miércoles, 7 de septiembre de 2016

Septiembre 07 de 2016

CIERRE MERCADO ACCIONARIO LOCAL
Índice COLCAP cierra con apreciación del 0,35%

El Índice de capitalización de la Bolsa de Colombia (COLCAP) cerró el martes en 1.402,83 unidades, con un aumento del 0,35% frente a la jornada anterior.

En lo corrido del año el indicador bursátil registra una variación positiva del 21,59%. En cuanto al índice de liquidez COLSC, éste bajó 0,57% a 992,07 unidades, y el COLIR subió 0,39% a 887,77 unidades. Ayer se negociaron $134.283,11 millones en 3.231 operaciones.

La especie con el volumen más alto de negociación fue PFBCOLOM, con $28.639,30 millones (variación negativa en su precio del 0,07% a $29.760,00). También se destacaron en este aspecto, BCOLOMBIA ($17.296,08 millones, con cambio negativo en su precio del 0,44% a $27.320,00) junto con ECOPETROL ($9.243,90 millones, con cambio negativo en su precio del 0,37% a $1.340,00).

Por su parte, PFVILLAS logró el ascenso más importante durante la sesión. El precio de este título creció un 5,63%, con cierre de $6.000,00. También se destacó por su apreciación; ODINSA, cuyo precio creció un 3,33% a $8.680,00; y CLH, que ascendió un 3,05% a $14.180,00.

Entre los títulos con mayor descenso en la jornada el más importante fue CNEC, con una variación negativa del 1,96% a $9.500,00. También se presentó depreciación en: MINEROS (con una variación negativa de 1,49% a $2.315,00) y PFCEMARGOS (con una variación negativa de 1,07% a $11.100,00).

Fuente: BVC

Dólar cerró a la baja: perdió 70 pesos y se negoció en $2.887

Luego del feriado del lunes en EE. UU., el precio del dólar cayó en Colombia. Índice Colcap cerró en 1.402,83 unidades. 

Al cierre de la jornada de este martes, el dólar registró un precio promedio de $2.887,57, lo que le significó una depreciación de $70,22 frente al promedio anterior. 


La moneda marcó un precio máximo de $2.935,00, un mínimo de $2.863 y un cierre de $2.868. En la sesión se negociaron 1.211,98 millones de dólares en 2.241 operaciones. La volatilidad en el precio de la moneda fue de $72.


Por su parte, el peso colombiano subió este martes 2,16%. En la jornada anterior, la moneda se había apreciado 0,27%. En lo que va de 2016, el peso ha subido 10,68%, según informó este martes el Banco de la República. 

Fuente: Portafolio
  
La reforma tributaria debe tener en cuenta las necesidades económicas para el posconflicto”

Con más de 18 socios, 170 abogados, 15 áreas de práctica e ingresos por $97.852 millones, Brigard & Urrutia se consolida como el bufete más grande en un mercado que mueve más de $1 billón al año.

Pese a que la tendencia es la alianza con firmas internacionales, se mantienen independientes desde una operación local pero con visión internacional. Carlos Urrutia, socio de Brigard & Urrutia, habló entre otras cosas, sobre la tributaria y afirmó que “debe tener en cuenta las necesidades económicas del posconflicto”.

¿Cómo define el sector legal nacional?
Es un mercado muy dinámico y reconocido a nivel internacional por la excelencia de las firmas colombianas. Hoy día los bufetes locales tienen una reputación muy alta y ello debe ser motivo para proyectarlas internacionalmente y para que aparezcan nuevos jugadores.

Hay una tendencia por lograr alianzas con firmas internacionales, ¿por qué sin estar en esa tónica se consolidan como el primer bufete del país?
Tenemos una larga tradición de pertenecer a las redes internacionales de abogados más importantes y eso nos da un alcance internacional que otras firmas lo consiguen haciendo fusiones. En concreto, hemos decidido mantenernos independientes, con visión internacional, actuando localmente.

La operación legal está muy centralizada en Bogotá, ¿han pensado en ir a otras ciudades?

