lunes, 5 de septiembre de 2016

Septiembre 05 de 2016

CIERRE MERCADO ACCIONARIO LOCAL
Índice COLCAP cierra con apreciación del 1,09%

El Índice de capitalización de la Bolsa de Colombia (COLCAP) cerró el viernes en 1.394,38 unidades, con un aumento del 1,09% frente a la jornada anterior. En lo corrido del año el indicador bursátil registra una variación positiva del 20,86%.

 En cuanto al índice de liquidez COLSC, éste bajó 0,48% a 995,12 unidades, y el COLIR subió 1,00% a 881,60 unidades. El viernes se negociaron $157.323,92 millones en 2.620 operaciones.

La especie con el volumen más alto de negociación fue PFBCOLOM, con $45.405,92 millones (variación positiva en su precio del 2,12% a $29.880,00). También se destacaron en este aspecto, BCOLOMBIA ($20.745,79 millones, con cambio positivo en su precio del 2,23% a $27.500,00) junto con HCOLSEL ($12.824,18 millones, con cambio positivo en su precio del 1,27% a $12.648,00).

Por su parte, BCOLOMBIA logró el ascenso más importante durante la sesión. El precio de este título creció un 2,23%, con cierre de $27.500,00. También se destacó por su apreciación; CLH, cuyo precio creció un 2,22% a $13.820,00; y PFBCOLOM, que ascendió un 2,12% a $29.880,00.

Entre los títulos con mayor descenso en la jornada el más importante fue ELCONDOR, con una variación negativa del 4,13% a $1.160,00. También se presentó depreciación en: CARTON (con una variación negativa de 2,76% a $5.640,00) y BVC (con una variación negativa de 2,08% a $18,80).

Fuente: BVC

Sin inversión, los dividendos de la paz no se materializarán’

Según Ana María Ibáñez, solo hasta el segundo año tras la firma de paz se espera una mejora en la economía.

Con el acuerdo de paz con las Farc, cuya firma está prevista para el 26 de este mes, empieza la tarea para conseguir recursos que permitan atender las necesidades de inversión que trae el posconflicto.

Ana María Ibáñez, exdecana de Economía de la Universidad de los Andes, y quien lideró una investigación sobre el tema, considera que este debe ser un proceso gradual y que no puede descuidarse, pues de esas inversiones dependerá que el país pueda beneficiarse de los dividendos de la paz, que hasta ahora están estimados entre uno y dos puntos porcentuales del PIB.


Sobre este y otros temas, Ibáñez habló con Portafolio.

¿Qué tanto la desaceleración puede afectar la búsqueda de los recursos para el posconflicto?
Eso es sin duda un reto para conseguir los recursos que requiere la puesta en marcha de los acuerdos de paz. Sin embargo, ahora que se logró la firma de los acuerdos y después del plebiscito, el Gobierno deberá diseñar una estrategia para conseguir recursos. La estrechez fiscal es un reto, más no un obstáculo.Además, los acuerdos se deberán implementar en 10 años. Es decir, la inversión será gradual. El primer año se requerirán recursos para varias inversiones pero esperaría que la demanda fuerte por flujo de recursos inicie realmente en el segundo año. En ese momento, la economía estará, ojalá, más dinámica. 

¿De qué magnitud cree usted que será el dividendo de la paz?
Es difícil, pero la mayoría de estudios estiman que estaría entre uno y dos puntos porcentuales del PIB. Es importante aclarar que los dividendos no se materializarán si no se realizan las inversiones necesarias para que así sea. No podemos esperar que inmediatamente se perciba el incremento de uno o dos puntos porcentuales. Esto será gradual y dependerá de las inversiones que se realicen en el marco de los acuerdos. Por otro lado, los costos sociales del conflicto y los costos económicos para la población empezarán a disminuir una vez la violencia cese y las Farc se desmovilicen. Esto implicará más años de educación, mejor salud y mayor ingreso para las familias rurales, entre otros. 

