifra que
publicó el Banco de La República sobre Colombia de US$56.137 millones. Lo
anterior, sin embargo, no implica que una mayor cantidad de chilenos tengan
deudas, sino que el valor que pagan por ellas es más elevado al que pagan los
colombianos por el mismo concepto.
Aunque
García dijo que esta cifra no era del todo negativa para las economías
regionales, ya que demuestran a su vez que el consumo interno está creciendo y,
por ende, hay una buena dinámica de los mercados locales, sí es cierto que
tampoco son datos muy positivos porque implican, muchas veces, que los sueldos
de las personas no están alcanzando para poder cubrir las necesidades que
tienen y deben endeudarse para poder acarrearlos.
Así lo
dijo para este diario el experto en finanzas y profesor de administración de la
Universidad del Rosario, Édgar Villamizar, quién además aseguró que, en
Colombia, las altas tasas de interés están muy relacionadas con la cifra de desempleo
que está rozando el techo de 10%.
“Imagínese
usted endeudándose para comprar cosas de la canasta familiar. Precisamente eso
es lo que está pasando. Usted mira en un supermercado y ve a la gente pagando
los productos con tarjeta de crédito y lo más grave es que lo difiere. Eso
quiere decir que cuando se come el mercado no ha terminado de pagarlo”, afirmó
Villamizar y agregó que esto se vuelve más peligroso porque, en la mayoría de
los casos, después no hay ingresos con los cuales soportar ese crédito.
El que menos se endeudó
Al otro
extremo de la balanza se encuentra Venezuela, país en donde los niveles de
endeudamiento de las familias para 2016 llegaron apenas a 23%. Pero, contraria
a la lógica aplicada en los casos anteriormente mencionados, el del país
bolivariano no es necesariamente un ejemplo a seguir.
García
dijo que este bajo índice puede responder a que los venezolanos necesitan tener
dinero en efectivo disponible para acceder a los productos de primera necesidad
cuando estos “aparecen en el mercado” (debido al desabastecimiento), que además
resultan ser muy costosos por los altos niveles de la inflación que, según
datos oficiales, asciende a 180,9%.
Además,
tal como lo dice el subgerente de la firma encuestadora Cifras y Conceptos, “el
endeudamiento responde a ciclos de auges y crisis de la economía. Cuando la
economía está bien, la gente tiende a endeudarse más”, pero el problema llega
cuando las situaciones de crisis azotan a un país, como es el caso de
Venezuela, porque las personas no tienen cómo responder a sus obligaciones, que
se vuelven impagables.
Disminuye la intención de ahorro en el país
Según
el más reciente estudio de la firma Kantar Worldpanel, el porcentaje de hogares
colombianos que tiene como prioridad ahorrar una parte de sus ingresos
disminuyó 4,3%, al pasar de 87,3% en 2015 a 83% este año. Una de las razones
por las que los expertos piensan que esto sucede es el alza del índice de la
inflación que no les permite a las familias ahorrar una parte de su sueldo
porque deben pagar más por los productos. De los que sí ahorran, la mayoría
(28,5%) afirmó destinarían máximo 5% de sus ingresos para ahorros.
Fuente: La República
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