Sí, estamos evaluando adónde llegar primero.


¿Cuáles son las  áreas de práctica más dinámicas?
Fusiones y adquisiciones, ya que pese al momento económico hay mucho interés en Colombia por parte de los inversionistas extranjeros. La práctica de impuestos también es muy importante, toda vez que se nos viene la reforma tributaria. No se queda atrás litigios y arbitraje, ya que es un momento importante porque las normas de procedimiento han cambiado y hay muchas expectativas para que los procesos civiles se agilicen. Y por último, infraestructura y servicios  públicos.

Hay una desbandada de demandas contra los gobiernos: Colombia ya inició su primer arbitraje grande con Glencore, ¿a qué se debe?
Ha habido varios arbitrajes de inversión que han sido anunciados en la Ciadi. De todas formas, aunque vienen varios pleitos por cambios en las reglas de juego, también vienen etapas de conversaciones y acuerdos entre inversionistas y el Estado, ojalá que se resuelvan antes de llegar a tribunales.

Colombia es la primera vez que afronta este tipo de problemas, producto de las dificultades que han surgido en los últimos cinco años como resultado de temas legislativos, de comunidades y de licencias ambientales.

¿El Gobierno está preparado para afrontar estos procesos?
Sí. Lo veo preparado, ha contratado a abogados de primer nivel, que con toda seguridad defenderán las causas con la competencia adecuada. Hay que recordar que estos procesos tienen reclamaciones cuantiosas y hay que defenderlas con rigor.

En reforma tributaria, ¿qué le gusta y qué le cambiaría?
Lo que he escuchado decir es que uno de los objetivos es ajustar las tarifas de tributación de las empresas para volver a construir un ambiente competitivo a nivel nacional. Específicamente  que el régimen tributario colombiano  recupere la competitividad que pudo haber perdido cuando se aumentaron las tarifas en 2014.

Falta ver cómo viene el proyecto de ley pero ese punto es fundamental. Me parece acertado ajustar las tarifas de las empresas ya que quedaron muy altas y eso ha alejado la inversión. En consecuencia ahora que haremos la paz, Colombia necesita esa inversión privada externa y que inversionistas locales crean en el país e inviertan. El sector privado tiene un gran compromiso con la paz y el esfuerzo no debe ser solo estatal. La tributaria debe tener en cuenta las necesidades  económicas para el posconflicto. También se ha anunciado que es una reforma integral y eso es importante, ya que busca corregir problemas para llegar a una estructura tributaria competitiva.

Fuente: La República 

Aunque Aéropostale y GAP se fueron del país, ahora llegan Decathlon, H&M, Replay y más...

Al menos 13 reconocidas marcas han expresado su intención de entrar al país o de reforzar sus proyectos de expansión en el mercado nacional.

La coyuntura compleja que pasa el comercio y la salida del país de marcas como Aéropostale y GAP no le han cerrado las puertas a Colombia como destino de inversión de cadenas internacionales de ropa, comida y belleza que debutan o se expanden.

El análisis lo hace la Asociación de Centros Comerciales de Colombia, Acecolombia, al hacer una relación de las novedades que tendrán los consumidores colombianos en materia de marcas extranjeras en el corto y mediano plazo.

Una de las mayores expectativas tiene que ver con Decathlon, la cadena francesa reconocida por sus grandes superficies con oferta de ropa deportiva.

El primer local está programado para los primeros meses del año entrante, con una tienda de 3.000 metros cuadrados, en el norte de Bogotá.

En la capital tiene planes de abrir dos locales más. Igualmente, proyecta otro en Medellín, según lo que se ha conocido hasta el momento.

Otra que está próxima a desembarcar es H&M para el primer trimestre del año entrante.
 

La primera tienda de 63.500 metros cuadrados estará en el centro comercial Parque La Colina. 

La marca sueca espera abrir por lo menos 10 puntos en el país en los años que vienen. Tiene previsto que cuatro o cinco se instalarían en la capital y el resto en ciudades como Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga.

