CIERRE MERCADO
ACCIONARIO LOCAL
Índice COLCAP cierra con
apreciación del 1,43%
Ayer
se negociaron $104.466,63 millones en 2.323 operaciones.
El
Índice de capitalización de la Bolsa de Colombia (COLCAP) cerró el martes en
1.332,08 unidades, con un aumento del 1,43% frente a la jornada anterior. En lo
corrido del año el indicador bursátil registra una variación negativa del
11,96%.
En
cuanto al índice de liquidez COLSC, éste subió 0,21% a 1.084,72 unidades, y el
COLIR subió 1,38% a 842,40 unidades.
La
especie con el volumen más alto de negociación fue ECOPETROL, con $18.647,08
millones (variación positiva en su precio del 4,23% a $1.725,00). También se
destacaron en este aspecto, PFBCOLOM ($11.145,69 millones, con cambio positivo
en su precio del 0,72% a $27.920,00) junto con GRUPOSURA ($9.244,84 millones,
con cambio positivo en su precio del 0,66% a $36.780,00).
Por
su parte, ECOPETROL logró el ascenso más importante durante la sesión. El
precio de este título creció un 4,23%, con cierre de $1.725,00. También se
destacó por su apreciación; CNEC, cuyo precio creció un 3,44% a $5.710,00; y
CELSIA, que ascendió un 3,40% a $4.260,00.
Entre
los títulos con mayor descenso en la jornada el más importante fue FABRICATO,
con una variación negativa del 4,40% a $15,20. También se presentó depreciación
en: TERPEL (con una variación negativa de 0,65% a $15.300,00) y PFAVH (con una
variación negativa de 0,14% a $3.460,00).
Fuente:
BVC.
El dólar terminó la jornada de ayer con un precio
promedio de $2.550,6
La
moneda estadounidense terminó la jornada de ayer en un precio promedio de
$2.550,68, lo que representó un alza de $13, frente a la Tasa Representativa
del Mercado (TRM) que se ubicó en $2.537,68.
Fernando Chacón, analista de divisas
de Acciones y Valores, afirmó que el movimiento del dólar estuvo marcado por la
coyuntura griega que se espera se defina hoy.
“Se llevará a cabo una reunión entre
el presidente griego, la presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI) y
el presidente del Banco Central Europeo (BCE) para definir la situación.
Además, uno de los miembros más importantes de la Reserva Federal (Fed) dijo
ayer que existe la probabilidad de subir las tasas de interés en septiembre y
ese pronunciamiento generó cierta debilidad en las monedas emergentes”, explicó
Chacón.
Al cierre del mercado, el precio del
petróleo presentaba números positivos, pues el WTI se ubicaba en los US$61,19
subiendo 1,34% y el Brent llegaba a los US$64,69 presentando un ascenso de
2,13%.
De acuerdo con los analistas, al final
de la jornada el petróleo tuvo un comportamiento alcista y afirman que con esta
evidencia el mercado empieza a descontar una caída en los inventarios de crudo
en Estados Unidos, lo que supone una menor cantidad de crudo en el mercado en
el corto plazo.
“Se espera que la demanda de crudo
siga estimulándose en la medida en que la utilización de las refinerías aumente
en Estados Unidos”, agregó Chacón.
Entre tanto, la divisa abrió ayer con
un precio de $2.552 y su cierre fue de $2.551,70.
El precio mínimo que se registró en la
plataforma Set-Fx fue de $2.545,50, mientras que el máximo fue de $2.558,50. El
monto negociado durante la jornada fue de US$1.034 millones en 1.455
operaciones.
Para los expertos, aunque no hubo un
gran fundamental, el dólar ha bajado su volatilidad y lleva alrededor de 10
días en un rango de entre los $2.508 y $2.551, pues afirman que en meses
pasados el movimiento de esta divisa era bastante agresivo.
Juan David Ballén, analista de Casa de
Bolsa, indicó que en el caso de que Grecia y la Unión Europea lleguen a un
acuerdo sobre su deuda, “el euro con seguridad terminaría ganando algo de valor
y ganándole terreno al dólar”.
