jueves, 9 de junio de 2016

Junio 09 de 2016


CIERRE MERCADO ACCIONARIO LOCAL
Índice COLCAP cierra con apreciación del 1,34%

El Índice de capitalización de la Bolsa de Colombia (COLCAP) cerró el miércoles en 1.333,46 unidades, con un aumento del 1,34% frente a la jornada anterior.

En lo corrido del año el indicador bursátil registra una variación positiva del 15,58%. En cuanto al índice de liquidez COLSC, éste subió 0,37% a 1.020,96 unidades, y el COLIR subió 1,34% a 847,02 unidades. Ayer se negociaron $145.161,94 millones en 3.363 operaciones.

La especie con el volumen más alto de negociación fue PFBCOLOM, con $24.162,39 millones (variación positiva en su precio del 3,10% a $25.980,00). También se destacaron en este aspecto, ECOPETROL ($22.724,88 millones, con cambio positivo en su precio del 2,11% a $1.450,00) junto con CLH ($14.311,18 millones, con cambio positivo en su precio del 0,31% a $12.740,00).

Por su parte, CNEC logró el ascenso más importante durante la sesión. El precio de este título creció un 3,54%, con cierre de $10.540,00. También se destacó por su apreciación; GRUPOARGOS, cuyo precio creció un 3,31% a $18.700,00; y PFBCOLOM, que ascendió un 3,10% a $25.980,00.

Entre los títulos con mayor descenso en la jornada el más importante fue CORFICOLCF, con una variación negativa del 1,75% a $38.160,00. También se presentó depreciación en: CELSIA (con una variación negativa de 0,90% a $3.840,00) y PFCARPAK (con una variación negativa de 0,83% a $3.000,00).

Fuente: BVC.

Petróleo a 50 dólares, un alivio para las finanzas estatales

Gobierno revisó a la baja los precios frente a sus diferentes presupuestos. En su plan financiero lo rebajó desde los 50 hasta los 35 dólares.

Los precios del petróleo se han desplomado cerca de un 70 por ciento desde mediados de 2014.

Buenas noticias está recibiendo el sector petrolero con la subida del valor del crudo de las últimas semanas, que ya llevó los precios a 51,23 dólares el barril de WTI y a 52,46 el del Brent, de referencia para el país. 

Esto no solamente beneficia las cuentas de las petroleras a nivel individual, sino que impacta los balances fiscales de los gobiernos nacionales, que reciben de la renta petrolera buena parte de sus ingresos.

En el caso colombiano, el Gobierno Nacional recibió de la industria petrolera en la última década más de 200 billones de pesos por concepto de regalías, dividendos e impuestos, a la vez que representaba el 50 por ciento del valor total de las exportaciones.

Para este año, el presupuesto de regalías tuvo que ser ajustado, pues para el bienio 2015-2016 el cálculo se realizó con un barril de petróleo a 85 dólares, por lo que a comienzos de este año el Gobierno le realizó un recorte de cerca de un 30 por ciento, ubicando el barril todavía a niveles de 60 dólares.

Una fuente del Gobierno reveló que para el plan de recursos 2017-2026, el precio del petróleo ya fue ajustado a un promedio de 50 dólares el barril, más acorde con el actual valor. 

Otra fuente del Ministerio de Hacienda manifestó que en el marco fiscal de mediano plazo para este año, se ubicó el barril en 41 dólares.

Por su parte, el plan financiero para el 2016 reportó su estimación de precio del crudo con una baja desde los 50 hasta los 35 dólares el barril, como promedio anual.

Hay que tener en cuenta que el crudo colombiano, por sus características, está entre 10 y 12 dólares por debajo del precio internacional, lo que quiere decir que en estos momentos el país recibiría 40 dólares en promedio por barril.

El precio promedio del Brent para el primer trimestre del año fue de 35,23 dólares el barril, mientras que en lo corrido del segundo trimestre ya llegó a 46,12 dólares.

El otro problema al que se enfrenta la industria en el país, es la baja en la producción durante este año por fallos judiciales y pozos que se dejaron de explotar por situaciones económicas, lo que ocasionó, un descenso de siete por ciento en los primeros cuatro meses del año.

Así mismo, las regalías durante el 2015 disminuyeron 31,3 por ciento (2,4 billones de pesos) con respecto al 2014, principalmente por la baja de los precios del petróleo, mientras que durante el primer trimestre de este año registraron apenas 626 mil millones de pesos, casi un 50 por ciento menos de mantenerse la tendencia durante el año. 

