martes, 22 de marzo de 2016

Marzo 22 de 2016



CIERRE MERCADO ACCIONARIO LOCAL
Índice COLCAP cierra con apreciación del 1,07%

El Índice de capitalización de la Bolsa de Colombia (COLCAP) cerró el viernes en 1.309,81 unidades, con un aumento del 1,07% frente a la jornada anterior.

En lo corrido del año el indicador bursátil registra una variación positiva del 13,53%. En cuanto al índice de liquidez COLSC, éste bajó 1,44% a 938,28 unidades, y el COLIR subió 1,01% a 828,37 unidades. El viernes se negociaron $377.153,36 millones en 4.135 operaciones.

 La especie con el volumen más alto de negociación fue ECOPETROL, con $43.475,21 millones (variación negativa en su precio del 3,99% a $1.325,00). También se destacaron en este aspecto, GRUPOSURA ($38.950,25 millones, con cambio positivo en su precio del 4,34% a $39.440,00) junto con EXITO ($38.471,60 millones, con cambio positivo en su precio del 1,00% a $16.100,00).

Por su parte, GRUPOARGOS logró el ascenso más importante durante la sesión. El precio de este título creció un 9,45%, con cierre de $19.680,00. También se destacó por su apreciación; CEMARGOS, cuyo precio creció un 4,83% a $11.280,00; y GRUPOSURA, que ascendió un 4,34% a $39.440,00.

Entre los títulos con mayor descenso en la jornada el más importante fue PREC, con una variación negativa del 21,86% a $1.555,00. También se presentó depreciación en: BOGOTA (con una variación negativa de 5,02% a $57.520,00) y VALOREM (con una variación negativa de 4,13% a $441,00).

Fuente: BVC

El ministro que afrontó el apagón de hace 25 años analiza la crisis actual

El exministro Juan Camilo Restrepo, quien no sólo tuvo que manejar el apagón de hace 25 años, sino que también lidió con la crisis económica de 1999, analiza la coyuntura actual. Entrevista.

Si hay alguien que sepa lo que es enfrentar y resolver grandes ‘chicharrones’, ese es el economista y exministro Juan Camilo Restrepo. En su vida pública ya le han correspondido dos grandes crisis: el apagón de 1992 durante el gobierno Gaviria y la gran crisis económica de 1999 con el Gobierno Pastrana.

Ahora al país le están apareciendo grandes dificultades por dos razones: la posibilidad de un racionamiento por cuenta del impacto del Fenómeno de El Niño en el sistema eléctrico y la inminencia de un ajuste en la economía. Por esta razón, Dinero entrevistó a Restrepo, para conocer sus opiniones sobre el escenario problemático que enfrenta la economía colombiana.

A usted le correspondió lidiar con el apagón de 1992. ¿Cómo ve la situación actual del sistema eléctrico?
Aunque el tema es delicado, lo veo mucho menos delicado de lo que fue durante aquella crisis de hace 25 años. Cuando tomé posesión, lo primero que hice fue ir a Antioquia a visitar Guatapé, que es el gran embalse regulador del sistema. La sorpresa fue grande, porque estaba completamente vacío. Eso fue a finales del año 1991, noviembre o diciembre. Luego hubo un consejo de Ministros, yo pedí la palabra y le dije al presidente Gaviria: ‘va a haber que decretar un racionamiento’. El respondió: ‘¡Cómo así! Nadie me había hecho nada’.

¿Y cómo ve la situación ahora?
Estamos como quien va por una carretera muy mala, llena de huecos, destapada y va sin llanta de repuesto. Estamos viajando sin redundancia alguna después de los daños de Guatapé y en Flores. Puede que no pinchemos, pero el riesgo es muy alto.