La italiana Replay es otra marca de ropa que llegará al país con socios locales para abrir tiendas en centros comerciales. Su especialidad es el denim.

Se espera que desde el primer trimestre del 2017 llegue a Brasil, Argentina y Colombia.

9noventay9 es una tienda de moda de España que basa su oferta en productos económicos en tres denominaciones únicas de precios: 9,99, 19,9 y 29,99, según explica el reporte de Acecolombia.

Hoy por hoy, está en negociaciones con un socio local con el fin de que antes de que termine el año llegue a Colombia.

Acecolombia, gremio de los centros comerciales, también menciona la llegada de La Cure Gourmande, una marca especializada en galletas y dulces tradicionales del sur de Francia. Opera 60 tiendas en una docena de países. 

Su modelo de expansión es por franquicias.

La entrada a Latinoamérica la empieza por Colombia, más exactamente en Cartagena. Luego irá a Guadalajara, México. 

Por su parte, la cadena argentina de helados Freddo evalúa el ingreso al mercado colombiano. 

Su expansión por franquicias le ha permitido tener 128 locales en Argentina, 34 en Brasil y otros 19 en Uruguay.
 

Con menor número de establecimientos también tiene presencia en Paraguay, Chile y Bolivia.

La compañía expresa su interés en el mercado local, al señalar que, en medio del auge del helado artesanal en Colombia, todavía hay mercado por conquistar y un trabajo por hacer con miras a consolidar un jugador líder en ese segmento.

La argentina Petit Crepe es otra cadena nueva en el país del renglón de comida. Es de origen argentino y hace poco ‘debutó’ en Barrancabermeja. Su concepto es de comida rápida saludable y su meta de aquí al 2017 es abrir más establecimientos en Bogotá, Santa Marta, Cartagena y Barranquilla.

EXPANSIÓN EN CAMINO
Baby Cottons, una cadena argentina de ropa infantil, tiene a Colombia como el más reciente destino de inversión con dos puntos en Bogotá, en el Andino y Santafé.Espera abrir tres tiendas, una al año, en las principales ciudades del país. También tiene en sus planes entrar a ciudades emergentes.

Por su parte, Eurekakids, dedicada a la comercialización de juguetes didácticos y educativos para niños hasta los 12 años, llegó en el 2013 y tiene 11 tiendas. 

Ahora sigue en la tarea de expandirse en ciudades con 500.000 habitantes como mínimo.

Otra marca que ha entrado recientemente a Colombia es Di Píu Milano, especializada en accesorios y vestuario. Está en el centro Andino y en Unicentro Cúcuta. La italoespañola tiene en su oferta joyería, bolsos, carteras, gafas, y vestuario.

LA BOTICA, OTRO NEGOCIO
La española La Botica es una marca que llegó en el 2015 a Colombia y tiene un plan de crecimiento para los próximos años. Espera abrir cinco tiendas en año y medio, luego de la apertura del primer establecimiento en Gran Estación.

El reporte de Acecolombia dice que esta marca ibérica planea para el 2017 tener dos tiendas en Bogotá, una en Cali, otra en Medellín y una en Barranquilla. 

Las directivas de la compañía consideran que hay potencial para crecer no solamente en Colombia, sino también en el mercado latinoamericano. Su oferta son productos para cuidado del cuerpo y el hogar.

Fuente: Portafolio 

Nuevo pulso entre Gobierno y comercio por la ley de licores

A ningún sector de la economía le gusta que le suban los impuestos y, en el caso del proyecto de la ley de licores que cursa su tercer debate en el Congreso, ha despertado el malestar de importadores, productores y casi que toda la cadena productiva.

En esta oportunidad, Guillermo Botero, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) considera que la propuesta que lidera el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, podría incrementar desde 10% a 40% el contrabando de licores en el país, lo que llevaría a una crisis del sector, además del incremento del precio de los licores que cuentas de Botero una botella de aguardiente pasaría de $9.000 a $13.000 es decir 44% más. 

