CIERRE MERCADO
ACCIONARIO LOCAL
Índice COLCAP cierra con
apreciación del 1,47%
El
Índice de capitalización de la Bolsa de Colombia (COLCAP) cerró el jueves en
1.295,43 unidades, con un aumento del 1,47% frente a la jornada anterior.
En lo corrido del año el indicador bursátil
registra una variación positiva del 12,28%. En cuanto al índice de liquidez
COLSC, éste subió 0,15% a 960,37 unidades, y el COLIR subió 1,50% a 819,43
unidades. Ayer se negociaron $232.144,45 millones en 4.238 operaciones.
La
especie con el volumen más alto de negociación fue PFBCOLOM, con $51.931,75
millones (variación positiva en su precio del 1,98% a $25.700,00). También se
destacaron en este aspecto, ECOPETROL ($32.638,01 millones, con cambio positivo
en su precio del 4,76% a $1.320,00) junto con ICOLCAP ($24.069,07 millones, con
cambio positivo en su precio del 1,47% a $13.037,00).
Por
su parte, CNEC logró el ascenso más importante durante la sesión. El precio de
este título creció un 6,54%, con cierre de $8.630,00. También se destacó por su
apreciación; ECOPETROL, cuyo precio creció un 4,76% a $1.320,00; y CONCONCRET,
que ascendió un 3,96% a $1.050,00.
Entre los títulos con mayor descenso en la
jornada el más importante fue PREC, con una variación negativa del 22,27% a
$2.810,00. También se presentó depreciación en: ETB (con una variación negativa
de 4,01% a $551,00) y CELSIA (con una variación negativa de 2,17% a $3.600,00).
Fuente:
BVC
Ecopetrol perdida en su laberinto
Con
un precio del barril de petróleo que aún no repunta, un mayor endeudamiento,
los resultados financieros golpeados, un menor nivel de reservas y el escándalo
de Reficar, Ecopetrol encara uno de los panoramas más complejos de los últimos
años. ¿Cuál es la estrategia de la empresa para resolver las dificultades?
Hace poco más de un año, Ecopetrol decidió reenfocar su
estrategia.
Con
base en un análisis del Boston Consulting Group, pasó de un proceso de
diversificación y expansión a focalizarse en exploración y producción. La determinación llegó en uno de los peores
momentos, con una caída de 50% en el precio del crudo, cuando,
paradójicamente, otras de sus unidades de negocio empezaron a dar resultados
operativos positivos, como el caso de la petroquímica, la refinación y el
transporte.
Ecopetrol
está en un verdadero laberinto.
2016 será un
año crítico en el
que debe lidiar con el derrumbe del precio del petróleo, que no reacciona, y el
impacto que tiene en su viabilidad futura y que se verá reflejada en dos hechos
determinantes en el corto plazo: por un lado, su nivel de reservas, que se
redujo en 11% al cierre de 2015, y los resultados de sus estados financieros
del año pasado que –con un menor nivel de reservas, más la implementación de
nuevas normas contables– muy
posiblemente conducirán a que en la próxima asamblea no se entreguen
dividendos.
Muchos hablan de una estrategia de supervivencia.
Ya anunció un agresivo plan de recortes en
gasto y aumento en eficiencias en los pozos que producen la mayor cantidad de
barriles–
que
le representaron que la caída en sus reservas no fuera mayor–, la suspensión de
operaciones de los pozos no rentables –ya se anunciaron los primeros y,
seguramente, vendrán otros en ese sentido– y la venta de activos no
estratégicos, pero en un mercado donde posiblemente haya una sobreoferta de las
empresas de commodities que tienen la misma estrategia. Además, su nivel de
deuda aumenta y está en observación el grado de inversión de la compañía.
Pero
su agenda no solo está ocupada con la estrategia y su operación. También
enfrenta el escándalo por el proceso de ampliación y construcción de la
Refinería de Cartagena (Reficar)–que,
según la Contraloría General de la República, tuvo sobrecostos por US$4.000
millones– y la necesidad de rediseñar su estrategia de defensa.
El
panorama que enfrenta Ecopetrol, la mayor compañía del país, no es fácil.