¿Qué causa la diferencia entre el ahora y el antes?
Ahora el país está mucho mejor preparado, primero regulatoriamente. En ese momento no había una capacidad regulatoria sofisticada ni había un sistema de despachos tecnificado. Entonces, el agua estaba valorada a cero costo; el incentivo era para que el sistema despachara toda el agua y así desembalsaron al país.

¿Cómo vio el papel del Ministro Tomás González?
Manejó las cosas relativamente bien. No sé si se demoró en lo del ahorro, que es lo que le están reprochando. Pero el diagnóstico era el correcto: ahorrar agua y prender las térmicas. Lo que me preocupa es que veo al Gobierno muy jugado con la tesis de que no puede haber racionamiento, que el plan de ahorro de energía tiene que funcionar. Pero tal vez sea mejor que haya una hora de cortes programados que no van a afectar políticamente a nadie.

Otro tema polémico ha sido el proceso de venta de Isagen. ¿Qué piensa al respecto?
A mí me parece que hace parte de todo el desbarajuste fiscal del país. Uno no puede justificar la venta de Isagen, porque necesita recursos para construir unas carreteras. No me convenció mucho eso.

¿Cómo está viendo la situación fiscal?
Si la situación eléctrica es preocupante, porque no tiene llanta de repuesto, me parece que es mucho más preocupante la situación fiscal, porque no es solo que no tenemos llanta de repuesto sino tampoco tenemos caja de herramientas. Y veo muy complicado que nos podamos dar una caja de herramientas oportuna, pues ya está muy demorada, habiendo tomado la decisión de postergar la reforma tributaria para el segundo semestre.

¿Cuál es el problema de esa decisión?
Uno entiende que el Gobierno no haya querido mezclar lo de la paz con lo tributario. Pero la idea que todo lo de la paz, incluido el plebiscito, se iba a tramitar en el primer semestre y reservaba el segundo para el asunto tributario, no se va a dar. Yo no veo al país votando el plebiscito antes del segundo semestre.

¿Y cuál debe ser la propuesta tributaria?
La reforma va a tener que ser –para que den las cuentas– mucho más severa y más dura de lo que se puede haber pensado. Usted coge todas las recomendaciones, las de los expertos, las del BID (que son más duras) y las del FMI, y todos coinciden en cosas que son políticamente muy fuertes: subir el IVA, ampliar la tributación sobre personas naturales, lo de los dividendos. En un año bien convulso, lleno de incertidumbres sobre la paz, con estas votaciones del plebiscito, la gran pregunta que queda es si el Gobierno va a tener el músculo político para tramitar la reforma.

¿Se le acabó el tiempo al Gobierno?
Yo no veo una reforma en el año 2016, francamente. Y si no se aprueba en este año, toda la propuesta sobre tributación directa, llámese patrimonio, renta, corporativo, dividendos, no podría entrar a regir sino hasta 2018; ya muy tarde y en pleno año electoral. Por eso digo que se desaprovechó culposamente el tiempo, hablo específicamente del año 2014, porque lo que se hizo fue distorsionar la tributación empresarial y ahora estamos contra la pared: sin llanta de repuesto fiscal y sin caja de herramientas. De dónde va a sacar el Gobierno músculo político para en el segundo semestre subir el IVA dos o tres puntos y ampliar la base; además, agrandar la base de las personas naturales en renta, bajarles los impuestos a las empresas y pegarle un revolcón de unas dimensiones impensadas a la Dian. ¡Y todo esto en dos meses!

¿El déficit es más grande de lo que ha dicho el Gobierno?
El déficit real es mucho mayor que el que se está revelando. El déficit de 3,6% o 4% que dice Anif es el déficit contra lo presupuestado; pero hay unos gastos gigantescos que no están presupuestados pero hay que hacerlos.