Según la agremiación de comerciantes, la actividad ilícita deja una pérdida a la industria colombiana de US$1.391 millones y corresponde, a su vez, a una pérdida fiscal de cerca de US$423 millones.

De acuerdo con el dirigente gremial, la mayor tributación que propone este proyecto no significa necesariamente un mayor recaudo ya que se podría incentivar el mercado del contrabando. “Los colombianos consumen aguardiente y ron en su mayoría. Y hemos visto en el último caso una mayor participación del contrabando y del mercado ilegal” agregó.

Según Botero, la propuesta de ley acabaría con la industria nacional de licores y afectaría el consumo en la población de sectores de bajos y medios ingresos. 

LR conoció también la posición de Julio Eduardo Rueda, gerente de la productora de vinos Buen Vivir, en el que señala que “lo que pretenden los importadores de vino es defender la legalidad del negocio, evitar la fácil adulteración del mismo, mantener un nivel de precios acorde a la tasa de cambio, apoyar el crecimiento de la cultura gastronómica creciente, proteger los volúmenes de consumo de la categoría y generar, como es lógico, utilidades razonables en el negocio”. Sin embargo, un ejercicio sobre la composición actual de los precios de los vinos importados llevan a otra mirada sobre el problema que se aborda en el Congreso. 

Resulta que una botella de vino con un precio promedio de $35.000 en una gran superficie (con 20% de descuento, asumido por el importador) le da un margen de ganancia de 27% a la empresa importadora y a la gran superficie uno de 24%. Lo anterior es equivalente a $10.361 y $9.147 respectivamente por cada botella (ver gráfico). De los $35.000 promedio, $9.725 son los costos de flete y transporte (25%) mientras que los costos logísticos llegan a 14% ($5.250). 

El impuesto para esta botella alcanza 11% que equivale a $4.221. Todo lo anterior, sin reforma. Con la propuesta de reforma, sin alterar el precio final que rige hoy, el margen de utilidad baja a 11% para el importador y 8% para la gran superficie lo que representa una utilidad de $4.178 y $2.964 respectivamente. Y el impuesto, que tenía una participación de 11% pasaría a tener una de 43%.  

El presidente de Fenalco dijo frente a este ejercicio de LR, que el margen debe ser mirado también desde la ganancia que se genera por cuenta de la competencia del mercado. “Si usted mira el margen debe tener en cuenta que las empresas deben salir a pagar nómina, servicios y si le reduce cada vez más el precio y su utilidad pues termina haciendo nada”, agregó. 

Sobre la premisa que viene manejado Fenalco del incremento del contrabando a causa de la ley de licores, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas señaló que “el proyecto de ley no incentiva de ninguna manera la actividad del contrabando. Vamos a tener más controles y es una apreciación que no le vemos sustento. Nuestra apuesta es tener una tributación homogénea y que respeta los parámetros internacionales para que se fortalezcan los recursos para la salud y el consumo”. 

El jefe de la cartera de Hacienda agregó que “los países han venido incrementando la tributación tanto a los licores como a las bebidas azucaradas y han incrementado los controles para mejorar el bienestar de la población y eso no ha llevado a un incremento del contrabando”. 

No hay que olvidar que en la reforma tributaria que se plantea presentar en octubre, se estima también el incremento del IVA y el impuesto al consumo. El primero pasaría de 16% a 19% y el segundo de 8% al 11%. Por ahora la discusión sigue en el legislativo y será otro de los temas que se suman al pleito que tiene Mincomercio con la Unión Europea también en bebidas alcohólicas.

Minhacienda no descarta nuevas emisiones de TES
El ministro Mauricio Cárdenas manifestó que la tasa de los TES terminaron este martes en su nivel más bajo de este año a 6,91% por cuenta de los datos de inflación revelados el lunes por el Dane. El jefe de la cartera de Hacienda indicó que no ha descartado ninguna posibilidad de utilizar el nuevo cupo de $8 billones que recientemente amplio. Finalmente, el funcionario considera que es prematuro pensar en una disminución de tasas de interés por parte del Banco de la República. 