Además hay serias preocupaciones por el nivel de endeudamiento al que está
llegando la compañía y que se refleja, no solo en su calificación, sino también
en las finanzas del Gobierno, que ha salido públicamente a apoyar la estrategia
de la petrolera.
Ante
esta situación, la pregunta es si la empresa pasará estas dificultades y
capitalizará un rebote en los precios del petróleo que hagan de este periodo
solo una pesadilla que pasó.
Las
reservas
El
pasado 29 de febrero, Ecopetrol anunció que sus reservas probadas netas, al
cierre de 2015, fueron de 1.849 millones de barriles de petróleo equivalentes
(mbpe), 11% menores a los 2.084 mbpe registrados al cierre de 2014. El índice
de reemplazo de reservas fue de 6%, y la vida media de reservas equivale a 7,4 años, cuando
a finales de 2014 superaba los 8 años.
La
reducción de las reservas probadas se dio principalmente como consecuencia de
la pronunciada caída de los precios de los hidrocarburos. En 2015, el precio
calculado, usando una metodología de la Securities and Exchange Commission
(SEC) –órgano regulador del mercado de valores estadounidense–, fue de US$55,57
por barril Brent versus US$101,80 por barril en 2014.
Sin
embargo, el resultado es mucho mejor del que esperaban algunos analistas del
mercado, que en
principio asumían porcentajes muy superiores en la reducción e, incluso, se
plantearon niveles de vida útil de reservas de cerca de 6 años.
¿Qué
compensó la caída? Ecopetrol estima que el efecto precio implicó una
disminución sobre las reservas de 404 mbpe frente a las de finales de 2014.
Este impacto fue contrarrestado en gran parte por una adición de 275 mbpe,
atribuibles a las optimizaciones de costo y mayores eficiencias alcanzadas por
la compañía; así como por 67 mbpe correspondientes a las nuevas campañas de
perforación en los campos Castilla y Rubiales –que será manejado por Ecopetrol
desde julio, tras la salida de Pacific–, y las revisiones positivas en algunos
campos, como Chichimene.
Al comparar la caída con otros de sus pares,
Ecopetrol sale mejor librada: porcentualmente, el nivel de reservas cayó menos
que el de Petrobras (-20%), Oxy (-22%) y Marathon (-28); estuvo en el mismo
nivel de caída de Shell y por debajo de Statoil, Chevron y Total.
Pese
a que la reducción de las reservas de Ecopetrol para 2015 fue menor a la
esperada, la expectativa en este
frente para 2016 no es optimista. Según Larraín Vial, esto se debe
a que el capex se redujo en 40% y a que el precio promedio del barril de Brent
está en US$36, 19,7% por debajo de los precios utilizados para calcular las
reservas de 2015. A esto se suma el hecho de que el costo del efectivo de la
petrolera estatal, sin incluir regalías, está entre US$23 y US$26 por barril.
“Así las cosas, Ecopetrol tendría
que añadir 236 millones de barriles para mantener sus reservas en el mismo
nivel, asumiendo además la plena ejecución del plan de producción”, dice
en su informe.
A pesar de que el campo Rubiales debería regresar a
Ecopetrol en la segunda mitad de 2016, trayendo el 2,9% de la producción
esperada para este año, la administración de la empresa espera que la
producción permanecerá estancada en 755.000 barriles diarios por tercer año
consecutivo, antes
de que comience a declinar, lo que debería aportar un alivio adicional para la
vida de las reservas.
Los
resultados de todo 2015 probablemente estarán en rojo, según el cálculo de
Larraín Vial, porque la revisión de las reservas genera un valor menor de los
activos fijos (el valor en libros excede al valor presente neto) y afecta el
P&G, llevando a pérdidas anuales por primera vez desde que Ecopetrol está
listada en bolsa. Excluyendo el potencial impairment (pérdidas por deterioro de
activos), el margen Ebitda debe aumentar 30% respecto al año anterior (por una
baja base de comparación y a gastos exploratorios más bajos), mientras habría
pérdidas de $17.000 millones. “Esperamos que el apalancamiento de Ecopetrol
haya terminado 2015 por encima de tres veces el Ebitda”, reiteran.