En exportaciones la caída ha sido dramática, pues el valor descendió 49,6 por ciento, desde 5.214 millones de dólares a 2.628 millones, en los primeros cuatro meses de este año. 

Un analista del sector explica que el aumento del precio le da tranquilidad a una industria que estaba muy preocupada en febrero porque no veía cómo subiría el precio hasta los 50 dólares nuevamente en el mediano plazo.

“Ya se sienten más tranquilos para reactivar su estructura de inversiones en hidrocarburos, y más cuando las diferentes agencias internacionales creen que el precio para el 2017 y 2018 se mantendrá por encima de los 50 dólares el barril”, subraya. 

Para el exministro de Hacienda Roberto Junguito un precio promedio superior al calculado tanto por el Gobierno como por el FMI, permitirá que el crecimiento y los ajustes en las cuentas nacionales sean mejores si se los compara con las proyecciones.

“De mantenerse el precio del petróleo por el orden de los 50 dólares, posiblemente nos acerquemos a un crecimiento de cuatro por ciento en 2018 y la reducción de los déficits de la cuenta corriente y fiscal sea mayor a la proyectada por el organismo multilateral”, puntualiza Junguito.

Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores (Analdex), no espera que con el petróleo a 50 dólares por barril se logren llevar las exportaciones a positivo, sin embargo, reconoce que la caída de estas puede ser menor.

Añade que de continuar con esta tendencia podría ocurrir que las exportaciones se ubicaran el próximo año en números negros, ya que el principal problema ha sido la bajada en el precio y, con un petróleo más caro, este mejorará sustancialmente.

Las proyecciones del Fondo Monetario Internacional para Colombia, a 2018, indicaban que el precio promedio sería cercano a los 45 dólares, con lo cual lograría ajustar un crecimiento de 3,7 por ciento.

Fuente: Portafolio.

El dólar en niveles de $2.900, un aliado para las vacaciones de mitad de año

El dólar continúa con su tendencia bajista. En la sesión de ayer perdió $45,68 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que era de $2.950,95, lo que quiere decir que el precio promedio de la divisa estadounidense fue de $2.905,27. De acuerdo con los analistas consultados por LR, es un momento oportuno para comprar dólares, así que, si piensa viajar al exterior en las próximas vacaciones, este precio puede ser su aliado.

De acuerdo con la plataforma de negociación Set FX, el precio de apertura fue de $2.909,7, mientras que el cierre, después de la una de la tarde, fue de $2.924,5.

Por otra parte, el precio máximo que alcanzó este tipo de cambio fue de $2.929,75, mientras que el mínimo en que se negoció fue de $2.885. Al final de la sesión, se habían negociado US$1.353  millones en 2.392 operaciones.

Para Agustín Vera, director de estrategias cuantitativas de Global Securities, el dólar continuará perdiendo terreno contra el peso colombiano. “Las bajas probabilidades de un incremento de tasas por parte de la Reserva Federal a corto plazo, sumado a un mejor desempeño del petróleo, podrían animar la valoración del peso frente al dólar en línea con la gran mayoría de monedas a nivel global”.

Y añadió que “a corto plazo, para los que planeen viajar en estas vacaciones, esta semana sería ideal para acercarse a las casas de cambio y comprar sus divisas”.

A su turno, Felipe Pinzón, jefe de investigaciones económicas de Profesionales de Bolsa, señaló que el público en general puede aprovechar la coyuntura actual de un dólar más barato para realizar transacciones que no hayan podido llevar a cabo por la apreciación tan alta que había esta moneda hasta hace unos meses.

No obstante, el analista recomienda que “si el inversionista puede esperar para realizar dichas operaciones, es mejor que lo haga, ya que la tendencia actual del dólar es a la baja y podría perfectamente alcanzar los $2.800 en dos semanas, ya que este es el nivel que debería tener en relación con el precio del petróleo, y hay que saber que a partir de esta semana, el dólar se volvió a correlacionar con este activo”.
Y es que ayer a las 3:15 p.m., el precio del barril de WTI se ubicaba en US$51,37, lo que significaba un aumento de 2,01% y el valor del barril del Brent era de US$52,58, lo que representaba una variación positiva de 2,22%.