Según los analistas consultados, de
subir la Fed las tasas en septiembre, la volatilidad de esta divisa sería más
fuerte.
Comportamiento de otras monedas en la región
La
moneda peruana retrocedió ayer 0,28%, un nuevo mínimo de más de seis años
debido al repunte global del dólar. Durante 2015, las ventas oficiales de
dólares suman US$5.107 millones, mientras que el sol acumula una caída de
6,74%. De otra parte, el peso argentino se mantuvo estable frente al
comportamiento del dólar estadounidense. Según los analistas, la expectativa de
lo que vaya a pasar con Grecia hizo que la mayoría de las monedas emergentes
presenten caídas importantes frente al dólar.
Fuente:
La República.
Balanza comercial no
levanta cabeza en los primeros cuatro meses de este año
En
los primeros cuatro meses de 2015, hubo un déficit comercial de US$5.060
millones, en comparación con los US$1.482 del mismo periodo del año pasado.
Según la información dada a conocer
por el Departamento Admnistrativo Nacional de Estadística (Dane), el mayor
impacto se dio por cuenta de las importaciones de manufacturas, lo que
representó un balance deficitario en US$11.195,5 millones.
Los combustibles y aceites grasos
tuvieron un resultado positivo. Entre enero y abril, la diferencia entre las
compras y ventas al exterior dieron una cifra positiva de US$5.298,4
millones.
El agro también arrojó buenos
resultados con unas exportaciones que sobresalieron en US$513,2 millones.
Las importaciones en lo corrido del
año tuvieron una contracción de 8,1%. Pasó de US$20.214 millones a US$18.574,75
millones.
Este comportamiento de explicó
por las menores compras de combustibles de 35,6%, al pasar de US$3.027,2
millones a US$1.948 millones.
En abril las cifras tampoco
repuntaron, las importaciones cayeron 18,2%, a US$4.461 millones.
Marcel Hofstetter, director del
programa de Economía y Finanzas Internacionales de la Universidad de la Sabana,
dijo que estas cifras muestran que la economía colombiana no está creciendo
tanto como se esperaba.
“Al tener un menor ritmo de actividad
económica, esto hace también que las importaciones se rezaguen”, aseguró.
Hofstetter enfatizó que el resultado de la balanza comercial muestra que las
exportaciones no han reaccionado a pesar de la devaluación de la tasa de
cambio. En cuanto al déficit, dice que esto también muestra que los productos
colombianos todavía no son competitivos o “el rezago era tan grande que todavía
no podemos competir en los mercados internacionales”.
Por su parte, el analista Jorge
Restrepo asegura que el resultado de la balanza comercial “es un volumen muy
abultado, es indiscutible” y dijo que la economía se acostumbró a un alto nivel
de importaciones e incluso, añadió, el país está dispuesto a pagar un alto
precio debido la devaluación del peso. Bajo su opinión, lo preocupante es que
“la oferta exportadora no esté reaccionando tan rápidamente como se esperaba”.
Las importaciones del país cayeron en el cuarto mes del año
Durante
el mes de abril, las importaciones del país se redujeron 18,2% en comparación
con el mismo periodo del año pasado. En total, las compras externas de Colombia
pasaron de US$5.454,8 millones a US$4.461,2 millones.
El
cambio en abril se dio, según las cifras publicadas por el Departamento
Administrativo Nacional de Estadística (Dane), por la caída en el grupo de
combustibles y producción de industrias extractivas en 18,4%. La cifra de abril
hizo que, en los primeros cuatro meses del año, las importaciones también
cayeran 8,1% frente al mismo periodo del año anterior.
Los
datos dados a conocer por el Dane registraron que la balanza comercial, en los
primeros cuatro meses, tuvo un déficit de US$5.060 mientras que el año pasado
había sido de U$1.482.
En este periodo de tiempo, las
exportaciones del país disminuyeron 28,9% en comparación con el mismo tiempo
del año pasado. La contracción de la cifra se debió, según el Dane, a que
cayeron en 41% las ventas externas de los combustibles y los productos de las
industrias extractivas. Al igual que sucedió el año pasado, los mayores
déficits de la balanza comercial se presentaron con China (US$2.611,2
millones), Estados Unidos (US$2.024,3) y México (US$993,7 millones). En 2014,
los mayores déficits estuvieron en las balanzas con Estados Unidos
(US$1.352,5 millones) y China (US$1.252,6 millones).