Al
cierre de esta edición aún no se conocían los resultados del último trimestre
del año pasado ni el consolidado, datos que serán revelados el próximo 6 de
marzo.
En
lo que va de 2016, cuatro firmas internacionales han cambiado su opinión sobre
Ecopetrol, desmejorando su expectativa sobre el desempeño de su acción. Ellas son
Longbow Capital Partners, KeyBanc Capital Markets, JP Morgan y Citigroup. Esta última ha sido la más radical, al
recomendar vender la acción de Ecopetrol, pues estima un precio objetivo del
ADR de la petrolera de US$6, inferior a su precio actual de US$7, pero también
si el precio del crudo sigue bajando, el ADR podría caer a US$3.
En
el Citi prevén que el Ebitda del cuarto trimestre de la compañía va a estar por
debajo del consenso (su cálculo es de $4,4 billones, 4% por debajo del
promedio). Así mismo, aseguran que las ganancias serán muy volátiles, debido a
la adopción de las Niif e impairments potenciales.
Sin
embargo, el debate sobre Ecopetrol no va a estar tanto en los
resultados como en la discusión de alternativas de financiación para 2016 y
2017. “Estimamos que la compañía necesita recaudar US$3.200 millones
en efectivo para mantener su liquidez, bajo un plan de capex de US$4.700 millones”,
dice el Citi.
El
banco estadounidense espera que los recursos frescos para Ecopetrol puedan
llegar de una menor repartición de dividendos (US$200 millones), nuevos
recortes de gasto de capital (de al menos US$600 millones), desinversiones (prevén
unos US$400 millones, aunque la compañía calcula US$1.500 millones), refinanciación
de deuda y gestión de sus administradores para buscar más ahorros.
En
el país también se están haciendo todo tipo de cábalas sobre la petrolera. En
Bancolombia, tras conocerse la caída de 11% en las reservas (un porcentaje
mayor al 6% que ellos preveían y que tenían incluido en su valoración de la
empresa), destacaron los ahorros que han obtenido las directivas de la
compañía, así como las eficiencias para hacerle frente a los menores precios
del petróleo. No obstante, consideran que, si incluye el recorte de reservas en
su valoración actual de Ecopetrol, el precio objetivo de la acción se reduciría
a $1.290, 12,2% menos que el actual.
“Aclaramos,
sin embargo, que este cálculo es de carácter informativo, pues requerimos
información actualizada sobre los resultados del cuarto trimestre y de todo
2015”, reiteran.
Otra
visión tiene Orlando Santiago, analista de la firma Fénix Valor. En su concepto,
las reservas no tienen por qué afectar el estado de pérdidas y ganancias, pues
si bien reducen el valor de los inventarios, no tienen por qué golpear las
utilidades. Su cálculo es que en el cuarto trimestre Ecopetrol ganó $350.000
millones y $2,7 billones en todo el año pasado.
El
ministro de Minas y Energía, Tomás González, también hace cálculos sobre el
aporte de Ecopetrol a los ingresos de la Nación: “2013, el año en que se
registraron los precios más altos y con la mayor producción, representó 20% de
los ingresos, excluyendo regalías. Este año se espera que esté muy cerca a cero
porque la situación de precios es muy difícil”, señala.
La
estrategia y las dudas
La
coyuntura, por los precios del petróleo, es muy compleja para Ecopetrol. Los
cálculos son que con un precio entre US$30 y US$40, la empresa tendría
resultados operacionales favorables, y entre US$20 y US$30 apenas podría cubrir
la caja.
En
la revisión de la estrategia que se hizo a finales de 2014, el foco de
Ecopetrol se dirigió hacia la exploración y producción, en momentos en que el
precio del crudo empezó a decaer. “Ecopetrol está enfocada en mantener la
producción, que es lo que más caja le genera. Segundo, es necesario armar el
equipo de exploración de élite que no se tiene y con un foco muy grande en
costa afuera, básicamente en gas. La empresa se va a meter en el mundo del gas
licuado y esto supone tener habilidades en este negocio. El año pasado la
compañía tuvo un ajuste muy grande en costos, cercano a 18%, sin que se
afectara la producción”, explica el ministro González.