¿Cuál cree que debe ser la prioridad para aprovechar el dividendo de la paz?
Las prioridades están establecidas en el acuerdo. Es un acuerdo político y en este se determina la ruta a seguir. En términos de desarrollo económico, las inversiones en el sector rural son fundamentales. El campo está rezagado en sus indicadores económicos y sociales. Esto responde a la débil presencia del Estado, la baja inversión pública y la poca provisión de bienes sociales y públicos. El acuerdo es una oportunidad para reducir este rezago. 

¿Cree que en la reforma tributaria debería incluirse la financiación de los costos del posconflicto?
Por supuesto. Somos los colombianos quienes deberemos financiar las inversiones que requiere el acuerdo. Si bien recibiremos algún apoyo internacional, los recursos provendrán del país. Esta reforma debe ser bien diseñada. No se puede ahorcar al sector privado. La reforma debe eliminar los impuestos que frenan la inversión. Necesitamos un sector productivo dinámico e innovador. La estructura tributaria actual es inadecuada. Sin embargo, es necesario un compromiso del Gobierno Nacional y local para reducir las ineficiencias y eliminar la corrupción. No podemos continuar haciendo reformas tributarias cuyos recursos se pierden parcialmente en la ineficiencia y la corrupción. 

El sector agropecuario será clave en la consolidación de la paz. ¿Qué opina de que este haya sido uno de los sectores a los que más les recortaron recursos en el presupuesto de 2017?
El sector agropecuario será fundamental para los acuerdos de paz. Pero los recursos al campo deben estar amarrados a una buena política para promover la producción agropecuaria y el desarrollo rural. Si esta política es débil e ineficaz, no se deben asignar recursos sin un norte claro. 

¿Cómo ve a la economía colombiana en el mediano y largo plazo? 
Es muy difícil prever cómo estará la economía en 10 años. Pero esperaría un país más dinámico económicamente, con una mejor distribución de los ingresos y la riqueza, y con la mente puesta en el futuro. La guerra ha sido un lastre no solo económico, sino mental. El que podamos dejar la guerra atrás nos permitirá concentrar nuestras energías de una manera más positiva. 

¿Cuáles cree usted que serán los negocios que genere la paz?
Estoy segura de que, si se hacen las inversiones y las políticas requeridas en el sector rural, se podrán generar muchos negocios en las áreas rurales. La tierra en Colombia no se explota a su máxima capacidad. 

El acuerdo de paz habla de entrega de tierras a campesinos despojados de ella, pero al mismo tiempo dice que se respetará la propiedad privada. ¿La idea es que la política de tierras se circunscriba a los baldíos?

Se puede entregar tierras a la población campesina y respetar la propiedad privada. El país cuenta con varias fuentes de tierras que se podrían usar en el marco del acuerdo de tierras: los baldíos de la Nación, las tierras de extinción de dominio, los baldíos indebidamente apropiados, entre otros. No es necesario emprender una reforma agraria expropiativa para alcanzar las metas del acuerdo. Y también es importante enfatizar: durante el conflicto armado no se respetó la propiedad privada de la población campesina. Muchos fueron despojados de sus tierras y desplazados. Los procesos de restitución de tierras deben ser vistos como procesos para restituir la propiedad y protegerla.

Fuente: Portafolio 

El crecimiento de la industria va a ser negativo y el de los operadores también”

A mediados de junio, Marcelo Cataldo asumió la presidencia de Tigo Une luego de ser su vicepresidente comercial. En entrevista con LR, el directivo habló sobre la situación de la industria y aseguró que este será un año de decrecimiento para todos los operadores. Además, le pidió al Gobierno que piense en eliminar el IVA a los teléfonos inteligentes e hizo un llamado de atención para actualizar la regulación del sector.

¿Cómo cerró la compañía el primer semestre?
El mercado está pasando por una situación compleja, el negocio de las telecomunicaciones decrece año contra año. Tenemos una coyuntura por varias variables externas a la industria: precio del dólar, decrecimiento del país, aumento de la inflación. La coyuntura macroeconómica está compleja.

Mirando ya nuestro contexto, es una industria que tiene problemas estructurales, como por ejemplo la dominancia. Tenemos un operador de mercado dominante que, con esa coyuntura económica, también suma a la complejidad.