Fuente:
La República.
Banco de la República
dejaría inalteradas sus tasas de interés en 4,5%
Desde
el primero de septiembre del año pasado, José Darío Uribe, gerente del Banco de
la República, comienza la rueda de prensa tras la junta directiva diciendo que
las tasas de interés quedan inalteradas en 4,5%. En la reunión de hoy, de
acuerdo con los analistas, Uribe hará el mismo anuncio, aunque cerca de la
tercera parte de los expertos consultados cree que habrá una baja en los tipos
antes de que cierre este año.
Tras la última reunión, Uribe
indicó que el bajo crecimiento de nuestros socios comerciales, la
desaceleración de la economía colombiana y una inflación alta, pero
transitoria, eran los elementos que había tenido en cuenta la junta directiva
del Emisor para dejar estables las tasas de interés.
Para el analista económico de Acciones
y Valores, Fernando Chacón, la lectura de la situación económica no debe haber
cambiado mucho, y por eso, “lo más prudente sería mantener inalteradas las
tasas de interés del Emisor por el resto del año”.
Por su parte, el analista económico de
Alianza Valores, Santiago Álvarez, espera que luego de esta reunión el Banco
sea mucho más claro frente a cómo está viendo la economía en este año.
“Esperamos cierto cambio de lenguaje
después de conocerse los datos del Producto Interno Bruto (PIB) del primer
trimestre, cierta profundización sobre lo que pasó. Se espera que den un poco
más de luces frente al descenso de la inflación y que nos hablen sobre cuáles
son los sectores que ellos ven más débiles. Hablan de sector externo, pero uno
esperaría que hablen un poco más de qué pasa con el consumo o la industria”,
dijo.
Adicionalmente, Álvarez indicó que en
la última parte del año se podría ver una baja en las tasas de interés, debido
a que la inflación convergería al rango meta del Emisor en los meses de septiembre
u octubre, y eso le daría al Banco espacio para bajar las tasas de
interés.
El jefe de investigaciones económicas
de Valoralta, José David López, cree que a final de año podría haber una
reducción en las tasas del Banco, aunque López que eso se debería a una fuerte
preocupación por la desaceleración de la economía.
“Creemos que el crecimiento del país,
la desaceleración, va a pesar más que los temas inflacionarios en la decisión
del Banco de la República. Por un lado estamos viendo un crecimiento de PIB de
3,2% para todo 2015, muy inferior al del año pasado (4,6%). Por el otro lado,
vemos que la inflación ya llegó a su tope y se convergerá hacia 3,75% para
final de año”, puntualizó.
Sin embargo, hay analistas que dudan
que el Banco pueda tener ese espacio y Anif indicó que la devaluación del peso
le quita esa posibilidad al Emisor. “Lo paradójico es que la coyuntura actual
refleja la necesidad de una política monetaria-fiscal contracíclica, pero su
espacio es casi nulo, dadas las presiones de transmisión de costos por la vía
cambiaria”.
Las expectativas siguen ancladas
De
acuerdo con la encuesta de Anif a entidades del sistema financiero, las
expectativas de inflación están en 3,2% para diciembre del próximo año. Según
el economista jefe del Citibank, Munir Jalil, esta es la razón por la cual el
Banco de la República no movería sus tasas de interés, ya que el Emisor pone
mucha atención a los pronósticos de la variación de precios a 18 o 24 meses,
que es la “inflación en el horizonte de política”.
Fuente:
La República.
Al invertir lo que más
se analiza son los factores externos y crecimiento económico
La
encuesta de opinión financiera de Fedesarrollo y la Bolsa de Valores de
Colombia para el mes de junio señala que a la hora de invertir, lo que más se
analiza son los factores externos (39,1%), seguido del crecimiento económico
(31%), la política fiscal (18,4%), la política monetaria (8%) y las condiciones
de seguridad (2,3%).