De acuerdo con Pinzón, la tendencia del dólar es bajista también por el alza que mantendría el precio del petróleo debido a los ataques a la infraestructura petrolera en Nigeria, la debilidad del dólar que incentiva la demanda por materias primas, las mayores importaciones de crudo en China y la continuación de menores inventarios de crudo en Estados Unidos. Además, están las monetizaciones que aún hacen falta por parte del Gobierno, que serían al menos de US$2.000 millones.

Así las cosas, si se mantienen las condiciones actuales del mercado, el dólar continuará en descenso las próximas semanas, pero sin saber qué hará la Fed, sería pertinente aprovechar este momento.

Una moneda favorable para los importadores

Según Paula García, analista de AdCap “con la caída de más de $200 en esta semana, consideramos que es un buen nivel para comprar dólares. Sin embargo, creemos que va a seguir cayendo, incluso va a llegar a $2.805. Si las condiciones del mercado siguen igual, podría alcanzarse este precio en semana y media”. Por lo que los miles de colombianos que viven de las importaciones podrían aprovechar esta coyuntura, ya que es uno de los sectores que más se ha visto impactado. Recordemos que el año inició en niveles de $3.300, por lo que las importaciones se han reducido considerablemente, así que es un buen momento para los importadores.

Fuente: La República.

Devaluación y commodities, las razones de despidos

La cuenta de cobro que le pasó la desaceleración económica de 2015 a las empresas con presencia nacional también incluyó un rubro importante: la nómina. La devaluación y el costo de las materias primas fueron las principales causas de los despidos en sectores como el energético y el de consumo masivo.

Esto, teniendo en cuenta información de un estudio de 2015 de la consultora Lee Hecht Harrison, en el que, de las 369 empresas con las que trabaja, cerca de 80% contrataron consultoría para planificar reestructuraciones y servicios de ‘outplacement’ (reubicación laboral). 

“Lo hacen porque las empresas necesitan ajustar su estructura al momento que está viviendo el mercado. Las compañías buscan tener un manejo adecuado de los trabajadores, en el que se diseñan paquetes de retiro para las personas que se van de las organizaciones, con el fin de ayudarles”, comentó John Badel, gerente de Lee Hecht Harrison en Colombia.

Dicha ayuda, comentó el ejecutivo, se basa en tres estrategias: darles los recursos económicos para solventar la transición; cobertura de gastos de seguridad social, que puede ser una bonificación para que las personas sigan pagando estas cotizaciones; y apoyo para que, mediante programas de transición, encuentren un nuevo trabajo o continúen su vida laboral de forma independiente”.

Los mayores descensos en personal se vieron en el sector energético, con 19% de participación; luego sigue el nicho de consumo masivo, con una intervención de 18%; y en el tercer puesto está alimentos y bebidas, con 16%.

 “En el sector mineroenergético la situación se entiende debido a los problemas de regulación que está teniendo este mercado. La legislación actual todavía es muy incipiente, los inversionistas llegaron con unas condiciones al negocio local y ahora están con otras diferentes”, mencionó Santiago Roldán Zuluaga, especialista en mercadeo.

Sumándose a esta posición está el costo de las materias primas, cuyas fluctuaciones han  hecho que empresas como  Ecopetrol, Pacific Rubiales, Equion, Cerrejón y proveedoras de servicios petroleros, como mencionó el gerente de Lee Hecht Harrison, aunque no necesariamente hayan trabajado con él, hayan tenido que hacer ajustes de personal.

Frente al consumo masivo y al segmento de alimentos y bebidas, Badel indicó que se debe a que en estos negocios “hay muchos productos que comercializan firmas inmersas en estos sectores que son importados o que requieren de insumos extranjeros para ser fabricados, artículos que fueron golpeados por el precio de dólar. Entonces, estas organizaciones tuvieron que ajustarse para poderse mantenerse competitivas”.

No obstante, el especialista Roldán agregó que en estos negocios también hay un factor clave: “se están tercerizando funciones de las compañías, el personal de ventas y aquel de servicios generales, por ejemplo. Los esquemas contables y financieros e incluso procesos neurálgicos como la facturación también ven este fenómeno”.

Continuando con los sectores están el farmacéutico, con una participación de 12%; el financiero, que tiene una intervención de 6%; y el de servicios, con 5%. A la lista se suman los sectores agroindustrial (que tiene 5%), tecnología (con una intervención de 4%) e industrial, (que también alcanza 4%). 