Fuente: La República

Los cuatro líos que afronta Ecopetrol

Problemas con las comunidades en Caquetá, Putumayo y Nariño y una amenaza de huelga del sindicato de la USO tienen a la petrolera en ascuas.

Además de los bajos precios del petróleo en los mercados internacionales y el menor ritmo de producción, la estatal petrolera Ecopetrol ha tenido que sortear en las últimas semanas varios obstáculos en diversas regiones del país, así como una amenaza de huelga que afectaría sus operaciones.

Uno de los hechos más graves es el que se ha registrado en el municipio de Paujil, en Caquetá, donde tanto la comunidad como grupos que no han sido plenamente identificados han protestado contra una posible exploración y explotación petrolera en la zona.


Las manifestaciones de rechazo fueron en aumento, al punto de que pusieron en aprietos el trabajo realizado por la contratista Petroseismic, encargada de hacer trabajos de sísmica para Ecopetrol con el fin de detectar si hay posibilidad de hallar petróleo en un área determinada.

En días pasados varias personas incendiaron una vivienda donde se guardaban equipos de la petrolera y lanzaron amenazas para que la compañía suspenda sus actividades.

La comunidad protesta porque considera que la actividad petrolera afectará el medio ambiente, los acuíferos de la región y acabará con la vocación agrícola del departamento.


La situación llevó al presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, a reunirse con representantes y autoridades de Paujil con el fin de despejar dudas sobre el impacto que una posible actividad exploratoria tendrá en la región. Invitó a los dirigentes a viajar a Barrancabermeja, donde la petrolera lleva décadas de producción sin que se hayan secado los acuíferos.

Pero hasta el momento la oposición a la llegada e instalación de petroleras sigue creciendo.

A este tropiezo se sumó el anuncio de la Unión Sindical Obrera (USO), el principal sindicato de la petrolera, en el sentido de que está dispuesto a irse a huelga después de la votación del plebiscito, por desmejoras en las condiciones laborales y la privatización de varias de las actividades de la petrolera.

La USO sostiene que la empresa ha incumplido los acuerdos de la convención colectiva, ha bajado los sueldos a los contratistas, ha realizado cambios en el sistema de salud y va a poner en venta empresas que son rentables. Hablan de la venta de Propilco, del aplazamiento del plan maestro de la refinería de Cartagena y la posible privatización de Cenit, que maneja la extensa red de oleoductos.

Sin embargo, para Ecopetrol este anuncio es muy sorpresivo si se tiene en cuenta que la convención colectiva va hasta el 2018 y que en ningún momento se ha incumplido lo acordado. Frente al ajuste, la compañía puso en marcha un drástico apretón en gastos con el fin de hacerles frente a las nuevas realidades del mercado con un precio del barril de petróleo que está por debajo de 50 dólares, la mitad de lo que estaba hace dos años. Pero otros conocedores del tema señalan que detrás de esta amenaza hay otras razones de la USO, relacionadas con el malestar de varios trabajadores que no quieren seguir pagándole el 2 % de su salario.

El tercer lío que pesa sobre la petrolera son las protestas de pobladores en los municipios de Orito, San Miguel, Puerto Caicedo y Puerto Asís, en Putumayo, como consecuencia del paro cocalero de las últimas semanas.

En estos municipios se han presentado bloqueos de vías y el derribo de puentes en cercanías de campos petroleros, lo que está poniendo en juego la producción de 40.000 barriles diarios de crudo.

Y como si fuera poco, en el departamento de Nariño algunos pobladores han frenado la reparación del oleoducto Trasandino, que transporta el petróleo del sur del país y que pasa por Tumaco. Los que protestan están en contra del Servicio Público de Empleo, un mecanismo para la selección de personal en las zonas petroleras.

 El Servicio Público ha sido rechazado en muchas regiones petroleras por parte de Juntas de Acción Comunal y otras organizaciones que quieren presionar a Ecopetrol para que contraten el personal que ellos quieren imponer. En las regiones se habla de que estas organizaciones les cobran un porcentaje del salario a los trabajadores por buscarles empleo. Cuatro frentes delicados por atender.