¿En qué proyectos trabajan?
Nos enfocamos en 4G, en el negocio móvil, para darle velocidad y mayor capacidad, pero sí nos toca trabajar muy cuidadosamente con las inversiones porque 90% de lo que invertimos es en dólares y cobramos en pesos. Tenemos limitación de inversión y tenemos que elegir nuestras batallas.

La pelea por los cargos asimétricos  sigue, ¿cuál es su postura?
De todas las regulaciones que han salido a la calle, para contrarrestar la dominancia, la de cargos asimétricos es la única que ha dado algún efecto  para el consumidor y para los operadores pequeños. Creemos firmemente que es una opción muy válida para contrarrestar la dominancia.

¿Cuánto crecerán este año?
El crecimiento de la industria va a ser negativo y el de todos los operadores también. Este es un año de decrecimiento y 2017 no va a ser mejor.

¿Qué peticiones le hacen al Gobierno para la tributaria?
Hay dos elementos. El primero: por los servicios de voz se cobra 4% de impuesto adicional, el impuesto suntuario, siendo que el servicio de voz es universal.  Es como la electricidad, el agua o el gas. No tiene ningún sentido ese impuesto y es directamente trasladado al consumidor. Nosotros no ganamos nada.

¿Y el segundo?
Son los impuestos a los teléfonos inteligentes. El Gobierno quiere la digitalización y quiere 27 millones de personas conectadas a fin de 2018.  Vamos por 12 millones y la brecha para llegar es muy grande. Una masificación del Internet vía smartphones es posible, pero hoy los teléfonos, por el dólar, cuestan 70% más. Un consumidor que quiera acceder a 4G o a LTE tiene un impedimento por el valor del teléfono. Si a eso le sumamos 16% del IVA, el impedimento es más alto. El Gobierno debería pensar en eliminar el IVA para smartphones.

¿Qué más le piden?
Hemos establecido una propuesta de política pública que cubre varios elementos. Hablamos de la posibilidad de desplegar infraestructura, pero hay municipios en los que uno puede tardar años. Es la famosa discusión del POT. Tengo un problema y fíjese lo contradictorio: el Gobierno me multa por calidad, y yo no puedo completar mi cobertura por el municipio.

¿Cómo están en usuarios?
Vamos muy bien. Tenemos casi 20% de market share. Pasa que el nivel de crecimiento, en los últimos años, hoy no se da, porque la industria decrece. Ahí es donde entra el papel del regulador, a que nos dé unas reglas claras y equilibradas de juego para poder competirle al dominante. No hay clientes nuevos, los que están, son los que están. Tenemos que tener capacidad de que sea un ecosistema equilibrado y es uno hoy torcido, con un dominante que hace que no sea fácil competir.

Tres retos que se impuso Cataldo
El presidente de la compañía aseguró que el principal reto que tiene serán sus empleados “en un momento de negocio difícil, complejo” que se traduce en más presión. El segundo foco es el consumidor, para darles los servicios que están pidiendo; y el tercero, es que es necesario tener al Gobierno del lado de la industria para superar los problemas estructurales que ven en el sector. Cataldo también dijo que es necesario actualizar la regulación, porque son normas “pre-internet”.

Fuente: La República

Bodas de oro de un emporio de la confección

La semana pasada el presidente Juan Manuel Santos condecoró al empresario antioqueño Arturo Calle con la Orden de Boyacá, con ocasión de los 50 años de su firma.

La semana pasada el presidente Juan Manuel Santos condecoró al empresario antioqueño Arturo Calle con la Orden de Boyacá, con ocasión de los 50 años de su firma, que se ha convertido en símbolo de la confección masculina en el país y en algunos del exterior. Este emprendedor colombiano ha recorrido este camino para forjar su emporio.