Precisamente, el
ajuste en costos ha sido una de las estrategias de la petrolera para pasar el
chaparrón. En 2015 el recorte del gasto fue de $2,8 billones y para 2016 el
cálculo es de $1,6 billones, que en total suman cerca de $4,4 billones.
Frente
a las medidas que se están tomando para hacer el ajuste, expertos como David
Guardiola, head de Research de acciones de Larraín Vial, consideran que son
correctas, pero insuficientes. “Está bien reducir costos en $1,6 billones, pero
la estructura de costos de Ecopetrol es de $40 billones, lo que significa que
el recorte es de solo 4% y evidencia la poca flexibilidad que tiene la empresa
en ese frente”.
Entonces,
¿por dónde cortar? Todo indica que en la inversión. Para este año se había
presupuestado US$4.800 millones en este rubro, que implica una caída de 40% en
dólares, pero de 28% en pesos, lo que le da espacio para cortar en producción,
refinación y transporte. Sin embargo, esa cifra está en observación y, con
seguridad, no será la definitiva. El recorte dependerá del comportamiento de
los precios del petróleo y, muy posiblemente, se situará en cerca de US$3.000
millones.
Esta
disminución representaría una reducción en la producción, que ya se está
empezando a ver: se dio una suspensión temporal del campo Caño Sur Este porque
las cuentas no dan para producir a precios del barril alrededor de US$30. Es posible que en las próximas semanas
se conozca de al menos otros 10 campos que pedirían un cierre temporal, de unos
6 meses, pero que –según fuentes de la compañía– son campos menores y de producción marginal.
Y, además, en julio revierte Rubiales, lo que representaría unos 50.000
barriles adicionales.
Incluso
al interior de la petrolera se ha hablado de la posibilidad de vender pozos que
no sean rentables, que se suman a la venta de activos que están en el pipe line
de la petrolera: las participaciones en EEB, ISA e Invercolsa y la venta de
Propilco.
Sin
embargo, es en este punto donde empieza la controversia. Hoy los precios del crudo están en uno de los
niveles más bajos de la historia reciente, mientras las actividades de mayor
valor agregado empiezan a dar resultados operativos favorables gracias a que el
precio de sus insumos ha caído.
La
estrategia de venta de activos ya empezó a generar el rechazo de organizaciones
sociales como Justicia Tributaria, que se opusieron a la venta de Isagen y
ahora enfilan sus baterías contra lo que ellos llaman el desmantelamiento de
Ecopetrol.
Mario Alejandro Valencia, vocero de la Red de
Justicia Tributaria, dice que es innegable que hoy Ecopetrol vive una crisis,
pero en el largo plazo va a ser una empresa rentable y estratégica y, por lo
tanto, no tiene sentido ‘desmembrarla’. “Lo
que vale de la compañía no es el crudo, sino su infraestructura y sus negocios
industriales (refinación y petroquímica). Si en cinco años no hay más petróleo,
se importa y se usa dicho equipamento. Esa es la explicación para que cuando
cae el precio del petróleo no caigan sus subproductos, como el polipropileno”,
precisa e insiste en que por eso no es adecuado vender Propilco.
La
importancia de Propilco radica en que México y Brasil se unieron para construir
una megaplanta de etileno, invirtiendo US$4.200 millones, sustentados en la
idea de que, si bien es factible que el petróleo sea reemplazado como
combustible, su uso como materia prima para el plástico aún no tiene reemplazo.
Otros
coinciden en que la industria de los derivados del petróleo es una de las más
rentables y que con el reciente derrumbe en los precios del crudo han mejorado
los márgenes de Propilco, que históricamente habían sido de 5% frente al Ebitda
y hoy son de 11%. Lo mismo ha ocurrido con la refinería, cuyos márgenes
históricos han sido de US$6 por barril y hoy están en US$16. Sin embargo, puede
ser un buen momento para la venta.