El recorte de nómina no es la única acción que emprenden las empresas en época de crisis, “las compañías toman varias iniciativas en un momento de reestructuración. Trabajan en temas de eficiencia en costos y gastos, frenan a veces algunos temas de innovación que tenían entre sus planes y revisan sus procesos para lograr una mayor efectividad”, añadió el gerente de la firma que hizo el estudio. 

Entre las empresas que hicieron reestructuración a nivel local se encuentran Coca-Cola, Nokia, Abbott y Hewlett Packard. Además, vale agregar que estos procesos también se llevan a cabo cuando hay fusiones de compañías o adquisiciones y cuando las organizaciones atraviesan un proceso de cierre, como el caso de la planta de Mondelēz International en Cali.

¿Cuánto tiempo tarda la reubicación?

Citando el estudio de Lee Hecht Harrison, los tiempos de ubicación varían entre cero y 10 meses. Para el caso de ejecutivos de un nivel alto, 53% de ellos se ubicó entre cero y tres meses; 36% entre cuatro y seis meses, y 11% entre siete y nueve meses. Por el lado de los que tienen cargos de gerencia media el panorama es similar: 75% tardó entre cero y tres meses; 18% entre cuatro y seis meses y 5% entre siete y nueve meses. 70% de las personas con nivel profesional se reubicó entre cero y tres meses. 

Fuente: La República.


‘Colombia va mejor que otros países, pese a choques externos’

Alejandro Werner, del FMI, dice que al cotejar el proceso de ajuste de la economía local con naciones similares, su posición es favorable.

Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional.

Como jefe para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), el mexicano Alejandro Werner tiene un punto de mira privilegiado sobre los asuntos de la región.

Invitado como orador al seminario ‘Colombia a los ojos de Wall Street’, que tiene lugar hoy en Bogotá, trae un mensaje de calma sobre la situación de la economía del país.

El funcionario de la entidad multilateral habló en exclusiva con Portafolio.

El reporte del crecimiento de la economía colombiana se ajustó a sus predicciones, ¿cuál es la evaluación que tienen al respecto?

Si se analiza la respuesta de la pérdida de ingresos por exportaciones petroleras de 5 puntos del PIB, uno de los impactos más grandes de la región, vemos que la economía se ajusta de manera sana a este choque con una desaceleración importante, respondiendo a una reducción en el crecimiento de la inversión y el consumo ha mantenido una dinámica buena relativamente. 

A su vez, vemos un fenómeno positivo en la sustitución de importaciones. 

Si nos comparamos, ¿nos va mejor que a otros países latinoamericanos?

La economía de Colombia, con un choque más grande, ha tenido una desaceleración menor que la de Chile. El país pasa por un fenómeno de desaceleración normal, defendiéndose mejor que cualquier otro de América Latina. 

¿Cómo analiza el comportamiento de la inflación?

Este tema claramente nos sorprendió, como lo hicieron los movimientos cambiarios. La depreciación del tipo cambiario tuvo un efecto inflacionario y este fue el caso en Colombia. La preocupación está en que se juntaron varios choques negativos con un grado de permanencia mayor al que se había anticipado y, en ese sentido, este desvío de la inflación por un tiempo prolongado empieza a generar mecanismos de indexación y a afectar las expectativas de mediano plazo. Creemos que la respuesta del Ministerio de Hacienda y del Banco de la República fue la adecuada.

¿Cambia en algo las perspectivas de la economía colombiana el hecho de que los precios del petróleo estén alrededor de los US$ 50?

En el margen ayuda. Desde una perspectiva de primer orden y en periodos largos,  estamos viviendo una nueva etapa de precios bajos y la economía colombiana va a tener que llevar ese ajuste. 

Es mucho más favorable que el precio promedio sea alrededor de los 50 dólares y que a su vez se dé la normalización de política monetaria en Estados Unidos.

¿Qué tan inquietos los tiene el déficit externo del país?

No estamos preocupados desde el punto de vista de que esto es un síntoma de una vulnerabilidad o crisis, pero es un síntoma de un exceso de demanda de la capacidad de producción de la economía que se tiene que corregir en los próximos años. 

Según nuestros pronósticos, estos fenómenos van a ir llevando los déficit en cuenta corriente de alrededor del 6% en cuenta corriente y se irá ajustando al 4 o 5% en los próximos años. 