1966: en un pequeño local ubicado en San Victorino, en Bogotá, inaugura un almacén llamado Dante, dedicado a vender camisas para hombre. Invierte 17.000 pesos y recurre a un préstamo de 4.000 pesos, el único que ha gestionado en su vida.
1968: adquiere un tercer almacén y decide ponerle su nombre.
1970: decide fabricar directamente sus productos y realiza alianzas con empresas de manufactura y confección.
1978: abre por primera vez un almacén en un centro comercial (Unicentro de Bogotá).
1981: nace en Pereira la firma CO&TEX, que produce las líneas casuales de la compañía y las prendas de la marca AC Kids.
1995: inaugura en Bogotá la firma Baenamora, dedicada a producir calzado y marroquinería masculina.
2000: sigue su plan de expansión, llega a las principales ciudades del país y emprende una transformación de sus productos.
2012: incursiona por primera vez en el exterior y abre un almacén en Panamá.
2013: llega a Costa Rica.
2016: celebra 50 años de historia en Colombia. Arturo Calle tiene en el país 81 almacenes y seis en Costa Rica, El Salvador y Panamá. Emplea a 5.600 trabajadores.

Fuente: Semana

La academia apuesta por nuevo gerente del Emisor

A cuatro meses de terminar José Darío Uribe Escobar el tercer período de cuatro años al frente de la Gerencia del Banco de la República, el sonajero de nombres para su reemplazo ya está en el ambiente económico.

Más aún cuando la tranquilidad que se tuvo desde 2010, año en el que finalmente se cumplió con la meta de inflación de largo plazo (3%), se rompió por cuenta de la disparada de los precios de los alimentos y el desanclaje de las expectativas  lo que llevó a la Junta a incrementar las tasas de interés por 11 meses consecutivos. 

Lo anterior, incluso, le pasó cuenta de cobro al crecimiento económico pero vale aclarar que el mandato constitucional es la estabilidad de precios, es por esto que quien tome el cargo de gerente del Banco tendrá una de las tareas más importantes de la economía nacional. Según Edgar Bejarano, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, independiente de la persona que sea elegida, el principal reto consistirá en “mantener la credibilidad de política monetaria frente al mercado financiero y controlar en esta coyuntura los precios al consumidor”.

Como ejercicio de antesala a esta decisión que debe tomar la Junta antes de diciembre, LR hizo un sondeo con 63 universidades del país que ofrecen la carrera de economía y les preguntó por los cinco nombres más sonados para ocupar este cargo, sin que ninguno haya oficializado su candidatura, pues como en el caso de José Antonio Ocampo se tienen compromisos académicos con anterioridad. 

Los candidatos que se pusieron a consideración fueron: José Antonio Ocampo, Juan José Echavarría, Leonardo Villar, Sergio Clavijo y Hernando Vargas. Los decanos y directores de programa dieron su voto mayoritario a Ocampo, al obtener el guiño de 23, lo que representó un respaldo de 37,1% del total de la votación. Es seguido por Juan José Echavarría, que contó con el aval de nueve universidades (14,52%). A renglón seguido, se encuentran en empate con seis votos Sergio Clavijo (9,68%) y Hernando Vargas (9,68%). El listado lo finaliza  Leonardo Villar al tener tres votos (4,84%). En el sondeo, la opción de no votar por ninguno de los candidatos tuvo los mismos tres votos. De las 63 universidades, 12 no participaron pues algunos estaban ausentes y otros decidieron no dar un voto que los comprometieran esto representó 19,3%.

¿Quiénes son los gerenciables?
José Antonio Ocampo caleño y economista de la Universidad de Notre Dame. Fue exministro de Agricultura, Hacienda y en su trayectoria en las Naciones Unidas fue secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y sonó como director del Banco Mundial, además es reconocido como el economista colombiano más importante a nivel internacional. De momento ha descartado presentarse a la elección, pero se estima que algunos codirectores lo nominen.

Juan José Echavarría es ingeniero y economista de la Universidad Nacional, excodirector del Emisor, exdirector de Fedesarrollo, ministro plenipotenciario ante la OEA. Con el presidente Juan Manuel Santos -con quien compartió trabajo en el MinComercio- fue designado como director de la misión cafetera.

Hernando Vargas, actual gerente técnico del Emisor tiene una trayectoria desde 1995 en el Banco Central en departamentos como la Unidad de Programación Macroeconómica y Subgerencia de Estudios Económicos. 

Leonardo Villar, quien también es bogotano y actual director de Fedesarrollo ha sido miembro de la Junta Directiva del Emisor, viceministro técnico de Hacienda y asesor del Consejo Directivo de Comercio Exterior. 