¿Como cuáles?
Todo lo de la paz no se ha contabilizado. Nosotros mandamos a hacer un estudio en el Ministerio de Agricultura sobre cuánto valía el posconflicto en el sector rural, para hacerlo más o menos decorosamente. Fedesarrollo concluyó que, para lograr un posconflicto en el sector rural del estilo de lo que se negoció en La Habana en el punto número uno, hay que invertir platas nuevas –que no están presupuestadas– del orden de un punto del PIB al año. Súmele a eso la noticia que salió según la cual solo el montaje de la justicia transicional vale $2 billones que no hay. Además, ¿quién va a financiar el resarcimiento de las víctimas? Si nos metemos en la paz y el posconflicto, todo eso hay que honrarlo.
¿Qué otro tema hay en los asuntos económicos hoy?
Otra cosa preocupante, de la que no estamos hablando –por el problema eléctrico y todas esas cosas– es la inflación. Eso va muy mal. Yo creo que el Banco de la República va a seguir subiendo sus tasas de interés, pero ya se quitó de la cabeza que esto se mejora en el segundo semestre.

¿El Banco ya se rindió?
Acuérdense cuál fue el primer mensaje hace tres meses cuando empezó a subir las tasas: que en el segundo semestre esto se mejoraba. Ahora nos preguntamos es cuándo vamos a volver a tener una inflación del ‘punto medio de la franja’ en 3%. Este año, como van las cosas, vamos a tener una inflación del orden de 8% o 9%.

¿Cómo ve la situación de Ecopetrol?
A Ecopetrol la exprimieron irresponsablemente vía dividendos. No hay derecho a poner a distribuir 80% de las utilidades, cuando el estándar internacional es 30% o 40%. La endeudaron y la desplumaron en el sentido de las utilidades.

¿Cómo ve a las agencias calificadoras?
Yo creo que, cuando empiecen a ver que aquí no hay una solución pronta a lo fiscal, van a empezar a ser duras y a calificar en tanda. ¿Cuándo? Cuando en el segundo semestre no aparezca la gran reforma estructural que arregle las finanzas públicas. Eso lo van a ver más pronto que tarde. Ya lo han venido anunciando, y ya con cuentos no las pueden manejar.

Fuente: dinero
Las generadoras térmicas amenazan con entregarle las plantas al Gobierno

Piden duplicar el precio de escasez de $302 a $685 el kilovatio. Afirman que no están dispuestos a soportar más pérdidas.

Los operadores de las 12 plantas térmicas que generan con gas y diésel en el país están dispuestos a entregárselas al Gobierno el próximo primero de mayo si el Ejecutivo no ajusta el precio de escasez a más del doble, debido a las millonarias pérdidas que, según ellos, están afrontando en estos momentos.

Esto se debe a que el próximo 28 de abril vence la resolución 178 mediante la cual el Gobierno elevó durante seis meses el precio de escasez desde 302 pesos a 470 pesos el kilovatio para las plantas térmicas que generan con diésel, con el fin de afrontar la parte más fuerte del fenómeno de ‘El Niño’. Las plantas térmicas están generando actualmente un promedio de 90 gigavatios de los 190 diarios que se consumen en el país. “El mensaje para el Gobierno es claro: o usted ajusta el precio de escasez o a partir del primero de mayo las plantas no van a ser sostenibles en el largo plazo y es mejor que usted coja las plantas, las intervenga y mire qué va a hacer con el sector”, dijo Alejandro Castañeda, director Ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg).

El directivo gremial agrega que los inversionistas no están dispuestos a seguir perdiendo plata, pues el compromiso con el Gobierno fue a seis meses y de ahí en adelante el sector está expuesto a perder unos activos de generación por problemas financieros.

El precio de escasez ha permanecido atado al fuel oil 6. Esto ocasionó que cuando el precio del petróleo empezó a caer, este indicador disminuyó hasta los 302 pesos, cuando había estado a 550 o 600 pesos.

Andeg sostiene que el precio de escasez para generar con diésel debería ser de 685 pesos el kilovatio, “lo cual no es negociable” porque los expertos internacionales dicen que para calcularlo se debe utilizar el valor del combustible en la planta más ineficiente del sistema y ese es el valor que debería tener el precio de escasez.

