viernes, 4 de marzo de 2016

Marzo 4 de 2016



CIERRE MERCADO ACCIONARIO LOCAL
Índice COLCAP cierra con apreciación del 1,47%

El Índice de capitalización de la Bolsa de Colombia (COLCAP) cerró el jueves en 1.295,43 unidades, con un aumento del 1,47% frente a la jornada anterior.

 En lo corrido del año el indicador bursátil registra una variación positiva del 12,28%. En cuanto al índice de liquidez COLSC, éste subió 0,15% a 960,37 unidades, y el COLIR subió 1,50% a 819,43 unidades. Ayer se negociaron $232.144,45 millones en 4.238 operaciones.

La especie con el volumen más alto de negociación fue PFBCOLOM, con $51.931,75 millones (variación positiva en su precio del 1,98% a $25.700,00). También se destacaron en este aspecto, ECOPETROL ($32.638,01 millones, con cambio positivo en su precio del 4,76% a $1.320,00) junto con ICOLCAP ($24.069,07 millones, con cambio positivo en su precio del 1,47% a $13.037,00).

Por su parte, CNEC logró el ascenso más importante durante la sesión. El precio de este título creció un 6,54%, con cierre de $8.630,00. También se destacó por su apreciación; ECOPETROL, cuyo precio creció un 4,76% a $1.320,00; y CONCONCRET, que ascendió un 3,96% a $1.050,00.

 Entre los títulos con mayor descenso en la jornada el más importante fue PREC, con una variación negativa del 22,27% a $2.810,00. También se presentó depreciación en: ETB (con una variación negativa de 4,01% a $551,00) y CELSIA (con una variación negativa de 2,17% a $3.600,00).

Fuente: BVC

Ecopetrol perdida en su laberinto

Con un precio del barril de petróleo que aún no repunta, un mayor endeudamiento, los resultados financieros golpeados, un menor nivel de reservas y el escándalo de Reficar, Ecopetrol encara uno de los panoramas más complejos de los últimos años. ¿Cuál es la estrategia de la empresa para resolver las dificultades?

Hace poco más de un año, Ecopetrol decidió reenfocar su estrategia. 

Con base en un análisis del Boston Consulting Group, pasó de un proceso de diversificación y expansión a focalizarse en exploración y producción. La determinación llegó en uno de los peores momentos, con una caída de 50% en el precio del crudo, cuando, paradójicamente, otras de sus unidades de negocio empezaron a dar resultados operativos positivos, como el caso de la petroquímica, la refinación y el transporte.

Ecopetrol está en un verdadero laberinto.

 2016 será un año crítico en el que debe lidiar con el derrumbe del precio del petróleo, que no reacciona, y el impacto que tiene en su viabilidad futura y que se verá reflejada en dos hechos determinantes en el corto plazo: por un lado, su nivel de reservas, que se redujo en 11% al cierre de 2015, y los resultados de sus estados financieros del año pasado que –con un menor nivel de reservas, más la implementación de nuevas normas contables– muy posiblemente conducirán a que en la próxima asamblea no se entreguen dividendos.
Muchos hablan de una estrategia de supervivencia.

 Ya anunció un agresivo plan de recortes en gasto y aumento en eficiencias en los pozos que producen la mayor cantidad de barriles

que le representaron que la caída en sus reservas no fuera mayor–, la suspensión de operaciones de los pozos no rentables –ya se anunciaron los primeros y, seguramente, vendrán otros en ese sentido– y la venta de activos no estratégicos, pero en un mercado donde posiblemente haya una sobreoferta de las empresas de commodities que tienen la misma estrategia. Además, su nivel de deuda aumenta y está en observación el grado de inversión de la compañía.

Pero su agenda no solo está ocupada con la estrategia y su operación. También enfrenta el escándalo por el proceso de ampliación y construcción de la Refinería de Cartagena (Reficar)–que, según la Contraloría General de la República, tuvo sobrecostos por US$4.000 millones– y la necesidad de rediseñar su estrategia de defensa.