Sergio Clavijo economista de la Universidad de los Andes actualmente es el presidente de Anif y ha sido viceministro técnico de Hacienda y en el plano internacional fue economista del Departamento de Hemisferio Occidental del FMI.

Lo que opinan los decanos
Para Fernando Mejía, director del programa de Economía de la Universidad del Quindío “todos los perfiles son muy buenos pero me inclino por José Antonio Ocampo por su experiencia y el perfil que requieren los bancos centrales al ser artífices de una política económica más allá de la intervención y estabilidad de precios”. En tanto, Jhon Díaz, director del programa de economía de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, y quien votó por Sergio Clavijo, explicó que “cuenta con un dominio técnico que requiere el cargo y, además, tiene en mente el sector real que es crucial”.

Por su parte, Arnovif Zúñiga de Hoyos, director del programa de la Corporación Universitaria del Caribe, dio su voto por Leonardo Villar y lo explicó en razón de su experiencia y trayectoria tanto en el Gobierno como en la  Junta del Emisor. 

Los decanos que votaron por el actual gerente técnico del Emisor coinciden al señalar que de todos los perfiles es el más técnico y que mejor conoce la dinámica del Banco Central. Cabe anotar que Uribe era gerente técnico antes de asumir la Gerencia General. En el caso de Juan José Echavarría, los nueve decanos que votaron destacan su labor cuando se encontraba en la Junta del Emisor entre 2003 y 2013. Incluso, en la Universidad Nacional recuerdan su paso como decano de Economía entre 1984 y 1985. 

El ejercicio de LR también incluyó a diez reconocidos economistas (ver gráfico). Acá el resultado fue favorable para Echavarría que contó con tres de los diez votos. Ocampo, Vargas y Villar empataron con un voto y Clavijo no obtuvo votos. Cabe anotar que de los diez economistas consultados, cuatro no quisieron dar un voto particular. 

¿Cómo se elige al gerente del Banco de la República?
Los miembros de la Junta Directiva, con exclusión del gerente, elaboran una lista de candidatos elegibles (podrán postular hasta tres candidatos). Los miembros de la Junta hacen parte de la lista de elegibles. Las votaciones se hacen con el propósito de llegar primero a una lista preliminar de cinco candidatos, luego a una lista corta definitiva de tres candidatos, hasta reducir la lista a dos candidatos. Cada miembro de la Junta elabora el listado y vota de manera secreta. Estos nombres deben estar completos a más tardar en la Junta de diciembre.

Fuente: La República

El nuevo paquete de medidas para impulsar la economía del país

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dice que con el incremento en tasas, era consciente de que habría desaceleración.

La producción en el segundo trimestre del año solo se incrementó en 2 por ciento, con caídas en el agro, electricidad y minería. Sectores que son claves para el empleo, como comercio y la construcción, tampoco mostraron mucho dinamismo. Solo la industria y los servicios financieros salvaron del trimestre.

Esto llevó al Ministerio de Hacienda a bajar la meta del año de 3 a 2,5 por ciento, decisión que ha causado preocupación, teniendo en cuenta que la oficial es siempre la proyección más generosa.


La inflación bordea el 9 por ciento (8,97 % en julio) y para frenarla, el Banco de la República venía subiendo las tasas de interés, pero la tendencia alcista se detuvo esta semana debido a que el apretón ya está reduciendo el consumo y la inversión, las cuales mueven a su vez la economía.


El desempleo, que llegó al 10 por ciento en julio (9,8 %), fue otro dato inquietante. Es decir, la sensación es que lo que debe estar para arriba cae y lo que debe subir declina.


Es el momento para que se aplique un nuevo plan de choque, del cual habló el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, al tiempo que indicó que la economía, en lo que queda del año, empezará a retomar su rumbo.

¿Se esperaba este aterrizaje del segundo trimestre o lo tomó por sorpresa?
La desaceleración de la economía es, en parte, inducida y, en parte, sorpresa. La inducida está asociada al aumento de tasas de interés, y ha sido deliberado. Lo que está pasando es lo que se esperaba, porque cuando se suben las tasas de interés se frenan el consumo y la inversión. Pero esa desaceleración ha ido más allá de lo esperado, por factores imprevistos. El más importante es el fenómeno del Niño, que fue más severo de lo previsto, generando un impacto muy fuerte sobre la producción de alimentos.