¿Qué opinión tiene de la reforma tributaria?

Nuestra visión es que para hacerle frente a la caída de los precios del petróleo y cumplir con la meta fiscal de mediano plazo, se debe hacer con un ajuste en impuestos y en crecimiento del gasto. 

Es importante lograr el objetivo recaudatorio y el de eficiencia (en pro de la inversión y productividad).

¿Cómo ven el programa de desarrollo de Infraestructura en Colombia?, ¿El país es un ejemplo particular?

Colombia es particular en el sentido en que logró mantener las fichas del rompecabezas listas en el momento en que lo requería. 

El programa de infraestructura surgió de una necesidad y estuvo preparado para hacerle frente a esta coyuntura. Es un caso poco común en el mundo, pues otros países no se encontraban listos para implementarlos con la velocidad que necesitaban. Vemos que la sincronización de políticas ha sido favorable.

¿Qué mensaje central esperan dejar en esta visita?

Colombia está enfrentando un choque externo de dimensiones muy importantes y a su vez construyó un marco de políticas macroeconómicas para hacerle frente a esta coyuntura, entre la flotación del tipo de cambio, el régimen de metas de inflación y la regla fiscal. 

Esto le está permitiendo transitar por un periodo difícil con un costo menor al que tuvieron otras economías. Eso implica que todavía están pendientes ciertos ajustes, como lo es la reforma tributaria.

Otro mensaje, es que América Latina se ha visto favorecida durante mucho tiempo por el choque externo y esto está cambiando. 

En este sentido, viendo hacia la próxima década, el acelerar el crecimiento económico en
Colombia va a depender más de llevar a cabo reformas estructurales o políticas que incrementen el incentivo a invertir e innovar. 

¿Contrastes de este estilo, como el que ha tenido Colombia son usuales, o cómo los interpreta?

Son usuales, y en nuestro trabajo de analizar 189 países, el fuerte son las comparaciones. Por ejemplo, al cotejar el proceso de ajuste de Colombia con naciones similares vemos que su posición es favorable. Lo mismo pasa si se contrasta con el pasado. 

En el contexto local, analizamos el comportamiento que se tuvo hace cinco años, y en ese sentido hay cierto desencanto por estar viviendo un proceso de ajuste en lugar de una expansión más dinámica, pero lo que se rescata es que es bastante sano y efectivo y que ha minimizado los costos sociales. Esto les impone el reto a las autoridades para que continúe así.

Fuente: Portafolio.


Porvenir recibió la segunda renovación estructural ISO 20.000

La administradora de fondos de pensiones y cesantías Porvenir recibió la segunda renovación estructural en la norma ISO 20.000, otorgada por Bureau Veritas (líder global en ensayo, inspección y certificación). De acuerdo con la compañía, este reconocimiento solo lo tienen 37 compañías en Latinoamérica, de las cuales en Colombia se encuentran siete, siendo Porvenir la única en el contexto nacional que no pertenece al sector de tecnologías de la información.

“Nuestra visión es ser la compañía líder, referente en innovación y servicio, convencidos de la necesidad de continuar mejorando y avanzando para fortalecer la relación con todos nuestros afiliados en el territorio nacional y en el exterior”, afirmó Miguel Largacha Martínez, presidente de Porvenir.

Y añadió que “Porvenir fue objeto de una profunda valoración, por parte de Bureau Veritas, en la gestión de prestación de servicios tecnológicos sobre sus plataformas principales de negocio. El resultado fue muy positivo, subrayando la visión de TI de la entidad y los métodos de trabajo colaborativos. Lo anterior significó la recomendación, por parte del equipo auditor, de preservar por tres años más la certificación ISO 20.000”.

Entre los servicios tecnológicos con los que cuenta Porvenir se encuentra Servifácil Porvenir, una estrategia omnicanal que agrupa diferentes opciones que satisfacen los atributos de facilidad, sencillez, seguridad y rapidez; los tramites  y consultas de los afiliados pueden hacerse a través de herramientas como Porvenir Web; Audio Respuesta Porvenir; Porvenir Móvil, Chat Porvenir, y puntos de Atención Rápida Porvenir, que son módulos de servicio interactivos ubicados en todas las oficinas, donde se pueden obtener certificados y extractos impresos, además de actualizar los datos, sin costo alguno, las 24 horas del día. 

Fuente: La República.


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