El panorama que enfrenta Ecopetrol, la mayor compañía del país, no es fácil. Además hay serias preocupaciones por el nivel de endeudamiento al que está llegando la compañía y que se refleja, no solo en su calificación, sino también en las finanzas del Gobierno, que ha salido públicamente a apoyar la estrategia de la petrolera.

Ante esta situación, la pregunta es si la empresa pasará estas dificultades y capitalizará un rebote en los precios del petróleo que hagan de este periodo solo una pesadilla que pasó.

Las reservas
El pasado 29 de febrero, Ecopetrol anunció que sus reservas probadas netas, al cierre de 2015, fueron de 1.849 millones de barriles de petróleo equivalentes (mbpe), 11% menores a los 2.084 mbpe registrados al cierre de 2014. El índice de reemplazo de reservas fue de 6%, y la vida media de reservas equivale a 7,4 años, cuando a finales de 2014 superaba los 8 años.

La reducción de las reservas probadas se dio principalmente como consecuencia de la pronunciada caída de los precios de los hidrocarburos. En 2015, el precio calculado, usando una metodología de la Securities and Exchange Commission (SEC) –órgano regulador del mercado de valores estadounidense–, fue de US$55,57 por barril Brent versus US$101,80 por barril en 2014.

Sin embargo, el resultado es mucho mejor del que esperaban algunos analistas del mercado, que en principio asumían porcentajes muy superiores en la reducción e, incluso, se plantearon niveles de vida útil de reservas de cerca de 6 años.

¿Qué compensó la caída? Ecopetrol estima que el efecto precio implicó una disminución sobre las reservas de 404 mbpe frente a las de finales de 2014. Este impacto fue contrarrestado en gran parte por una adición de 275 mbpe, atribuibles a las optimizaciones de costo y mayores eficiencias alcanzadas por la compañía; así como por 67 mbpe correspondientes a las nuevas campañas de perforación en los campos Castilla y Rubiales –que será manejado por Ecopetrol desde julio, tras la salida de Pacific–, y las revisiones positivas en algunos campos, como Chichimene.

Al comparar la caída con otros de sus pares, Ecopetrol sale mejor librada: porcentualmente, el nivel de reservas cayó menos que el de Petrobras (-20%), Oxy (-22%) y Marathon (-28); estuvo en el mismo nivel de caída de Shell y por debajo de Statoil, Chevron y Total.

Pese a que la reducción de las reservas de Ecopetrol para 2015 fue menor a la esperada, la expectativa en este frente para 2016 no es optimista. Según Larraín Vial, esto se debe a que el capex se redujo en 40% y a que el precio promedio del barril de Brent está en US$36, 19,7% por debajo de los precios utilizados para calcular las reservas de 2015. A esto se suma el hecho de que el costo del efectivo de la petrolera estatal, sin incluir regalías, está entre US$23 y US$26 por barril. “Así las cosas, Ecopetrol tendría que añadir 236 millones de barriles para mantener sus reservas en el mismo nivel, asumiendo además la plena ejecución del plan de producción”, dice en su informe.

A pesar de que el campo Rubiales debería regresar a Ecopetrol en la segunda mitad de 2016, trayendo el 2,9% de la producción esperada para este año, la administración de la empresa espera que la producción permanecerá estancada en 755.000 barriles diarios por tercer año consecutivo, antes de que comience a declinar, lo que debería aportar un alivio adicional para la vida de las reservas.

Los resultados de todo 2015 probablemente estarán en rojo, según el cálculo de Larraín Vial, porque la revisión de las reservas genera un valor menor de los activos fijos (el valor en libros excede al valor presente neto) y afecta el P&G, llevando a pérdidas anuales por primera vez desde que Ecopetrol está listada en bolsa. Excluyendo el potencial impairment (pérdidas por deterioro de activos), el margen Ebitda debe aumentar 30% respecto al año anterior (por una baja base de comparación y a gastos exploratorios más bajos), mientras habría pérdidas de $17.000 millones. “Esperamos que el apalancamiento de Ecopetrol haya terminado 2015 por encima de tres veces el Ebitda”, reiteran.