El resultado negativo de la minería sí era predecible...
Se esperaba, pero su caída fue superior porque los precios estuvieron por debajo de lo que habíamos pronosticado. La declinación de muchos campos petroleros, que simplemente se van agotando, también estaba prevista, pero ha sido más rápida. Eso fue lo que impactó mucho el segundo trimestre, lo que se conectó con la menor generación de energía eléctrica, la política de ahorro de energía que fue exitosa, para evitar un racionamiento. Todo esto hizo que la economía creciera más lento.

¿Pero tenían expectativas muy optimistas?
Teníamos un pronóstico de crecimiento de 3 por ciento. Sin el Niño, sin la disminución de la producción agropecuaria, sin el paro camionero, sin la mayor caída de la producción de petróleo y sin el efecto de la disminución de los embalses, el 3 por ciento se hubiera logrado. El 2,5 por ciento de ahora es factible.

¿Era mejor dejar caer la economía para controlar la inflación?
Hay que lograr un balance. La función del Ministro de Hacienda en la junta directiva del Banco de la República es que no se piense solo en controlar la inflación, sino que se busque que la economía mantenga un buen nivel de actividad y generación de empleo.

¿Terminado el ajuste, cuando empezarán a bajar las tasas?
Tenemos que estar listos a bajar las tasas cuando las expectativas de inflación bajen y la corrección en el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos nos dé la tranquilidad de que está desapareciendo ese problema. La proyección para este año de déficit de cuenta corriente es de 5,3 % del PIB, unos 15.000 millones de dólares. Esta es una cifra menor a un pronóstico que existía a comienzos de año, que era de 6 % del PIB. También esto nos ayuda a que se vayan alineando las variables macroeconómicas.

¿Sin mayor crecimiento a corto plazo, cómo hacer para que el empleo no se deteriore?
El dato de junio fue bueno, 8,9 por ciento. El de julio fue más alto 9,8. En este mes se afectaron muchos sectores (comercio, transporte, construcción) por cuenta del paro. 

Espero que la tasa de desempleo, con respecto a la de julio, comience a bajar un poco. En todo caso, una economía creciendo al 2,5 por ciento genera menos empleo que una economía creciendo al 4 por ciento.

Hay que destacar que la tendencia fuerte y muy positiva para la economía es que el empleo que se genera es formal. El asalariado crece 3,5 por ciento, mientras que el no asalariado está estancado.

¿Con el agro decreciendo (-0,1 %), aún cree que será motor de la economía?
El tercer trimestre para el agro va a ser muy positivo. Hay una mayor oferta de alimentos. La producción se recupera. Pero, sobre todo, habrá mayor producción de alimentos asociada al posconflicto, lo que estimulará a ese sector. Es el que más rápido va a ver los dividendos de la paz.

La industria creció, pero empujada por la refinería de Cartagena, que no ayudaría al empleo.

¿Qué tan bueno es eso?
La industria creció 6 por ciento. Sin Reficar habría crecido 3,1 por ciento. Dentro de los subsectores, 18 de los 24 tuvieron crecimiento positivo. El de mayor dinamismo, claro, fue la refinación (29 %), pero bebidas creció (14 %), productos elaborados con metal (8,6 %) y así por el estilo. No hay duda de que este sector se va a sostener debido a la sustitución de importaciones.

¿Cuál fue el factor para que las obras civiles cayeran al 0,4 %?
El sector que más pesa en la caída de obras civiles es el petrolero. Todas las inversiones en desarrollo de campos petroleros, construcción de oleoductos. Es un sector muy afectado por la disminución de la inversión. Pero se compensará con la construcción de obras civiles asociadas a la infraestructura de transporte. Ya hay una cifra positiva, pero será mayor en las vías 4G. En esto tengo que destacar que la Financiera de Desarrollo Nacional ha tomado decisiones audaces en financiamiento de proyectos, con montos cuantiosos. En cada proyecto de las 4G, el compromiso es del orden de 400.000 millones de pesos, y podría subir hasta 600.000 millones. Es el resultado del fortalecimiento patrimonial que tuvo esta entidad con los recursos de la venta de Isagén.