“Claro,
son negocios que han crecido bastante, pero en la foto grande de Ecopetrol,
Propilco particularmente no representa mucho. Generó US$540 millones en
ingresos en los últimos 12 meses a septiembre, frente a los US$17.000 millones
de Ecopetrol, lo que equivale a 3% de los ingresos. En Ebitda, Propilco produjo
US$58 millones y Ecopetrol US$5.600 millones, es decir, 1%”, precisa Guardiola,
y considera que tiene sentido venderla porque Ecopetrol debe buscar caja por todos
lados y con Propilco podría conseguir unos US$500 millones, en el mejor de los
escenarios, lo que equivale a 10% del capex anual.
Otra de las preocupaciones de Justicia Tributaria
está relacionada con el anuncio de la petrolera de salir de los llamados campos
menores, que son los que producen entre 500 y 2.000 barriles diarios, pero que
concentran gran parte de las reservas. La
propuesta de la organización es que, en vez de venderlos, Ecopetrol compre
reservas probadas de empresas quebradas, tal como lo están haciendo otras
petroleras.
La
producción de Ecopetrol en el país se enfoca en seis u ocho campos y el resto
son los pequeños (que pueden ser unos 40.000). Según Juan Carlos Echeverry,
presidente de Ecopetrol, no se requiere salir a vender los campos sino buscar
socios a los que les pueda entregar la operación e ir en partes iguales en el
negocio.
La deuda
El mayor endeudamiento –uno de los riesgos que
implicaría la pérdida del grado de inversión– tiene en alerta a los analistas y
acuartelada a la administración. “Vamos
a hacer lo divino y humano para no perder el grado de inversión”, dice
Echeverry.
Hoy,
la deuda sobre Ebitda es superior a tres veces y podría fluctuar –según
cálculos de Ecopetrol– entre 3,8 y 4 veces este año. El compromiso de la empresa
con las calificadoras es reducirla a partir del año entrante.
En
2015 la deuda subió US$3.400 millones. Para 2016, Ecopetrol requiere en deuda
US$1.900 millones, en el peor escenario: que los precios del crudo sigan en
US$30 y que no sean enajenados los activos anunciados.
Algunos,
como los voceros de Justicia Tributaria, consideran que aunque Ecopetrol está
muy endeudado, sus obligaciones son a largo plazo (la más cercana vence en
2020, por US$2.600 millones), aún tiene campo para apalancarse más, algo
contrario a lo que indicarían las calificadoras.
Pero
no todos piensan igual. “Ecopetrol está corto de caja y no ha tenido que pagar
deuda. Y todavía se sigue endeudando. Y el Gobierno le está sirviendo en ese
propósito generando un incentivo perverso con el respaldo que le ha dado”, dice
un experto.
Algunos analistas calculan que Ecopetrol cerró 2015
con un apalancamiento de 3,5 veces Ebitda, que es muy alto, pues históricamente
ha sido de 0,4 veces y superior al de las grandes petroleras, que está entre
1,5 y 2 veces (la
excepción es Petrobras que tiene su endeudamiento entre 4,5 y 5 veces Ebitda,
pero no tiene grado de inversión). Agregan que hasta ahora las calificadoras le
han mantenido el grado de inversión a Ecopetrol porque ven su riesgo atado al soberano,
más aún cuando el Gobierno ha salido a respaldar la deuda de la petrolera, pero
en momentos en que al país le bajaron el outlook de la calificación.
Ese
es otro riesgo para las cuentas del Gobierno en el mediano plazo: con el
anuncio de respaldo tendría que cubrir la deuda en un escenario extremo donde
los precios del crudo no se recuperen e incluso puedan caer. Eso significaría
que en el futuro respondería por esa deuda, más las vigencias futuras en las
4G, los compromisos del proceso de paz y los temas sociales como salud y
pensiones. “Además, cuando la acción estaba en su punto más alto, la ganancia
era de todos, ahora, cuando está en dificultades, la responsabilidad es del
Gobierno. Debería estar buscando mecanismos para capitalizar o convertir parte
de la deuda en acciones”, agrega un analista.
Salir del laberinto no es fácil. Debe crear
estrategias para enfrentar la peor coyuntura de los últimos años; esto será
crítico para su futuro.
Los negocios:
La empresa está enfocada en buscar recursos en los campos donde hay yacimientos
probados.