Al cierre de esta edición aún no se conocían los resultados del último trimestre del año pasado ni el consolidado, datos que serán revelados el próximo 6 de marzo.

En lo que va de 2016, cuatro firmas internacionales han cambiado su opinión sobre Ecopetrol, desmejorando su expectativa sobre el desempeño de su acción. Ellas son Longbow Capital Partners, KeyBanc Capital Markets, JP Morgan y Citigroup. Esta última ha sido la más radical, al recomendar vender la acción de Ecopetrol, pues estima un precio objetivo del ADR de la petrolera de US$6, inferior a su precio actual de US$7, pero también si el precio del crudo sigue bajando, el ADR podría caer a US$3.

En el Citi prevén que el Ebitda del cuarto trimestre de la compañía va a estar por debajo del consenso (su cálculo es de $4,4 billones, 4% por debajo del promedio). Así mismo, aseguran que las ganancias serán muy volátiles, debido a la adopción de las Niif e impairments potenciales.

Sin embargo, el debate sobre Ecopetrol no va a estar tanto en los resultados como en la discusión de alternativas de financiación para 2016 y 2017. “Estimamos que la compañía necesita recaudar US$3.200 millones en efectivo para mantener su liquidez, bajo un plan de capex de US$4.700 millones”, dice el Citi.

El banco estadounidense espera que los recursos frescos para Ecopetrol puedan llegar de una menor repartición de dividendos (US$200 millones), nuevos recortes de gasto de capital (de al menos US$600 millones), desinversiones (prevén unos US$400 millones, aunque la compañía calcula US$1.500 millones), refinanciación de deuda y gestión de sus administradores para buscar más ahorros.

En el país también se están haciendo todo tipo de cábalas sobre la petrolera. En Bancolombia, tras conocerse la caída de 11% en las reservas (un porcentaje mayor al 6% que ellos preveían y que tenían incluido en su valoración de la empresa), destacaron los ahorros que han obtenido las directivas de la compañía, así como las eficiencias para hacerle frente a los menores precios del petróleo. No obstante, consideran que, si incluye el recorte de reservas en su valoración actual de Ecopetrol, el precio objetivo de la acción se reduciría a $1.290, 12,2% menos que el actual.

“Aclaramos, sin embargo, que este cálculo es de carácter informativo, pues requerimos información actualizada sobre los resultados del cuarto trimestre y de todo 2015”, reiteran.
Otra visión tiene Orlando Santiago, analista de la firma Fénix Valor. En su concepto, las reservas no tienen por qué afectar el estado de pérdidas y ganancias, pues si bien reducen el valor de los inventarios, no tienen por qué golpear las utilidades. Su cálculo es que en el cuarto trimestre Ecopetrol ganó $350.000 millones y $2,7 billones en todo el año pasado.

El ministro de Minas y Energía, Tomás González, también hace cálculos sobre el aporte de Ecopetrol a los ingresos de la Nación: “2013, el año en que se registraron los precios más altos y con la mayor producción, representó 20% de los ingresos, excluyendo regalías. Este año se espera que esté muy cerca a cero porque la situación de precios es muy difícil”, señala.

La estrategia y las dudas
La coyuntura, por los precios del petróleo, es muy compleja para Ecopetrol. Los cálculos son que con un precio entre US$30 y US$40, la empresa tendría resultados operacionales favorables, y entre US$20 y US$30 apenas podría cubrir la caja.

En la revisión de la estrategia que se hizo a finales de 2014, el foco de Ecopetrol se dirigió hacia la exploración y producción, en momentos en que el precio del crudo empezó a decaer. “Ecopetrol está enfocada en mantener la producción, que es lo que más caja le genera. Segundo, es necesario armar el equipo de exploración de élite que no se tiene y con un foco muy grande en costa afuera, básicamente en gas. La empresa se va a meter en el mundo del gas licuado y esto supone tener habilidades en este negocio. El año pasado la compañía tuvo un ajuste muy grande en costos, cercano a 18%, sin que se afectara la producción”, explica el ministro González.