Castañeda afirma que no pretenden que se les suba a 685 pesos de una vez, de tal manera que afecte a la demanda, sino que existen mecanismos como el que ya se hizo con la resolución 168 para irlo subiendo gradualmente y que el usuario no sienta ese efecto o sea bajo. 

En octubre pasado, al comienzo del fenómeno de ‘El Niño’, las térmicas a diésel le pidieron al Gobierno ajustar el precio de escasez (302 pesos), argumentando que el costo de producir cada kilovatio era de entre 480 y 700 pesos, lo que se traduciría en pérdidas de entre 180 y 400 pesos el kilovatio generado. En ese momento el Gobierno tomó la decisión de aumentar el precio de escasez para las generadoras con líquidos a 470 pesos por unidad.

Las térmicas prefieren generar con diésel y no con gas porque les reconocen más dinero. Para el gremio, las cuentas son claras: es más costoso generar con diésel que con gas, pero con diésel están recibiendo $470 por kilovatio, mientras que con gas les reconocen 302. Con los precios actuales del gas, generar con este hidrocarburo cuesta hasta 420 pesos, por lo que la pérdida es de 90 o 100 pesos por kilovatio generado. Si produce con diésel cuesta entre 520 o 530 pesos, pero les reconocen 470 pesos, por lo que la pérdida es de unos 50 pesos. 

“La lógica es que si voy a perder plata con ambos, trabajo con el que menos pierdo que es con diésel. Me pueden traer todo el gas del mundo, pero no me sirve si no se ajusta el precio de escasez”, concluye el directivo gremial. 

Castañeda explica que el cargo por confiabilidad que se les paga para que entren a respaldar al sistema eléctrico en momentos de crisis, como el actual, solo alcanza para salarios, mantenimiento, primas de seguro, primas de combustible por tener vivos los contratos, rentabilidad del accionista.

De las 18 plantas con que cuenta el sistema eléctrico colombiano, 12 de ellas generan con gas, diésel o son duales, el resto, con carbón. El gremio asegura que los mantenimientos que se están haciendo actualmente a algunas de las plantas térmicas obedecen a cronogramas de hasta tres años y que el Gobierno no los está presionando para operar. 

Jorge Pinto Nolla, director de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), entidad encargada de establecer las tarifas, afirmó que todavía no se ha tomado una decisión al respecto, pero que cuando lo hagan será acertada y le permitirá al país continuar para llegar al final de ‘El niño’ sin problemas.

“Después de ‘El Niño’ veremos si hay que modificar la fórmula”, dice Jorge Pinto Nolla, director de la Creg.

"Percibo un deseo de que las cosas salgan mal", dice director de la Creg

El director de la Comisión de Regulación de Energía y Gas defiende el cargo de confiabilidad y el precio de escasez pero afirma que no tiene problema en cambiarlo. Propone que el debate técnico se aplace para después de ‘El Niño’.

La Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) es la entidad de moda en Colombia. A ella se le achacan los errores del sistema eléctrico que podrían llevar a un racionamiento de energía, incluso el Senado de la República llegó a pedirle la renuncia a su director: Jorge Pinto Nolla.

Él, un tecnócrata con doctorado en economía de la energía, explica que la Creg no toma decisiones sola, que es un cuerpo colegiado formado junto con los ministerios de Minas y Energía, de Hacienda y el Departamento de Planeación Nacional en el cual se toman decisiones por consenso, “yo soy apenas el portavoz de ese cuerpo colegiado, esas medidas son adoptadas entre todos”.

Asegura que en el sector eléctrico no ve problemas en el cargo de confiabilidad ni en el precio de escasez que tantas críticas ha despertado, y respecto al sector del gas admite que en el tema de la distribución o de las tarifas la Creg tiene responsabilidad, pero no en el de transporte.