¿Cuáles son las medidas para reactivar la economía?
El Presidente las dará a conocer más a fondo, pero algunas vienen andando.
El Confis aprobó dos mejoras al programa Mi Casa Ya, por iniciativa del Ministerio de Vivienda y respetando las restricciones fiscales. En vivienda de interés prioritario, para familias con ingresos de hasta 2 salarios mínimos, con un subsidio familiar de vivienda unificado en 30 salarios mínimos y 5 puntos de cobertura a la tasa de interés.


Para vivienda de interés social, dirigido a personas con ingresos entre 2 y 4 salarios mínimos, se unifica el programa en una sola modalidad, que consta de un subsidio familiar de vivienda de 20 salarios mínimos y 4 puntos de cobertura a la tasa de interés.

Además, la junta de Ecopetrol aprobó hacer inversiones por 90 millones de dólares, que permitirán elevar la producción promedio en 25.000 barriles diarios. Ecopetrol cumplirá este año con la meta de 715.000 barriles diarios equivalentes.

En las regiones estamos desembolsando excedentes que tienen las entidades territoriales en el Fonpet. Son 2,3 billones para más inversión en 700 municipios de Colombia.

Con los caficultores se estableció el compromiso de apoyar para que logren una producción de 15 millones de sacos y no de 13,2 millones como se tenía previsto por el Niño. El apoyo es para asegurar que haya suficiente mano de obra para recoger la cosecha, pues este es el cuello de botella que existe hoy.

Para la industria, estamos trabajando con la ministra en las medidas. Habrá un paquete completo.

Si hay déficit, ¿de dónde saldrá la plata?
La regla de oro en estas iniciativas es que no se aumente el gasto público. En subsidios de vivienda, por ejemplo, la estrategia es que el subsidio sea más grande, pero puede haber menos unidades subsidiadas, porque es la misma plata. Esto es para estimular la demanda más rápido.

En el Congreso se preguntan si el presupuesto del 2017, por $ 224,4 billones, está desfinanciado o es que va a aumentar el déficit.

Está hecho a la medida de las posibilidades, con las proyecciones de ingresos para el año entrante, sin contar con la reforma tributaria y en función de cumplir nuestra meta de déficit fiscal. Tenemos una regla fiscal que nos exige el año entrante reducir el déficit, de 3,9 por ciento del PIB este año a 3,3 por ciento del PIB el año entrante. La reducción es de aproximadamente 5,4 billones de pesos. Esto nos ha obligado a reducir el presupuesto de inversión en casi 4 billones de pesos. Por eso es que los sectores han visto un recorte grande, pero es necesario.

¿Cómo aplicar una reforma tributaria en medio de una desaceleración?
La economía hay que pensarla en términos de lo que es fundamental para tener buenos resultados. Hay cosas importantes, pero otras son indispensables. Una de ellas es la confianza. Si no hay sostenibilidad fiscal, no hay confianza. Lo primero es asegurar esa sostenibilidad fiscal.

El país perdió toda su renta petrolera. Eso es algo que a futuro no vamos a reponer fácilmente.


Pero tenemos que asegurar que se mantengan todos los programas del Gobierno que son fundamentales para que las personas salgan de la pobreza: Familias en Acción, Colombia Mayor, Primera Infancia. Todo eso es lo que justifica esta reforma.

Fuente: Portafolio

Familias colombianas, las más endeudadas de la región

Un estudio realizado por la compañía experta en comportamiento del consumidor, Kantar Worldpanel, reveló que en 67% de las familias colombianas hay al menos una persona con mínimo una deuda que adquirieron, en su mayoría, para pagos de educación (17,8%), compra de electrodomésticos (16,2%) o adquisición de vivienda propia (13,9%). 

Este indicador no solo sobrepasa el porcentaje promedio de América Latina (55%), sino que también resulta ser el alto comparado con los países de la región.