Precisamente, el ajuste en costos ha sido una de las estrategias de la petrolera para pasar el chaparrón. En 2015 el recorte del gasto fue de $2,8 billones y para 2016 el cálculo es de $1,6 billones, que en total suman cerca de $4,4 billones.

Frente a las medidas que se están tomando para hacer el ajuste, expertos como David Guardiola, head de Research de acciones de Larraín Vial, consideran que son correctas, pero insuficientes. “Está bien reducir costos en $1,6 billones, pero la estructura de costos de Ecopetrol es de $40 billones, lo que significa que el recorte es de solo 4% y evidencia la poca flexibilidad que tiene la empresa en ese frente”.

Entonces, ¿por dónde cortar? Todo indica que en la inversión. Para este año se había presupuestado US$4.800 millones en este rubro, que implica una caída de 40% en dólares, pero de 28% en pesos, lo que le da espacio para cortar en producción, refinación y transporte. Sin embargo, esa cifra está en observación y, con seguridad, no será la definitiva. El recorte dependerá del comportamiento de los precios del petróleo y, muy posiblemente, se situará en cerca de US$3.000 millones.

Esta disminución representaría una reducción en la producción, que ya se está empezando a ver: se dio una suspensión temporal del campo Caño Sur Este porque las cuentas no dan para producir a precios del barril alrededor de US$30. Es posible que en las próximas semanas se conozca de al menos otros 10 campos que pedirían un cierre temporal, de unos 6 meses, pero que –según fuentes de la compañía– son campos menores y de producción marginal. Y, además, en julio revierte Rubiales, lo que representaría unos 50.000 barriles adicionales.

Incluso al interior de la petrolera se ha hablado de la posibilidad de vender pozos que no sean rentables, que se suman a la venta de activos que están en el pipe line de la petrolera: las participaciones en EEB, ISA e Invercolsa y la venta de Propilco.

Sin embargo, es en este punto donde empieza la controversia. Hoy los precios del crudo están en uno de los niveles más bajos de la historia reciente, mientras las actividades de mayor valor agregado empiezan a dar resultados operativos favorables gracias a que el precio de sus insumos ha caído.

La estrategia de venta de activos ya empezó a generar el rechazo de organizaciones sociales como Justicia Tributaria, que se opusieron a la venta de Isagen y ahora enfilan sus baterías contra lo que ellos llaman el desmantelamiento de Ecopetrol.

Mario Alejandro Valencia, vocero de la Red de Justicia Tributaria, dice que es innegable que hoy Ecopetrol vive una crisis, pero en el largo plazo va a ser una empresa rentable y estratégica y, por lo tanto, no tiene sentido ‘desmembrarla’. “Lo que vale de la compañía no es el crudo, sino su infraestructura y sus negocios industriales (refinación y petroquímica). Si en cinco años no hay más petróleo, se importa y se usa dicho equipamento. Esa es la explicación para que cuando cae el precio del petróleo no caigan sus subproductos, como el polipropileno”, precisa e insiste en que por eso no es adecuado vender Propilco.

La importancia de Propilco radica en que México y Brasil se unieron para construir una megaplanta de etileno, invirtiendo US$4.200 millones, sustentados en la idea de que, si bien es factible que el petróleo sea reemplazado como combustible, su uso como materia prima para el plástico aún no tiene reemplazo.

Otros coinciden en que la industria de los derivados del petróleo es una de las más rentables y que con el reciente derrumbe en los precios del crudo han mejorado los márgenes de Propilco, que históricamente habían sido de 5% frente al Ebitda y hoy son de 11%. Lo mismo ha ocurrido con la refinería, cuyos márgenes históricos han sido de US$6 por barril y hoy están en US$16. Sin embargo, puede ser un buen momento para la venta.
“Claro, son negocios que han crecido bastante, pero en la foto grande de Ecopetrol, Propilco particularmente no representa mucho. Generó US$540 millones en ingresos en los últimos 12 meses a septiembre, frente a los US$17.000 millones de Ecopetrol, lo que equivale a 3% de los ingresos. En Ebitda, Propilco produjo US$58 millones y Ecopetrol US$5.600 millones, es decir, 1%”, precisa Guardiola, y considera que tiene sentido venderla porque Ecopetrol debe buscar caja por todos lados y con Propilco podría conseguir unos US$500 millones, en el mejor de los escenarios, lo que equivale a 10% del capex anual.