¿Ha servido el cargo de confiabilidad para el sistema eléctrico?

Se instauró para que además de los ingresos normales que tienen las empresas
eneradoras por su actividad de vender electricidad, tuvieran una entrada extra para tener sus equipos disponibles, operativos y prestos a entrar en servicio durante los periodos críticos de ‘El Niño’, como en este caso. 

Es el mecanismo que se instaló, ha funcionado y respondido adecuadamente a las necesidades.

¿Qué opina de las críticas al precio de escasez?

Quiero explicar primero que tenemos un sistema de bolsa, en el caso eléctrico, que es donde los agentes van ofreciendo sus precios día a día. Cuando hay un fenómeno de escasez de ‘El Niño’, los precios tienden a subir, cuando el precio de bolsa supera el precio de escasez hay un mecanismo de protección al mercado y los usuarios no pagan más, lo pagan las generadoras de energía.

¿Qué les cambiaría?
Han funcionado porque permiten mantener el sistema operando. Fue necesario hacer un ajuste a principios de noviembre del año pasado a las plantas que generan con líquidos, se les dio un ingreso adicional. El precio de escasez más un plus porque se produjo un desfase por el desplome del valor del petróleo, lo que causó que el precio de escasez bajará con respecto al precio histórico: normalmente oscila entre los 450 pesos pero se bajó a 302 pesos. A los que tenían plantas con combustibles líquidos les dio muy duro. 

Ese fue el valor incremental que produjo tantos debates, que ha dado tanta prensa, citaciones al congreso. Había que tomar la decisión, no fue fácil pero finalmente ha permitido que el sistema siga funcionando. 

¿Y entonces, qué es lo que ha fallado?
Eso es lo que no entiendo. El sistema está funcionando, hay energía. Se aplicó un correctivo por una situación coyuntural que se ocasionó por un efecto exógeno que es el precio del petróleo. Después de ‘El Niño’ veremos si hay que modificar la fórmula. Con el precio de escasez hay que ser cuidadosos, tener un valor que sea lo suficientemente alto para que no se presenten situaciones como la del año pasado, pero que al mismo tiempo sea bajo porque para eso lo tenemos. Lo tenemos como un indicador por encima del cual los usuarios no debemos pagar.

¿Estaría dispuesto a hacer cambios si son convenientes?
Propongo que una vez superado el fenómeno de ‘El niño’, lo lógico, sensato, lo técnico es que nos sentemos todos aquellos que han hecho críticas y discutamos qué elementos ven negativos o positivos, o por qué debe ser o no, y analizar pros y contras. Este es un tema delicado que requiere de análisis, responsabilidad y visión.

El cargo de confiabilidad ha funcionado, puede cambiarse y personalmente no tendría problema en poner otro diferente, ¿qué más da? Pero siempre manteniendo el principio de la garantía de abastecimiento y confiabilidad futura, porque no podemos poner en riesgo el sistema por hacerle caso a alguien. 

Hay que ser responsables. Uno oye cantos de sirena y es muy fácil salir a hablar pero sin responsabilidad. Lo que uno percibe es un deseo y un espíritu de buscar culpables, ¿pero de qué? Hay un interés de que las cosas salgan mal.

Lo responsabilizan por la demora en el desarrollo del transporte de gas… 

Vamos a introducir unos cambios fuertes en la manera como se hace la expansión. Ellos argumentan que son temas tarifarios y de la Creg, pero sinceramente y con toda franqueza han sido un poco lentos en sus expansiones y no los culpo de algún modo, porque la demanda también quiere tener las cosas pero sin correr riesgos.

Afirman que también ha demorado la regulación en el tema de la distribución…

Es cierto, hay una demora y lo admito. Pero esa demora no ha incidido negativamente sobre las empresas, ellos tiene unas tarifas que son razonables, que les han permitido funcionar y crecer exponencialmente. 