Una
eventual venta de Cenit no ha sido discutida. Hay que hacer primero una
integración con la vicepresidencia de transporte de Ecopetrol.
Con
Bionenergy la estrategia es terminar la planta y, una vez esté operando, se
podría vender. Se ha optimizado el tipo de inversión: en cambio de hacer un
pozo de US$200 millones costa afuera, con esos recursos se hacen 4 o 5 costa
adentro. Para eso se crearon cuatro equipos de exploración: Caguán-Putumayo,
Llanos, Piedemonte y Magdalena. Además, busca socios para apalancar más
inversiones.
Fuente:
Dinero
Las críticas al nuevo billete de $100.000
Mientras
en el mundo se discute parar las emisiones de billetes de US$100 y 500 euros,
en Colombia el Banco de la República alista el lanzamiento del billete de
$100.000.
El argumento de los opositores siempre ha sido el
mismo: los billetes de altas denominaciones facilitan la evasión de impuestos,
el terrorismo, el narcotráfico, los delitos financieros y el tráfico de seres
humanos. Y si esta
es una preocupación en naciones con menores niveles de corrupción y mejor
seguridad que Colombia, valdría la pena pensar qué tanto ese temor se revive ad
portas de que salga a circulación el billete de $100.000, que va a ser el de
mayor denominación que hasta ahora ha tenido el país.
Desde
que fue anunciado, el nuevo billete ha tenido una dura oposición por parte de
los banqueros, agremiados en Asobancaria, así como de algunos académicos que
mantienen su temor frente al hecho de que las altas denominaciones facilitan
mover grandes cantidades de efectivo, no siempre con las mejores intenciones.
Justamente
ahora cuando falta menos de un mes para que el nuevo billete entre en
circulación –según el cronograma
del Banco de la República debe salir a las calles en el primer trimestre de
2016–, se empiezan a escuchar críticas en otros países contra los
billetes de alta denominación y se abre el debate sobre la necesidad de
dejarlos de emitir.
Una
de las más sonoras fue un blog publicado a mediados de febrero en el Washington
Post por Lawrence H. Summers, exsecretario del Tesoro estadounidense, quien
pidió matar al billete de US$100. Su solicitud se basa en un trabajo de
académicos de la Universidad de Harvard, quienes aseguran que las actividades
ilícitas se facilitan porque pesa menos transportar US$1’000.000. Si el millón se acumula con billetes de US$20
pesa 50 libras, pero si es con billetes de 500 euros pesa apenas 2,2 libras.
Los
académicos de Harvard dicen que los billetes de altas denominaciones están
vinculados con el crimen, por lo que no en vano a los de 500 euros se les
conoce como los “Bin Laden”.
Summers recuerda que a finales de la década de los
90, cuando se alistaba el billete de 500 euros, él advirtió en una reunión del
G7 sobre el peligro de tener un billete de tan alta denominación, “pues aunque
esa sería su moneda, sería un problema para el resto del mundo”. Por eso propuso, como
contraprestación a la no emisión de los billetes de 500 euros, que Estados
Unidos hiciera lo propio con los de US$100.
Su
propuesta no tuvo eco, pero 16 años después las cosas han cambiado y ahora es
el mismo jefe del Banco Central Europeo, Mario Draghi, quien ha anunciado que
estudian dejar de emitir los billetes de 500 euros, pues así como son usados
para ahorrar, también son los favoritos de los criminales.
Voces
en contra
La
nueva propuesta de Summers es que se establezca una moratoria sobre el billete
de US$100 para no emitir más e ir recogiendo los que están en circulación. No
obstante, advirtió que en Europa hay resistencia a eliminar los billetes de 500
euros, en particular en Luxemburgo, “por su larga y desagradable tradición de recibir a los evasores de
impuestos, los lavadores de dinero y a los defensores del secreto bancario y
donde, además, se imprime 20 veces más dinero en efectivo que en otros países
europeos”.
Con
lo que no contaba Summers es que su idea fuera duramente criticada en su país.
Un editorial de The Wall Street Journal advirtió que hay que tener cuidado con
los políticos que tratan de limitar las emisiones de billetes de alta
denominación, pues constituye una infracción contra el ejercicio de la
actividad económica privada.