Frente al mes anterior, las dos primeras
cayeron levemente en su porcentaje de respuesta, mientras la política fiscal y
la monetaria, así como la seguridad, cobraron una mayor relevancia.
Siguiendo con la línea de inversiones,
los administradores de portafolio señalaron que para los próximos tres meses
tienen proyectado mantener o aumentar sus posiciones en efectivo, commodities y
fondos de capital privado. “Resalta el progreso en el balance del efectivo,
fenómeno característico en momentos de incertidumbre. Por su parte, los
inversionistas mantienen su apetito por deuda pública (de tasa fija), así como
por la deuda privada de tasa fija y las acciones locales, a pesar que la
proporción de analistas que planea mantener o aumentar su posición en estos
activos haya disminuido. En contraposición, se evidencia una disminución en las
posiciones de TES en UVR, así como en deuda privada indexada al IBR, al IPC y a
la DTF”, dice la encuesta.
Con respecto al Colcap, que viene
generando preocupación por su cercanía a las 1.300 unidades, la mayoría de los
analistas (69%) indicó que prevé que durante los próximos tres meses aumente o
quede igual, mientras que 31%, que caerá.
Felipe Campos, gerente de
Investigaciones Económicas de Alianza Valores, afirmó que “el Índice va a estar
en esta zona más de tres meses, probablemente todo el segundo semestre va a
estar ahí. El rebote que prevén la mayoría de los analistas va a durar poco
pues aún faltan oleadas de ventas, de emergentes y reacciones del mercado por
el tema de la subida de tasas en Estados Unidos. En lo que queda del año vamos
a estar tocando el piso de las acciones colombianas, o máximo en el primer
trimestre de 2016”.
Las acciones más atractivas
La
encuesta también le pidió a los analistas identificar las acciones consideradas
más atractivas dentro de la canasta del índice Colcap. En este caso el primer
lugar fue para la especie de Grupo Sura con 37%, seguida de Cementos Argos con
32,6%, Grupo Argos con 28,3%, Corficolombiana con 28,3%, Bancolombia con 26,1%
y Davivienda con 21,7%.
Finalmente, sobre los riesgos a
mitigar en los próximos 3 meses, 81% dijo que buscará blindarse contra la tasa
de cambio; 32,8% frente a la tasa de interés, 13,8% frente a la inflación, 1,7%
está preocupado por renta variable y 10,3% por riesgo de crédito.
Fuente:
La República.
Ecopetrol anunció que
emitirá bonos por US$1.500 millones a 10 años
La
petrolera estatal colombiana, Ecopetrol, anunció que emitirá bonos por US$1.500
millones a diez años en mercados extranjeros, así lo dio a conocer Bloomberg en
una información publicada ayer.
Con esta movida, la empresa busca
capital para realizar inversiones, indicó la agencia de noticias.
“Ecopetrol vendería los valores para
obtener rentabilidades de cerca de 3,05%, lo que estaría por encima de bonos
del tesoro de Estados Unidos que tendrían la misma madurez, indicó una persona
familiarizada con la negociación que no está autorizado a hablar sobre el tema
y pidió no ser identificado”, señaló la publicación.
Además, destacó que, según la
información reportada por los reguladores de Estados Unidos, en la venta
estarían trabajando los bancos Credit Suisse, AG y Hsbc holdings.
Recientemente, la calificadora Fitch
Ratings indicó que mantuvo la calificación en moneda extranjera y local de
Ecopetrol en BBB y BBB+, respectivamente.
Adicionalmente, para el caso de la
calificación nacional de largo plazo y de corto plazo, la calificadora también
las mantuvo en AAA(col) y F1+(col).
“Las calificaciones de Ecopetrol
reflejan su sólido perfil financiero y mejora de los niveles de producción. La
recientemente revisada estrategia de crecimiento de Ecopetrol y las inversiones
de capital asociadas se consideran adecuadas para la calidad crediticia de la
compañía. Se espera que Ecopetrol mantenga un perfil financiero y crediticio
consistente con las calificaciones asignadas”, dijo Fitch en el informe que fue
replicado en un comunicado de la petrolera.