Otra de las preocupaciones de Justicia Tributaria está relacionada con el anuncio de la petrolera de salir de los llamados campos menores, que son los que producen entre 500 y 2.000 barriles diarios, pero que concentran gran parte de las reservas. La propuesta de la organización es que, en vez de venderlos, Ecopetrol compre reservas probadas de empresas quebradas, tal como lo están haciendo otras petroleras.

La producción de Ecopetrol en el país se enfoca en seis u ocho campos y el resto son los pequeños (que pueden ser unos 40.000). Según Juan Carlos Echeverry, presidente de Ecopetrol, no se requiere salir a vender los campos sino buscar socios a los que les pueda entregar la operación e ir en partes iguales en el negocio.

La deuda
El mayor endeudamiento –uno de los riesgos que implicaría la pérdida del grado de inversión– tiene en alerta a los analistas y acuartelada a la administración. “Vamos a hacer lo divino y humano para no perder el grado de inversión”, dice Echeverry.

Hoy, la deuda sobre Ebitda es superior a tres veces y podría fluctuar –según cálculos de Ecopetrol– entre 3,8 y 4 veces este año. El compromiso de la empresa con las calificadoras es reducirla a partir del año entrante.

En 2015 la deuda subió US$3.400 millones. Para 2016, Ecopetrol requiere en deuda US$1.900 millones, en el peor escenario: que los precios del crudo sigan en US$30 y que no sean enajenados los activos anunciados.

Algunos, como los voceros de Justicia Tributaria, consideran que aunque Ecopetrol está muy endeudado, sus obligaciones son a largo plazo (la más cercana vence en 2020, por US$2.600 millones), aún tiene campo para apalancarse más, algo contrario a lo que indicarían las calificadoras.

Pero no todos piensan igual. “Ecopetrol está corto de caja y no ha tenido que pagar deuda. Y todavía se sigue endeudando. Y el Gobierno le está sirviendo en ese propósito generando un incentivo perverso con el respaldo que le ha dado”, dice un experto.

Algunos analistas calculan que Ecopetrol cerró 2015 con un apalancamiento de 3,5 veces Ebitda, que es muy alto, pues históricamente ha sido de 0,4 veces y superior al de las grandes petroleras, que está entre 1,5 y 2 veces (la excepción es Petrobras que tiene su endeudamiento entre 4,5 y 5 veces Ebitda, pero no tiene grado de inversión). Agregan que hasta ahora las calificadoras le han mantenido el grado de inversión a Ecopetrol porque ven su riesgo atado al soberano, más aún cuando el Gobierno ha salido a respaldar la deuda de la petrolera, pero en momentos en que al país le bajaron el outlook de la calificación.

Ese es otro riesgo para las cuentas del Gobierno en el mediano plazo: con el anuncio de respaldo tendría que cubrir la deuda en un escenario extremo donde los precios del crudo no se recuperen e incluso puedan caer. Eso significaría que en el futuro respondería por esa deuda, más las vigencias futuras en las 4G, los compromisos del proceso de paz y los temas sociales como salud y pensiones. “Además, cuando la acción estaba en su punto más alto, la ganancia era de todos, ahora, cuando está en dificultades, la responsabilidad es del Gobierno. Debería estar buscando mecanismos para capitalizar o convertir parte de la deuda en acciones”, agrega un analista.

Salir del laberinto no es fácil. Debe crear estrategias para enfrentar la peor coyuntura de los últimos años; esto será crítico para su futuro.
Los negocios: La empresa está enfocada en buscar recursos en los campos donde hay yacimientos probados.