Summers calificó de exagerada la acusación y les
preguntó a los editores del Journal si creen que la libertad económica
estadounidense se vio limitada por la decisión en la década del 60 de no
imprimir más billetes de US$1.000. “No
es la obligación de un gobierno proporcionar todos los medios de pago o
depósito de valor que alguien podría utilizar. Además, la abolición de los
billetes de US$1.000 no nos puso en una perdición monetaria”, enfatizó.
Mientras
el debate en Estados Unidos y Europa está en pleno vigor, en Colombia, en su
columna en El Espectador, Santiago Montenegro, presidente del Consejo Gremial,
pidió parar el billete de $100.000 con el argumento de la informalidad.
“La informalidad
tiene que ver con los requisitos que se requieren para abrir empresas, con los
costos parafiscales, con problemas de información y cruces de bases de datos y,
sin duda, también con aspectos tributarios que inducen a muchas empresas a
evadir impuestos y contribuciones. Pero muchas de estas actividades tienen
también un elemento en común: viven del efectivo. Pagar en efectivo les permite
no dejar traza y escapar, así, al control de las autoridades”, sostiene en su columna y propone que
para compensar el no tener billetes de alta denominación, se mejore la
bancarización.
Siguen
firmes
Pese
a estos pedidos, en el Banco de la República siguen firmes en su plan de emitir
el billete de $100.000, pues están convencidos de que el país necesita una
mayor denominación, debido a que han aumentado el ingreso per cápita y el
salario mínimo, lo que implica una mayor demanda por efectivo. “Desde 2000, momento en el que se emitió el
billete de $50.000, el PIB per cápita más que se triplicó y el salario mínimo
más que se duplicó; sin embargo, las denominaciones de billetes en circulación
se han mantenido inalteradas”, insisten en el Emisor.
Agregan
que no hay ningún soporte válido que permita afirmar que el nivel de
informalidad esté directamente relacionado con la estructura de denominaciones
de los billetes en circulación y que no emitir el billete de $100.000 implica
seguir atendiendo la creciente demanda de efectivo con más billetes de $50.000,
generando mayores costos para los diferentes agentes económicos legales que hoy
demandan efectivo, que en 99% son bancos comerciales. “Estas entidades tienen, en primera instancia, la responsabilidad
de conocer a quiénes les demandan altas sumas de efectivo y reportar las
operaciones que consideren sospechosas a los órganos de control”, subrayan.
El billete de $100.000 tiene buenas razones para
salir a la calle, pero
también son válidos los argumentos de los opositores a las altas
denominaciones. La historia dirá cuál de las dos partes tiene la razón.
Fuente:
Dinero
Por
'Caso Petrobras' expresidente de Brasil, Lula Da Silva fue arrestado en Brasil
La Policía Federal de Brasil detuvo al ex presidente
Luiz Inácio Lula da Silva para interrogarlo el viernes en una operación contra
la corrupción y lavado de dinero, y dijo que ganancias ilegales habían
financiado campañas y gastos del gobernante Partido de los Trabajadores.
La
policía reveló en un comunicado que tenía pruebas de que Lula recibió
beneficios ilícitos de un esquema de soborno de la petrolera estatal Petroleo
Brasileiro SA (Petrobras) en la forma de pagos y bienes raíces de lujo.
"El
ex presidente Lula, además de ser el líder del partido, fue el responsable
final de la decisión sobre quiénes serían los directores de Petrobras y fue uno
de los principales beneficiarios de estos delitos", dijo la policía en el
comunicado.
"Hay
evidencia de que los delitos lo enriquecieron y financió campañas electorales y
al tesoro de su grupo político", agregó.
Un
portavoz de Lula no respondió inmediatamente a las solicitudes de comentarios
el viernes.
La
Policía dijo que, en la última fase de la investigación sobre la operación
conocida como "Lavado de Autos", ejecutó 33 órdenes de allanamiento y
11 de detención en distintas ciudades, entre la que se incluyeron dos en Sao
Bernardo do Campo, donde vive Lula. Unos 200 policías y 30 auditores de la
oficina de impuestos federales participaron en la operación del viernes.