Fuente: Semana

Hay dudas del proceso de paz, es claro que se necesita, pero hay que ver su costo”

Al ir a un centro comercial usted fácilmente puede reconocer marcas como Mango, Chevignon, Esprit, Mothercare, American Eagle, Rifle, Naf Naf o Americanino, pero es probable que conozca muy poco sobre el Grupo Uribe, la empresa que tiene a cargo la representación, producción y comercialización en Colombia y el Caribe de estas grandes figuras de la moda.

Lo poco que se sabe sobre este imperio del sector textil, que se ha manejado muy discretamente, es que su creador fue Jhon Uribe Escobar, quien fundó la compañía Jhon Uribe e Hijos en 1907. Luego, le entregó el negocio a su hijo, Gilberto Uribe Echavarría, quien desarrolló el modelo de licencias y franquicias con estas marcas.

Después de Uribe Echavarría llegó el turno de  Carlos Gilberto Uribe,  quien es parte de la tercera generación de la familia, y hoy día está encargado del grupo.  Él ahora tiene el reto de sacar adelante el legado en tiempos de paz y de incertidumbre económica. El empresario salió de su habitual discreción y habló con LR sobre cómo la industria podría responder a esta nueva realidad del país.

Se vienen dos grandes pruebas para las empresas: el proceso de paz y la reforma tributaria. ¿Qué espera de cada una?
Yo no creo que el efecto paz  vaya a afectar ni positiva ni negativamente a las empresas a corto o a mediano plazo, simplemente el impacto del proceso de paz ya se había logrado directamente desde el 2012, o estaba presente. Hoy en día el efecto del proceso de paz no se va a lograr de forma completa, de todas maneras en la parte económica inciden factores como los intereses altos que están afectando el crédito y la actividad en general.

En ese sentido, ¿le preocupa más la reforma tributaria que el acuerdo?
La gente todavía tiene mucha expectativa de la futura reforma tributaria, porque no se sabe cuántos impuestos va a traer, entonces finalmente puede afectar negativamente la situación del comercio y de la actividad manufacturera. Sin embargo, en  el mediano plazo puede que sea positivo porque, en definitiva, se necesita la reforma.

¿Cuál cree que es el papel de los empresarios en el proceso de paz?
Habrá que esperar las propuestas y de resto aceptar que el proceso es un hecho inevitable y que ya estamos en él, yo  pensaría que hay que aceptarlo como es. Hay dudas del proceso de paz, es claro que se necesita pero hay que esperar a ver cuál será el costo que deje.

¿Cómo ve la propuesta de que en el marco del proceso de paz se revisen las empresas que podrían haber apoyado a las Farc?
Hay muchos puntos en el proceso de paz que apenas se están conociendo, como es el caso de las 57 empresas que van a ser investigadas, las 31 emisoras a las que van a tener acceso las Farc, pero habrá que ver el desarrollo de las propuestas y qué va pasando.

¿Qué opina de las tasas de interés del Banco de la República?
Las tasas de interés, por ejemplo, en el sector de construcción, tiene tasas de crédito de cerca del 14,5% o 15%, eso son seis puntos más de lo que existía hace un año. Entonces eso sí impacta negativamente no solo a esta, sino a cualquier tipo de actividad económica.

¿Qué efecto ha tenido la devaluación del peso para el Grupo Uribe?
La devaluación es positiva aunque le toca a uno importar más alto, pero a medida que va pasando el tiempo uno se prepara más para obtener producciones nacionales. Lo que considero es que va a haber un efecto positivo a mediano plazo porque hoy en día en el campo de la confección no hay mucha oferta disponible.

Mientras la industria nacional se prepara para la coyuntura, se demora uno o dos años. Se necesita contar con mano de obra capacitada y maquinaria, lo cual toma tiempo, pero será positivo.

Fuente: La República

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