Una eventual venta de Cenit no ha sido discutida. Hay que hacer primero una integración con la vicepresidencia de transporte de Ecopetrol.

Con Bionenergy la estrategia es terminar la planta y, una vez esté operando, se podría vender. Se ha optimizado el tipo de inversión: en cambio de hacer un pozo de US$200 millones costa afuera, con esos recursos se hacen 4 o 5 costa adentro. Para eso se crearon cuatro equipos de exploración: Caguán-Putumayo, Llanos, Piedemonte y Magdalena. Además, busca socios para apalancar más inversiones.

Fuente: Dinero

Las críticas al nuevo billete de $100.000

Mientras en el mundo se discute parar las emisiones de billetes de US$100 y 500 euros, en Colombia el Banco de la República alista el lanzamiento del billete de $100.000.

El argumento de los opositores siempre ha sido el mismo: los billetes de altas denominaciones facilitan la evasión de impuestos, el terrorismo, el narcotráfico, los delitos financieros y el tráfico de seres humanos. Y si esta es una preocupación en naciones con menores niveles de corrupción y mejor seguridad que Colombia, valdría la pena pensar qué tanto ese temor se revive ad portas de que salga a circulación el billete de $100.000, que va a ser el de mayor denominación que hasta ahora ha tenido el país.

Desde que fue anunciado, el nuevo billete ha tenido una dura oposición por parte de los banqueros, agremiados en Asobancaria, así como de algunos académicos que mantienen su temor frente al hecho de que las altas denominaciones facilitan mover grandes cantidades de efectivo, no siempre con las mejores intenciones.

Justamente ahora cuando falta menos de un mes para que el nuevo billete entre en circulación –según el cronograma del Banco de la República debe salir a las calles en el primer trimestre de 2016–, se empiezan a escuchar críticas en otros países contra los billetes de alta denominación y se abre el debate sobre la necesidad de dejarlos de emitir.

Una de las más sonoras fue un blog publicado a mediados de febrero en el Washington Post por Lawrence H. Summers, exsecretario del Tesoro estadounidense, quien pidió matar al billete de US$100. Su solicitud se basa en un trabajo de académicos de la Universidad de Harvard, quienes aseguran que las actividades ilícitas se facilitan porque pesa menos transportar US$1’000.000. Si el millón se acumula con billetes de US$20 pesa 50 libras, pero si es con billetes de 500 euros pesa apenas 2,2 libras.

Los académicos de Harvard dicen que los billetes de altas denominaciones están vinculados con el crimen, por lo que no en vano a los de 500 euros se les conoce como los “Bin Laden”.

Summers recuerda que a finales de la década de los 90, cuando se alistaba el billete de 500 euros, él advirtió en una reunión del G7 sobre el peligro de tener un billete de tan alta denominación, “pues aunque esa sería su moneda, sería un problema para el resto del mundo”. Por eso propuso, como contraprestación a la no emisión de los billetes de 500 euros, que Estados Unidos hiciera lo propio con los de US$100.

Su propuesta no tuvo eco, pero 16 años después las cosas han cambiado y ahora es el mismo jefe del Banco Central Europeo, Mario Draghi, quien ha anunciado que estudian dejar de emitir los billetes de 500 euros, pues así como son usados para ahorrar, también son los favoritos de los criminales.

Voces en contra
La nueva propuesta de Summers es que se establezca una moratoria sobre el billete de US$100 para no emitir más e ir recogiendo los que están en circulación. No obstante, advirtió que en Europa hay resistencia a eliminar los billetes de 500 euros, en particular en Luxemburgo“por su larga y desagradable tradición de recibir a los evasores de impuestos, los lavadores de dinero y a los defensores del secreto bancario y donde, además, se imprime 20 veces más dinero en efectivo que en otros países europeos”.

Con lo que no contaba Summers es que su idea fuera duramente criticada en su país. Un editorial de The Wall Street Journal advirtió que hay que tener cuidado con los políticos que tratan de limitar las emisiones de billetes de alta denominación, pues constituye una infracción contra el ejercicio de la actividad económica privada.