Según el director comercial de la firma que llevó a cabo la investigación, Jaime García, aún cuando el nivel de endeudamiento de los colombianos sigue siendo significativamente alto, es importante rescatar que también fue el único país que disminuyó el porcentaje con respecto a 2015, cuando el índice fue 5% mayor, e inclusive con el de 2013, año en el que llegó a 69%.

“La disminución del nivel de endeudamiento de los colombianos llegó también con un cambio de distribución de los gastos. Ahora, por ejemplo, las personas están destinando menos cantidad de sus ingresos para la recreación (...) Por supuesto que esto tiene mucho que ver con la desaceleración del crecimiento de la economía de este año”, afirmó García para LR.

El país que sigue en el listado es Ecuador, en donde 66% de los hogares se encuentran endeudados y destinan hasta 40% de sus ingresos a pagar los créditos que han adquirido. Seguido en el ranking se encuentra Chile, allí, el porcentaje asciende a 64%.

Pero según las cifras de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras de ese país, el valor total de la deuda de sus ciudadanos con entidades financieras asciende a US$132.066 millones, muy por encima de la cifra que publicó el Banco de La República sobre Colombia de US$56.137 millones. Lo anterior, sin embargo, no implica que una mayor cantidad de chilenos tengan deudas, sino que el valor que pagan por ellas es más elevado al que pagan los colombianos por el mismo concepto.

Aunque García dijo que esta cifra no era del todo negativa para las economías regionales, ya que demuestran a su vez que el consumo interno está creciendo y, por ende, hay una buena dinámica de los mercados locales, sí es cierto que tampoco son datos muy positivos porque implican, muchas veces, que los sueldos de las personas no están alcanzando para poder cubrir las necesidades que tienen y deben endeudarse para poder acarrearlos.

Así lo dijo para este diario el experto en finanzas y profesor de administración de la Universidad del Rosario, Édgar Villamizar, quién además aseguró que, en Colombia, las altas tasas de interés están muy relacionadas con la cifra de desempleo que está rozando el techo de 10%.

“Imagínese usted endeudándose para comprar cosas de la canasta familiar. Precisamente eso es lo que está pasando. Usted mira en un supermercado y ve a la gente pagando los productos con tarjeta de crédito y lo más grave es que lo difiere. Eso quiere decir que cuando se come el mercado no ha terminado de pagarlo”, afirmó Villamizar y agregó que esto se vuelve más peligroso porque, en la mayoría de los casos, después no hay ingresos con los cuales soportar ese crédito.

El que menos se endeudó
Al otro extremo de la balanza se encuentra Venezuela, país en donde los niveles de endeudamiento de las familias para 2016 llegaron apenas a 23%. Pero, contraria a la lógica aplicada en los casos anteriormente mencionados, el del país bolivariano no es necesariamente un ejemplo a seguir.

 García dijo que este bajo índice puede responder a que los venezolanos necesitan tener dinero en efectivo disponible para acceder a los productos de primera necesidad cuando estos “aparecen en el mercado” (debido al desabastecimiento), que además resultan ser muy costosos por los altos niveles de la inflación que, según datos oficiales, asciende a 180,9%.

Además, tal como lo dice el subgerente de la firma encuestadora Cifras y Conceptos, “el endeudamiento responde a ciclos de auges y crisis de la economía. Cuando la economía está bien, la gente tiende a endeudarse más”, pero el problema llega cuando las situaciones de crisis azotan a un país, como es el caso de Venezuela, porque las personas no tienen cómo responder a sus obligaciones, que se vuelven impagables.

Disminuye la intención de ahorro en el país
Según el más reciente estudio de la firma Kantar Worldpanel, el porcentaje de hogares colombianos que tiene como prioridad ahorrar una parte de sus ingresos disminuyó 4,3%, al pasar de 87,3% en 2015 a 83% este año. Una de las razones por las que los expertos piensan que esto sucede es el alza del índice de la inflación que no les permite a las familias ahorrar una parte de su sueldo porque deben pagar más por los productos. De los que sí ahorran, la mayoría (28,5%) afirmó destinarían máximo 5% de sus ingresos para ahorros.

Fuente: La República

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