Fuente:
La República.
“La regla fiscal en una
recesión es un poco suicida”, dice Salomón Kalmanovitz
Salomón
Kalmanovitz (1943) es un profesor universitario de tiempo completo. Sus
primeras clases de economía en la Universidad Nacional datan de 1970. Pero no
siempre estuvo allí, en la universidad pública, también ha estado vinculado a
las privadas como Los Andes, Externado y ahora a la Universidad Jorge Tadeo
Lozano. Sus posturas económicas neoinstitucionales lo tienen como referente
crítico de nuestro acontecer. Fue codirector del Banco de la República,
investigador del Dane y del Cinep y es uno de los columnistas más críticos de
los procesos económicos del país.
Bien se puede decir que las tesis
económicas de Kalmanovitz, más que pesimistas y críticas, son constructivas
sobre el verdadero deber ser del Estado como actor social y económico. Es de
los historiadores de la economía más reconocidos y sus ensayos son de
obligatoria lectura en todas las universidades.
¿Cómo ve la economía?
Con
cierta preocupación pues después de una década larga -unos 12 años- de
crecimiento fuerte, las cosas decaen. Yo saque el promedio entre 2003 y 2014,
lapso durante el que tuvimos un crecimiento promedio de 4,7%. Casi un punto por
encima de lo que veníamos haciendo en los 90.
¿Qué papel jugó el petróleo?
Desarrollamos
un sector líder muy vulnerable, que no logró meternos en las grandes ligas de
los países productores. Sí, subimos de 300.000 barriles diarios a producir un
millón; hubo algunos descubrimientos, pero la mayor parte fue recuperación
secundaria de pozos existentes, producto de un cambio tecnológico, que trajo Pacific
Rubiales. Fue una fase que se consideró como premio mayor permanente, pues era
un cambio estructural y no se tuvo en cuenta que estaba sometido a los vaivenes
del mercado global de materias primas. Son mercados muy volátiles sometidos al
posconflicto del Medio Oriente y a los cambios tecnológicos.
¿No aprovechamos las vacas gordas del petróleo?
Cuando
vino el despeñadero nos encontró en una situación donde el país no había
ahorrado. Colombia gastó mucho más de lo que podía, tanto el Gobierno como el sector
privado. El Gobierno se endeudó considerablemente; se mantuvo en déficit a
pesar de que había una gran oportunidad para tener ahorro con el cual enfrentar
años de vacas flacas. Hoy en día tenemos una deuda externa pública de US$60.000
millones; una deuda interna pública 26% del PIB, entre ambas casi abarcan 50%
del PIB en deuda pública.
Eso
está como escondido; eso no se ha puesto en evidencia y nos hace más
vulnerables, pues tenemos menos capacidad de enfrentar una situación difícil,
con endeudamiento fresco que sería una de las salidas. Tenemos ocupada nuestra
capacidad de pago con ese endeudamiento contraído cuando no se
necesitaba.
¿Cuánto vamos a crecer?
Mi
pronostico basado en la tasa trimestral, que es el método que tienen casi todos
los países menos acá, usted lo multiplica por cuatro y le da la tasa de
crecimiento anual de 2,8%. Si se mantiene la desaceleración como ocurrió en el
cuarto trimestre del año pasado frente al tercero, creo que el freno va a ser
mayor, entonces vamos a terminar con 2,5% o 2,2% de crecimiento este año. Yo
creo que soy buen economista, y los buenos economistas no hacemos pronósticos.
Pero digamos en base a la evidencia y en base a como fueron los datos del
último intertrimestral que conocemos, el máximo es 2,8%”.
¿Tenemos las herramientas para salir a flote?
Tenemos
un banco central independiente, un gobierno que se pega a la ortodoxia (que se
ató las manos con la regla fiscal). La regla fiscal en una coyuntura recesiva
como la que vamos a tener el año entrante es un poco suicida, pero bueno, como
le dije, ocupamos la capacidad de endeudamiento que hubiéramos tenido si no
hubiéramos reducido los impuestos cuando nos llegaba la renta petrolera, si la
hubiéramos mantenido, si hubiéramos mantenido un ahorro público, si no nos
hubiéramos endeudado tanto, entonces tendríamos una mejor capacidad de
enfrentar con políticas contracíclicas lo que se nos viene encima.