Summers calificó de exagerada la acusación y les preguntó a los editores del Journal si creen que la libertad económica estadounidense se vio limitada por la decisión en la década del 60 de no imprimir más billetes de US$1.000. “No es la obligación de un gobierno proporcionar todos los medios de pago o depósito de valor que alguien podría utilizar. Además, la abolición de los billetes de US$1.000 no nos puso en una perdición monetaria”, enfatizó.

Mientras el debate en Estados Unidos y Europa está en pleno vigor, en Colombia, en su columna en El Espectador, Santiago Montenegro, presidente del Consejo Gremial, pidió parar el billete de $100.000 con el argumento de la informalidad.

La informalidad tiene que ver con los requisitos que se requieren para abrir empresas, con los costos parafiscales, con problemas de información y cruces de bases de datos y, sin duda, también con aspectos tributarios que inducen a muchas empresas a evadir impuestos y contribuciones. Pero muchas de estas actividades tienen también un elemento en común: viven del efectivo. Pagar en efectivo les permite no dejar traza y escapar, así, al control de las autoridades”, sostiene en su columna y propone que para compensar el no tener billetes de alta denominación, se mejore la bancarización.

Siguen firmes
Pese a estos pedidos, en el Banco de la República siguen firmes en su plan de emitir el billete de $100.000, pues están convencidos de que el país necesita una mayor denominación, debido a que han aumentado el ingreso per cápita y el salario mínimo, lo que implica una mayor demanda por efectivo. “Desde 2000, momento en el que se emitió el billete de $50.000, el PIB per cápita más que se triplicó y el salario mínimo más que se duplicó; sin embargo, las denominaciones de billetes en circulación se han mantenido inalteradas”, insisten en el Emisor.

Agregan que no hay ningún soporte válido que permita afirmar que el nivel de informalidad esté directamente relacionado con la estructura de denominaciones de los billetes en circulación y que no emitir el billete de $100.000 implica seguir atendiendo la creciente demanda de efectivo con más billetes de $50.000, generando mayores costos para los diferentes agentes económicos legales que hoy demandan efectivo, que en 99% son bancos comerciales. “Estas entidades tienen, en primera instancia, la responsabilidad de conocer a quiénes les demandan altas sumas de efectivo y reportar las operaciones que consideren sospechosas a los órganos de control”, subrayan.

El billete de $100.000 tiene buenas razones para salir a la calle, pero también son válidos los argumentos de los opositores a las altas denominaciones. La historia dirá cuál de las dos partes tiene la razón.

Fuente: Dinero

Por 'Caso Petrobras' expresidente de Brasil, Lula Da Silva fue arrestado en Brasil

La Policía Federal de Brasil detuvo al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva para interrogarlo el viernes en una operación contra la corrupción y lavado de dinero, y dijo que ganancias ilegales habían financiado campañas y gastos del gobernante Partido de los Trabajadores.

La policía reveló en un comunicado que tenía pruebas de que Lula recibió beneficios ilícitos de un esquema de soborno de la petrolera estatal Petroleo Brasileiro SA (Petrobras) en la forma de pagos y bienes raíces de lujo.

"El ex presidente Lula, además de ser el líder del partido, fue el responsable final de la decisión sobre quiénes serían los directores de Petrobras y fue uno de los principales beneficiarios de estos delitos", dijo la policía en el comunicado.

"Hay evidencia de que los delitos lo enriquecieron y financió campañas electorales y al tesoro de su grupo político", agregó.

Un portavoz de Lula no respondió inmediatamente a las solicitudes de comentarios el viernes.

La Policía dijo que, en la última fase de la investigación sobre la operación conocida como "Lavado de Autos", ejecutó 33 órdenes de allanamiento y 11 de detención en distintas ciudades, entre la que se incluyeron dos en Sao Bernardo do Campo, donde vive Lula. Unos 200 policías y 30 auditores de la oficina de impuestos federales participaron en la operación del viernes.

La fundación de Lula dijo en un comunicado el jueves que el ex presidente nunca había cometido algún acto ilegal antes, durante o después de su período presidencial.