La
fundación de Lula dijo en un comunicado el jueves que el ex presidente nunca
había cometido algún acto ilegal antes, durante o después de su período
presidencial.
Su
detención podría ser el mayor evento hasta ahora en una investigación sobre
presunta corrupción en Petrobras, que ha involucrado a legisladores y a algunos
de los más poderosos ejecutivos de negocios de Brasil.
Lula
gobernó Brasil desde el 2003 hasta el 2010, cuando los fiscales alegan que
ocurrieron la mayoría de los chanchullos. Su detención podría afectar la
reputación del líder más querido en la historia moderna de Brasil y amenaza al
Gobierno de su protegida y sucesora, Dilma Rousseff.
La
mandataria también ha negado reiteradamente las acusaciones.
La
prensa brasileña reportó el jueves que el senador del partido gobernante
Delcidio Amaral, un importante aliado legislativo de Rousseff antes de ser
arrestado en noviembre, supuestamente vinculó a la presidenta y a Lula en el
escándalo que envuelve a Petrobras.
Fuente:
La República.
'En Colombia no habrá
racionamiento': Asoenergía
Según
el gremio de consumidores, el país puede descartar este escenario.
Marzo sería el mes más difícil, mientras en mayo se normalizaría la situación.
Marzo sería el mes más difícil, mientras en mayo se normalizaría la situación.
Lo
ocurrido con la hidroeléctrica Guatapé prendió las alarmas sobre un posible
apagón en el país.
Simulaciones
realizadas por Asoenergía, gremio que reúne a los grandes consumidores de
energía del país, indican que el país no enfrentará un desabastecimiento de
energía.
Los estudios indican que en marzo la hidrología será muy severa, en abril continuará baja, pero se normalizará durante mayo.
La intensidad del fenómeno del Niño, de acuerdo con el indicador ENSO, (que mide las desviaciones de temperatura del Océano Pacífico con respecto al nivel normal), alcanzó su punto máximo entre noviembre y diciembre del 2015. “A partir de enero se ha reducido visiblemente, lo que permite esperar que en mayo se recuperen las temperaturas habituales del océano y por tanto la hidrología regrese a su nivel normal”, explica el gremio.
Los análisis incluyen el daño en Guatapé y Termoflores y, a pesar de estos episodios, “hay razones sólidas para suponer que se podrá abastecer la demanda hasta el final de ‘El Niño’, por lo que el gremio no anticipa racionamiento de energía”, aseguró María Luisa Chiappe, presidente ejecutiva de Asoenergía.
Según los análisis técnicos hechos por Asoenergía, tanto las hidroeléctricas como las térmicas han estado generando suficiente energía para abastecer la demanda. Las importaciones de Ecuador, que podrían llegar hasta 7GWh/día, le darán mayor holgura al sistema.
Las térmicas han venido generando más de 85GWh/día en promedio, a pesar de que algunas plantas no aportaron energía al sistema. En particular Termocandelaria y Termodorada no despacharon energía, presumiblemente por razones de costos, en tanto que Termotasajero y Termoflores se encontraban en mantenimiento. En marzo ya se cuenta con la generación de Termocandelaria, Termodorada, Termotasajero y Termoflores. Esta última ha anunciado que retomará producción este viernes.
Por su parte, el sistema hidroeléctrico podrá abastecer la demanda a pesar de los problemas que se han presentado en algunas plantas.
Sobre el incidente en Guatapé, el gremio anotó que, a pesar de que sin el agua proveniente del Peñol las plantas de San Carlos y Playas disminuyen su producción en 30 %, siguen funcionando al 70 % porque reciben agua de otras fuentes.
“Se estima que las hidroeléctricas generen 104GWh/día en promedio durante el mes de marzo, 110 GWh/día en abril y 120 GWh/día en mayo”, puntualizó Chiappe.
Aunque su pronóstico es positivo, Asoenergía reitera la necesidad de realizar subastas adicionales para incorporar nuevas plantas hidroeléctricas y de carbón, hasta que se aporten como mínimo 2.000 MW adicionales de energía de bajo costo, y la asignación del cargo por confiabilidad en función de la eficiencia de las plantas.
Fuente:
Portafolio.
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