¿Ya pasaron las vacas flacas o no llegan aún?
Apenas
arrancando. Todavía las regalías del año pasado se están gastando este año; no
hay problemas este 2015 para los gobiernos locales. En 2016 la situación va a
ser de mucha mayor penuria. Tenemos un estabilizador automático que es la tasa
de cambio flotante, eso ayuda a recuperar el equilibrio de la cuenta corriente,
pero la cuenta corriente está alcanzando 6% del PIB. Si usted ve los datos de
The Economist, Colombia tiene el déficit de cuenta corriente más grande de
todos los países enlistados. Nos estamos financiando con inversión extranjera
que se dedicaba en su mayor parte a petróleo y minería. Eso va a tener un
frenazo muy brusco, entonces vamos a tener todavía una cuenta corriente en
déficit por un par de años, hasta que la devaluación empiece a frenar las
importaciones.
¿Cómo ve 2017?
Más
difícil aún. Apenas estamos empezando el despeño de nuestra economía que tiene
que ver con una pérdida permanente de riqueza. ¿Se va revertir? Quién sabe. El
sector brillante de la agricultura que era el biocombustible también se va a
ver afectado, porque es un bien sustituto que cayó de precio. Aunque aquí
todavía somos compincheros con los palmeros y con los azucareros, y se
mantendrá el precio alto que tiene nuestra gasolina y diesel. Pero tarde o
temprano las condiciones le van a poner un freno también al desarrollo de esta
agricultura de biocombustibles.
¿Alguna luz industrial?
La
industria se va a ver favorecida por una tasa de cambio más devaluada, así se
recupera el mercado interior y puede que exporte más, pero está tan mal que
lleva 20 años de deterioro. Ha perdido participación en el PIB. Muchas empresas
cerraron, otras se volvieron maquiladoras. Para que vuelva haber inversión
industrial, hay que poner a producir las fábricas que tienen sus maquinarias
guardadas oxidándose.
¿Y la agricultura?
Tenía
síntomas de recuperación, pero eran biocombustibles y lo que le falta a la
agricultura son bienes públicos. Me parece lamentable que todo el intento que
hizo Juan Camilo Restrepo de dotar el Ministerio de personal técnico calificado
y recuperar el ICA, todas esas cosas se revirtieron. Le devolvieron el
Ministerio de Agricultura a los políticos. Y sin bienes públicos veo difícil
que se desarrolle la agricultura y la agroindustria. Para exportar necesitamos
controles fitosanitarios; para tener controles fitosanitarios debemos tener
unos buenos institutos que tengan ramificaciones por todo el país; que sean
certificados internacionalmente y que nos crean que nuestros productos son
buenos para la salud humana o animal. Si estuviéramos exportando concentrados
animales, que podrían ser una fuente muy importante, vemos que no tenemos
producción de soya, sorgo y maíz amarillo. Todo eso ha caído y se ha venido
importando; con el agravante de que la bonanza mineroenergética nos causó
enfermedad holandesa y apenas nos estamos recuperando de ese mal.
¿Qué ve a largo plazo?
Mi
retrato es mixto. Hay elementos que en el mediano plazo nos van a hacer un
desarrollo más fuerte de los sectores en los cuales se tiene que basar el
desarrollo de un país. Y un país no se desarrolla exportando materias primas,
pues esta sometido a la volatilidad. Los precios de las materias primas tienen
periodos de auge y otros de estrepitosas caídas. Colombia tuvo gran desarrollo
económico y tasas altas de crecimiento cuando la población rural, que tenía una
productividad muy baja vino a la ciudad a trabajar en industria, banca o
comercio, que tenían productividades 50 0 100 veces superiores. Ese periodo se
fue agotando y nuestras tasas de crecimiento se fueron marchitando. Varios
países desarrollados cuando tuvieron auge de las exportaciones de sus materias
primas, construyeron sistemas educativos universales y de buena calidad; tenían
sus instituciones para hacerlo. Nosotros no las tenemos.