Hay una responsabilidad de la Creg, pero decir que eso es un problema y que los ha puesto en un situación crítica no es cierto. 

¿Y qué pasa con las tarifas del gas?
Estamos revisando el mecanismo de precios y pensamos sacar en mayo una propuesta metodológica con un nuevo esquema de precios de gas para corregir estos problemas de tarifas diferenciales entre regiones que han causado cierto mal ambiente.

Fuente: Portafolio


Esta semana el dólar podría ubicarse por debajo de los $3.000

La divisa inicia la semana con una TRM de $3.065,79. La moneda estadounidense podría fluctuar entre los $3.000 y los $3.200. 

Analistas esperan una semana de baja volatilidad.

La tendencia bajista en el tipo de cambio se mantendrá, tal y como ha ocurrido en las últimas semanas.

Analistas consultados por Portafolio.co señalan que aunque el dólar se podría ubicar en el mercado local, al final de esta corta semana, en el rango entre los $3.000 y $3.200, la tendencia alcista en el precio del petróleo de los últimos días, hace que la balanza se incline más hacia las estimaciones de los $3.000.

Además del precio del crudo, otras señales económicas llevan a pensar que el dólar terminaría la semana Santa con una tendencia bajista, entre ellas, la mayor entrada de divisas, luego de que recientemente el Banco de la República subiera su tasa de interés. 

El dólar inicia la semana con una TRM de $3.065,79, tras haber caído $98,24 la semana anterior.

Semana Santa, de baja volatilidad
Según Alexander Ríos de Estratégica, para esta semana no se espera una alta volatilidad, teniendo en cuenta que habrá festividades religiosas en gran parte de occidente.

“En el panorama macroeconómico, el dato más relevante se conocerá hasta el viernes: el PIB estadounidense, el cual los analistas estiman que saldrá positivo. Pero para términos de importancia para el tipo de cambio colombiano, el fundamental más relevante será los inventarios de crudo, como ocurre día tras día”, dice.

La atención se centra, a nivel global, en la reunión de la Opep el 17 de abril, muy importante para el mercado cambiario colombiano pues se va a decidir si el positivismo de las últimas semanas del mercado petrolero, que ha empujado el peso colombiano al alza, va a continuar o no.

De acuerdo con los analistas consultados, a nivel técnico, si el petróleo continúa subiendo y se sostiene sobre los 40 dólares , que marcó como máximo la semana anterior (41 para la referencia WTI) ,se podrán observar presiones bajistas nuevamente en el tipo de cambio colombiano.

“Se rompería la barrera de los 3.000 pesos que será totalmente determinante para el futuro próximo del tipo de cambio colombiano”, agregó Ríos.

Sin embargo, en caso de evidenciar presiones bajistas en el mercado petrolero global, el tipo de cambio subiría y oscilaría entre los $3.150 y los $3.200.

Mercado accionario
Por su parte, en el mercado bursátil local, los analistas han observado que se viene realizando un movimiento sobrentendido al alza, empujado, entre otras cosas, por los sentimientos positivos en el mercado petrolero.

Sin embargo, al estar tan ascendido, es posible que haya una corrección a corto plazo para confirmar esas sensaciones positivas o expectativas en el mercado local, ya que movimientos tan extendidos no son normales y tarde o temprano llegará a la corrección.

Además, consideran los analistas, la velocidad de la subida del índice Colcap se ha ralentizado y por tal razón es posible que esta semana haya un retroceso en los cerca de 1.300 puntos que ha registrado el mercado bursátil en los últimos días.
Un retroceso a 1.250 unidades estaría en el rango normal para esta semana.

La recomendación de algunos expertos es invertir en los títulos bancarios y de infraestructura a mediano plazo y en acciones de materias primas a corto plazo.

Fuente: Portafolio.