Su detención podría ser el mayor evento hasta ahora en una investigación sobre presunta corrupción en Petrobras, que ha involucrado a legisladores y a algunos de los más poderosos ejecutivos de negocios de Brasil.

Lula gobernó Brasil desde el 2003 hasta el 2010, cuando los fiscales alegan que ocurrieron la mayoría de los chanchullos. Su detención podría afectar la reputación del líder más querido en la historia moderna de Brasil y amenaza al Gobierno de su protegida y sucesora, Dilma Rousseff.

La mandataria también ha negado reiteradamente las acusaciones.

La prensa brasileña reportó el jueves que el senador del partido gobernante Delcidio Amaral, un importante aliado legislativo de Rousseff antes de ser arrestado en noviembre, supuestamente vinculó a la presidenta y a Lula en el escándalo que envuelve a Petrobras.

Fuente: La República.

'En Colombia no habrá  racionamiento': Asoenergía

Según el gremio de consumidores, el país puede descartar este escenario.
Marzo sería el mes más difícil, mientras en mayo se normalizaría la situación.

Lo ocurrido con la hidroeléctrica Guatapé prendió las alarmas sobre un posible apagón en el país. 

Simulaciones realizadas por Asoenergía, gremio que reúne a los grandes consumidores de energía del país, indican que el país no enfrentará un desabastecimiento de energía. 


Los estudios indican que en marzo la hidrología será muy severa, en abril continuará baja, pero se normalizará durante mayo.

La intensidad del fenómeno del Niño, de acuerdo con el indicador ENSO, (que mide las desviaciones de temperatura del Océano Pacífico con respecto al nivel normal), alcanzó su punto máximo entre noviembre y diciembre del 2015. “A partir de enero se ha reducido visiblemente, lo que permite esperar que en mayo se recuperen las temperaturas habituales del océano y por tanto la hidrología regrese a su nivel normal”, explica el gremio.

Los análisis incluyen el daño en Guatapé y Termoflores y, a pesar de estos episodios, “hay razones sólidas para suponer que se podrá abastecer la demanda hasta el final de ‘El Niño’, por lo que el gremio no anticipa racionamiento de energía”, aseguró María Luisa Chiappe, presidente ejecutiva de Asoenergía.

Según los análisis técnicos hechos por Asoenergía, tanto las hidroeléctricas como las térmicas han estado generando suficiente energía para abastecer la demanda. Las importaciones de Ecuador, que podrían llegar hasta 7GWh/día, le darán mayor holgura al sistema.

Las térmicas han venido generando más de 85GWh/día en promedio, a pesar de que algunas plantas no aportaron energía al sistema. En particular Termocandelaria y Termodorada no despacharon energía, presumiblemente por razones de costos, en tanto que Termotasajero y Termoflores se encontraban en mantenimiento. En marzo ya se cuenta con la generación de Termocandelaria, Termodorada, Termotasajero y Termoflores. Esta última ha anunciado que retomará producción este viernes. 

Por su parte, el sistema hidroeléctrico podrá abastecer la demanda a pesar de los problemas que se han presentado en algunas plantas. 


Sobre el incidente en Guatapé, el gremio anotó que, a pesar de que sin el agua proveniente del Peñol las plantas de San Carlos y Playas disminuyen su producción en 30 %, siguen funcionando al 70 % porque reciben agua de otras fuentes. 

“Se estima que las hidroeléctricas generen 104GWh/día en promedio durante el mes de marzo, 110 GWh/día en abril y 120 GWh/día en mayo”, puntualizó Chiappe.

Aunque su pronóstico es positivo, Asoenergía reitera la necesidad de realizar subastas adicionales para incorporar nuevas plantas hidroeléctricas y de carbón, hasta que se aporten como mínimo 2.000 MW adicionales de energía de bajo costo, y la asignación del cargo por confiabilidad en función de la eficiencia de las plantas. 

Fuente: Portafolio.


No hay comentarios:

Publicar un comentario