¿Cuáles son nuestras fortalezas?
Nuestro
gran activo tener estabilidad macroeconómica; un régimen de tasa de cambio
flotante, que nos ajuste automáticamente frente a las loterías y frente a las
perdidas; y una inflación relativamente baja, pero nuevamente nos está
amenazando la devaluación. Tenemos una inflación aproximándose a 5%, el Emisor
dice que es coyuntural, que se debe al clima, pues yo no soy profeta del clima,
nadie lo es, yo no se si eso se revierta, tampoco es probable que la
devaluación se quede donde está. Falta que ajuste la Reserva Federal su tasa de
interés. Si la empieza a elevar empieza haber flujo de capitales y eso va a
llevar a una mayor devaluación”.
El pilar neoinstitucionalista
Educado
en universidades estadounidenses (Universidad de New Hampshire y New School for
Social Research) en economía y filosofía, Salomón Kalmanovitz no pudo evitar
permearse por la corriente institucionalista norteamericana. Es por eso que su
obra trata de explicar la evolución de las instituciones dentro de la economía
colombiana, como se ve en su libro ‘Las instituciones y el desarrollo económico
en Colombia’, editado en 2001 por Norma, y publicado cuando era codirector del
Emisor. También por eso, Kalmanovitz se ha dedicado al estudio de la historia,
al punto de que el decano de ciencias económico-administrativas de la universidad
Jorge Tadeo Lozano es también el presidente de la Junta Directiva de la
Asociación Colombiana de Historia Económica.
Fuente:
La República.
Terpel reportó un ebitda
de $455.000 millones durante 2014
Terpel
declaró que durante el año pasado alcanzó ventas por $12,7 billones, lo que
representó para la compañía un crecimiento de 5,4% con respecto a los
resultados presentados en 2013.
Sumado a esto, la empresa informó que
el ebitda alcanzó $455.000 millones. Según voceros, estos resultados se ven
jalonados por el cambio de negocio que está llevando a cabo la compañía que se
enfoca en servicios adicionales como lo son la atención en comidas y otros
servicios. Este viraje en el negocio, se reflejaron en $125.422 millones que
tuvo alcanzó de utilidad neta la firma.
“Con nuestra estrategia de negocio
buscamos ser reconocidos por todos los que entran en contacto con nosotros. Con
cada acción buscamos que nos prefieran”, aseguró Sylvia Escovar, presidente de
Terpel.
La compañía también informó que ya
consolidó su estrategia de servicios agregados con la creación de 400
estaciones de venta de alimentos. Sumado a esto, renovaron 14 estaciones
y generó al rededor de 520 empleos directos en la región y más de 8.000
en Colombia.
Cabe recordar que Terpel incursionó en
el mercado de valores con la inscripción de su acción en la bolsa. A cierre de
2014, la empresa presento saldo favorable en este sentido, pues transó cerca de
$12 millones de bonos por parte de inversionistas nacionales y extranjeros. El
año pasado se ratificó que 91% de los proveedores de la compañía fueron
empresas nacionales.
La empresa privada más grande
Sylvia
Escovar, presidente de Terpel, confirmó que con los buenos resultados expuestos
durante la gestión del año pasado, sumados a los que esperan conseguir al
finalizar en 2015, la compañía perfila a seguir consolidándose como la
privada más vendedora del país, pues tan solo es superada por la estatal
Ecopetrol. De igual modo se reiteró que las metas de crecimiento para este año
estarán muy cercanas a los porcentajes con los que terminaron en 2014, es
decir, 5%.
Fuente:
La República.
La banca de inversión en
un año de desaceleración
Este
año apunta a ser muy activo en fusiones y adquisidores a nivel mundial pero más
lento y menos atractivo en la región y en Colombia.