Después del Gobierno, las empresas son las llamadas a buscar la liquidez europea

Ante el nuevo escenario de un impacto en el costo de los créditos de consumo, no todas las noticias ponen en aprietos el bolsillo de los consumidores grandes y pequeños.

Tras el éxito que tuvo la emisión de deuda pública en el mercado europeo la semana pasada, el ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas ahora invita a los empresarios para que aprovechen la liquidez que está demostrando el mercado del Viejo Continente. 
Esto va en línea con las tasas de inversión que se derivan de los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, donde se ve que el nivel de inversión en 2015 fue de 29,6% del PIB una tasa histórica en Colombia.

Pero esta emisión no fue vista del todo positiva, un debate se creó debido a un análisis del grupo de investigaciones económicas de Bancolombia. 

La entidad señaló que la emisión tuvo un costo muy alto si se compara con otras opciones en el mercado internacional. “El incremento en el costo de financiamiento del Gobierno Nacional, tendencia que se consolida con esta operación, puede tener implicaciones fiscales desfavorables. Frente a lo contemplado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, estimamos que los pagos de intereses pueden aumentar en promedio un 1% del Producto Interno Bruto durante la próxima década”, indica el análisis.

El ministro Cárdenas le dijo a LR que la premisa de la entidad bancaria “son reacciones que surgen asociadas a que se trata de una emisión en euros y que naturalmente, cuando se utiliza una moneda diferente al dólar que es nuestro referente, se especula sobre cuál va a ser la evolución de esa moneda y si se va a fortalecer o debilitar frente al dólar”. 

La confianza de los inversionistas, es clave a la hora de la búsqueda de financiación. De hecho, hay que señalar que la política monetaria europea y sus decisiones recientes del Banco Central Europeo, BCE, han enviado el mensaje de tener suficiente liquidez para alentar la economía con política monetaria expansionista.

La vez pasada que se abrió la emisión de papeles, se hizo cuando el presidente de la República Juan Manuel Santos era el ministro de Hacienda de Andrés Pastrana y en esa época la tasa a la que se colocó el bono fue 11%. 

Por esta razón, este escenario resulta clave para que el crecimiento económico del país vuelva a registrar un incremento del Producto Interno Bruto en un nivel de 4% o más. 
La misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló en su más reciente visita al país que con las inversiones en infraestructura que ha venido adelantando el Gobierno Nacional con el programa de concesiones de cuarta generación, en el mediano plazo se situará el crecimiento económico en un nivel de 4,3%. 

Pero más allá del impacto en materia de crecimiento, el espaldarazo a las políticas económicas del Gobierno fue más allá de los ajustes en política monetaria y fiscal. Cárdenas remata el buen momento y el apetito inversionista del mercado europeo al señalar que “la tasa de 3,8% en euros es más favorable que si esa operación se realiza en dólares ya que había estado más cerca de 5%”.

Pero para que la confianza en los inversionistas se mantenga, las reformas y los cambios estructurales no deben pasar de 2016. Así lo dijo el FMI y así insisten los actores del mercado. Ese requisito es clave, y urgente, en materia tributaria. De seguir esa línea, el riesgo de perder la calificación de grado de inversión se reduce y el costo de deuda no se afecta. 

Latinoamérica, buena opción para capital europeo

El más reciente estudio de  IE Business School Air France KLM señala que Ciudad de México es la ciudad preferida  para invertir y ubicar las oficinas centrales por parte de las empresas españolas. Sin embargo, con ocho puntos sobre ocho Miami es la más valorada al lograr la máxima puntuación en todos los aspectos. Le siguen Ciudad de México, Sao Paulo, Santiago, Panamá y Buenos Aires con cinco puntos y Lima y Bogotá con cuatro. La capital colombiana tiene su punto más negativo en la percepción de seguridad. En el caso de la peruana su oferta de ocio es el punto más débil. El informe reunió las opiniones de 66 empresas españolas.  

Fuente: La República



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