Las grandes
fusiones y adquisiciones están a la orden del día en el mundo. Entre las razones que lo explican según Deutsche Bank, se
encuentra la holgada liquidez que han entregado los bancos centrales, que hay
empresas más atractivas por la solidez de sus balances, menor volatilidad en el
precio de las acciones e históricamente bajos costos de financiación. Pero estos factores no son del todo nuevos. La actividad mundial en 2015 se
explicaría por factores adicionales como una mayor transformación al interior
de las industrias, las nuevas dinámicas impositivas, las
dificultades de lograr un crecimiento orgánico y las crecientes presiones de consolidación y restructuración
de las empresas.
Las cifras reveladas por Deutsche Bank señalan que 2015 va camino de superar el mejor año en la historia de fusiones y adquisiciones, al menos en el monto. Este año, los acuerdos anunciados ya suman US$2 billones. Según estimaciones del banco es posible que en 2015 se presenten a nivel mundial 72 acuerdos que superen el valor de US$10.000 millones cada uno, frente a 31 cierres de esa magnitud en 2014.
Entre las tendencias globales que están transformado la actividad en las diferentes industrias se resaltan la restructuración empresarial en el sector de recursos naturales ante el escenario de bajos precios por un periodo prolongado de tiempo; las diferencias de márgenes entre empresas del sector salud y los disparidades que tienen para hacer inversiones en investigación y desarrollo; los cambios tecnológicos en el sector de comunicaciones; y la necesidad de acceder a una masa crítica de usuarios y de talento en las empresas tecnológicas.
Ahora bien, las divergencias económicas en el mundo se han acentuado en 2015 y se ven reflejadas en una mayor disparidad en la actividad de fusiones y adquisiciones tanto por regiones como por países.
Muy activos este año han sido los mercados de Medio Oriente y Norte de África, México, China, Reino Unido y Estados Unidos mientras que en Suramérica se presenta una pronunciada caída en la actividad de adquisiciones, en especial por Brasil.
La situación en
Colombia es distinta
Para el caso colombiano, es evidente el cambio súbito que han generado los menores precios del petróleo en el clima de negocios. Tanto por su efecto en las variables financieras como en las económicas, ese cambio se ha traducido en cierta lentitud para el cierre de los acuerdosque se veían próximos a culminar este año.
Según conoció Dinero, al consultar a una de las principales bancas de inversión del país, la mayor tasa de cambio ha supuesto un menor incentivo para los empresarios que veían con buenos ojos vender sus empresas a inversionistas del exterior. Hoy estos empresarios recibirían una cantidad similar de pesos pero al expresar dicho valor en dólares, recibirían cerca de 40% menos que hace un año. Por el contrario, el interés internacional con un dólar más alto se ha visto favorecido al disminuir el monto necesario para realizar sus inversiones en Colombia.
Otro factor que ha pesado en el año son los obstáculos al proceso de venta e Isagen. La privatización de la empresa era claramente el negocio más importante en cuanto a adquisiciones que podrían materializarse, dinamizando las asesorías y mandatos en las firmas de banca de inversión.
Sin embargo, este año la compra de Odinsa por Argos ha animado el ambiente de negocios. El valor de la transacción cercano a US$370 millones es una de las movidas más importantes del año y ha alborotado a las empresas del sector de construcción que han manifestado su interés por conocer cómo serían las posibles condiciones del mercado en caso de querer vender.
Entre los posibles negocios que se estructuren en Colombia hay expectativa ante el interés de Ecopetrol de disponer de algunos de sus activos no estratégicos o la venta de TGI por parte de la Empresa de Energía de Bogotá y cuyo monto sería de los más altos del año.
De cara al factor tasa de cambio, algunos banqueros consideran que los empresarios deberían revisar el contexto colombiano pues puede sugerir la necesidad de una mayor tasa de cambio. En ese sentido, sigue siendo preferible un acuerdo de venta con tasa de cambio cerca de $2.500 en lugar de $3.000. Sin embargo, se sabe que es una variable impredecible.
Quitando algunos casos puntuales, las principales bancas de inversión se tendrán que mover a un segmento de montos más pequeños, del orden de US$30 millones. Las bancas de inversión afirman que en ese sentido trabajo hay y que junto con la actividad de “project finance” para las alianzas público-privadas y las obras de infraestructura, este año se mantienen muy entretenidas.
Fuente: Dinero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario