jueves, 23 de julio de 2015

Julio 23 de 2015

CIERRE MERCADO ACCIONARIO LOCAL
Índice COLCAP cierra con apreciación del 0,44%

Ayer se negociaron $89.139,11 millones en 1.856 operaciones.

El Índice de capitalización de la Bolsa de Colombia (COLCAP) cerró el miércoles en 1.306,33 unidades, con un aumento del 0,44% frente a la jornada anterior. En lo corrido del año el indicador bursátil registra una variación negativa del 13,66%.

En cuanto al índice de liquidez COLSC, éste subió 0,12% a 995,21 unidades, y el COLIR subió 0,48% a 826,80 unidades.

La especie con el volumen más alto de negociación fue GRUPOARGOS, con $13.630,73 millones (variación positiva en su precio del 0,59% a $17.000,00). También se destacaron en este aspecto, ECOPETROL ($13.501,60 millones, con cambio negativo en su precio del 1,53% a $1.610,00) junto con PFBCOLOM ($10.228,86 millones, con cambio positivo en su precio del 0,37% a $26.900,00).

Por su parte, EXITO logró el ascenso más importante durante la sesión. El precio de este título creció un 3,99%, con cierre de $22.440,00. También se destacó por su apreciación; PREC, cuyo precio creció un 2,58% a $7.550,00; y CEMARGOS, que ascendió un 2,56% a $9.600,00.

Entre los títulos con mayor descenso en la jornada el más importante fue ECOPETROL, con una variación negativa del 1,53% a $1.610,00. También se presentó depreciación en: ETB (con una variación negativa de 0,79% a $503,00) y TERPEL (con una variación negativa de 0,65% a $15.300,00).

Fuente: BVC.



El dólar llegó a los $2.800 en la jornada de hoy, tras subir $10,14

A las 8:00 de la mañana, el dólar alcanzaba un precio promedio de $2.800,40, lo que representa un aumento de $10,14 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que se ubicó en $2.790,26.

La divisa abrió el día con un precio de $2.795 y su cierre a esa hora era de $2.800.
El precio mínimo que se registraba en ese momento en la plataforma Set-Fx era de $2.795, mientras que el máximo se ubicaba en $2.803.

El monto negociado durante la jornada era de US$10,2 millones en 25 operaciones.

Fuente: La República.



En la última semana, sus compras en dólares se han encarecido en $101,92

Si el miércoles pasado (15 de julio) usted usó su tarjeta de crédito para comprar una canción en Apple por US$1, esa pista le costó $2.688,20, ayer, basado en el precio promedio de la moneda, el valor de esa compra subía a $2.799,50, es decir, en una semana su deuda aumentó $101,92. Quienes, por ejemplo, compraron un Kindle Fire en US$179, pasaron de pagar $481.187 a $499.431 y la expectativa es que siga subiendo y toque los $2.900 en las próximas semanas, según los analistas.

El dólar terminó la jornada de ayer con un precio máximo de $2.799,50, acercándose cada vez más a la barrera de los $2.800 que se había establecido semanas antes y marcando de esta manera un nuevo límite, o en otras palabras un nuevo máximo, pues según los analistas, en las próximas semanas podría estar rondando los $2.900.

Algunos expertos establecen como foco el máximo registrado en 2003: $2.989, no obstante, ese nivel o un máximo de $3.000 es más probable a mediano plazo (en un periodo de cerca de dos meses), claro está que si las condiciones externas se encrudecen, particularmente el precio del petróleo, bajando de los US$50, podría llegar más rápido a esos niveles.

Daniel Escobar, director del departamento de estrategia de Global Securities,  explicó que el nuevo máximo de ayer superó el registrado el martes, de $2.777,77. “Si continuamos recibiendo noticias negativas, la tendencia se mantendrá al alza y podremos tener nuevos máximos rondando los $2.900”.

Por su parte, Fabio David Nieto, economista jefe del Banco Agrario, sostuvo que con este nuevo máximo, la nueva barrera psicológica (resistencia) es de $2.800, siendo la siguiente barrera la de $2.900 (50% de probabilidad). Si se llega a o  se superan los $2.800, como casi ocurre ayer  y seguro va a terminar ocurriendo (100% de probabilidad). 

Para Sergio Zafra, analista económico de Ideas de Inversión, la principal barrera psicológica es de $2.800, pero debido al avance de gran dimensión de la divisa estadounidense es posible que se empiece a observar  nuevos máximos. “Para las próximas jornadas y debido al entorno macroeconómico, el dólar podría llegar a máximos de $2.900 e incluso acercarse a los $3.000 en lo que queda del año, pudiéndose corregir la devaluación del peso a cierre de año”.

Finalmente, Camilo Silva, socio fundador de Valora Inversiones, dijo que para llegar al siguiente nivel de máximos de $2.900 tendría que haber una caída pronunciada de los precios del petróleo e incrementarse el deterioro de la balanza comercial del país. “Si esto llega a suceder, estaríamos a nada de alcanzar y superar los máximos históricos registrados en el año 2003”. 

Los analistas consultados atribuyen el alza de la moneda estadounidense a la caída del precio del petróleo, el ajuste a la baja de las expectativas de superávit primario en el tema fiscal de Brasil, el nerviosismo por el acuerdo con Irán, y el estrés que hubo en las últimas semanas debido a temas como el de Grecia y las bolsas de China.

El peso no fue el único golpeado, en Perú la tasa de cambio terminó en 3.189 soles, tocando máximos de seis años; y en México estiman que llegarán a 16.70 en ventanillas bancarias. 

El barril de WTI bajó 3,44%, registrando $49,11
El petróleo de referencia WTI bajó 3,44% y a cierre de mercados registró un valor de US$49,11, mientras que el Brent presentó una variación negativa de 1,79%, a un precio de US$56,02 por barril. La caída del precio fue causada por el incremento en los inventarios en Estados Unidos la semana pasada. Según la Administración de Información de Energía (EIA), las existencias de crudo subieron 2,5 millones de barriles, frente a las expectativas de analistas que esperaban una caída de 2,3 millones de barriles. 

Fuente: La República.



La inclusión financiera es el pilar de RSE de los bancos Bbva y Bancolombia

Actualmente 30% de los colombianos tienen relación con alguna institución financiera. El número es importante si se tiene como referencia países similares como Perú, México y Panamá. En comparación con ellos, la diferencia porcentual es cercana a los 12 puntos. Es por esa razón que los bancos han venido tomando conciencia sobre lo que se debe hacer para seguir incrementando los índices de inclusión financiera, en busca de ofrecer beneficios.

Son varios los bancos que le están apuntando a ese objetivo. Bancolombia, Davivienda, Banco de Bogotá y Bbva son algunos de ellos y lo que buscan es dar facilidades para que los usuarios puedan tener acceso directo a los pagos con sus respectivos bancos y a quienes no lo son, darles la oportunidad de adquirir productos como pequeños créditos que incentiven la creación de pequeñas empresas o la financiación de proyectos personales que mejoren la calidad de vida de las personas. 

Bancolombia está llevando a cabo un proyecto que tiene como eje fundamental el apoyo a pequeños empresarios. Este plan, llamado Mi Negocio,  busca fundamentalmente que quienes quieran emprender busquen en la entidad las facilidades de pago con los créditos, que pueden ir desde $800.000. Según datos de la entidad, ya han sido 48.000 los beneficiados, de los cuales  90% se refiere a personas de estratos 1, 2 y 3. 

El Bbva tiene otro tipo de apuestas para incluir a más personas dentro de su cartera y darles mejores condiciones de pago a quienes ya están adentro. El primer proyecto tiene que ver con el apoyo de pagos por medios electrónicos. La firma ya puso en marcha 1,5 millones de este tipo de facilidades para que sus clientes puedan pagar sin tener que someterse a incomodidades, facilitando las diligencias y acortando los tiempos que gastan sus usuarios en este tipo de trámites. 

El segundo proyecto está enfocado en los micro y mediano empresarios. Bbva ha reportado que 96% de las personas a las que apoyó con créditos para el inicio de un negocio tuvieron éxito. La cifra de clientes a los que se les aprobaron préstamos asciende a 1,5 millones, durante lo corrido del año pasado. Para Antoni Billabriga, director global de negocios responsables del Bbva, las iniciativas del banco van en busca de otros objetivos.

“Uno de nuestros intereses está en que las personas sientan el verdadero apoyo de su entidad financiera; en Bbva lo que queremos es que la gente cuente con la seguridad de que les estamos hablando claro”. 

Asimismo, Davivienda está apostando por ser más incluyente con sus clientes. Por esa razón, está llevando a cabo DaviPlata. El proyecto se ha destacado debido a la participación de más de dos millones de personas. La iniciativa ha sido tan fuerte que en 2014 se llevaron a cabo 50 millones de transacciones por este medio. Asimismo, 3.000 empresas realizaron sus pagos de nómina por esta vía y además sirvió para realizar las consignaciones correspondientes a la ayuda humanitaria para la Atención y Reparación Integral de Víctimas.

Efraín Forero, presidente de Davivienda, dijo que la inclusión financiera se puede hacer de muchas maneras y que su forma de hacerlo es una de las fuentes más importantes dentro del programa de responsabilidad empresarial. “Continuamos consolidándonos como un banco de inclusión financiera a través de DaviPlata, nuestra plataforma de movilidad que les permite a los colombianos realizar transacciones sin costo desde su celular, contribuyendo a la bancarización de la base de la población”, afirmó.

Banco de Bogotá ha sido más diverso. La compañía ha puesto sus ojos en ayudar al campo colombiano. Sus programas han beneficiado a 1,2 millones de personas en 2014.

En el campo colombiano dio aprobaciones para 500 microcréditos principalmente en Huila, Tunja y Manizales. Alejandra Jiménez, gerente de responsabilidad social del Banco de Bogotá, dijo que además han puesto en marcha la aprobación de créditos estudiantiles para estudio, así como planes de ahorro para la financiación de estudios superiores para jóvenes de escasos recursos.

Los programas de inclusión del Banco de Occidente
El Banco de Occidente también está llevando a cabo planes de inclusión financiera fuertes. Según reportes del año pasado, esa institución otorgó créditos a pensionados, docentes, militares y empleados oficiales por la modalidad de libranza. Los préstamos se difieren a 36 meses y han sido entregados a quienes reciben un salario mínimo sobre 3 y 5 veces de lo que devengan cada mes. Además de esto, se está apoyando la inclusión empresarial de mujeres en 20 departamentos del país con la aprobación de microcréditos. 

Fuente: La República.



Fitch subió la calificación de deuda internacional a Bancolombia y Davivienda

Luego de la revisión de las calificaciones de deuda por parte de Fitch Ratings, a Bancolombia y Davivienda les fue otorgada un alza en la emisión internacional, mientras que Banco de Bogotá y Grupo Aval les reafirmaron las obtenidas. El panorama se mantuvo estable para todas las calificaciones.

Según Fitch, la mejora gradual en la rentabilidad del banco que ha permitido mejores niveles de capitalización, motivó el incremento de la calificación de Bancolombia a BBB+, desde BBB, mientras que las calificaciones nacionales fueron afirmadas (‘AAA(col)’ y ‘F1+(col)’). En el caso de Davivienda,  el  principal motivo detrás del incremento en la calificación de BBB- a BBB, es la alineación de las razones de capital del banco frente a sus pares. Fitch afirmó también las calificaciones nacionales del banco en ‘AAA(col)’ y ‘F1+(col)’. 

Ahora bien, la reafirmación de la calificación de BBB+ de Banco de Bogotá es reflejo de la fuerte presencia de la marca. Por su parte, la del Grupo Aval se mantuvo en BBB, como reflejo de la sólida posición competitiva del conglomerado.

Fitch afirmó las calificaciones nacionales de Corficol en ‘AAA(col)’ y ‘F1+(col)’, con perspectiva estable de largo plazo.

Fuente: La República.



La primera (y quizás única) condena al Banco de la República por la Upac

El Emisor deberá asumir el pago de más de mil millones de pesos, que se pretendía que fueran cubiertos por aseguradoras.

El descalabro del sistema Unidad de Poder Adquisitivo Constante (Upac), indicador usado para calcular el costo de algunos de los créditos de vivienda, causó una crisis financiera a finales de la década de 1990 y la quiebra de miles de familias colombianas que no pudieron seguir pagando el elevado y constante incremento de sus obligaciones hipotecarias.

Se trató de una crisis no sólo económica, sino también social, ya que muchos debieron enfrentarse a la dura realidad de entregar sus casas, cada vez más desvalorizadas, frente a un préstamo que por cuenta de varios factores macroeconómicos no hacía más que crecer. 

Dicho indicador (en principio una mezcla de inflación y el promedio de los intereses reconocidos a los CDT) era calculado por el Banco de la República, que junto con las corporaciones de ahorro y vivienda (CAV), hoy algunas fusionadas y otras transformadas en bancos, se convirtieron en blanco de una avalancha de demandas de las que el Emisor de una u otra forma salió indemne. Hasta este martes.

El Consejo de Estado dejó en firme una decisión en la que el Banco de la República deberá asumir el pago de unos 1.044 millones de pesos por el pago de demandas contra las CAV en donde la entidad fue llamada a responder también. El Emisor pretendía que dichos pagos, en última instancia, fueran asumidos por las aseguradoras que había contratado para su negocio bancario.

Sin embargo, las aseguradoras se negaron a pagar y argumentaron que ellas no podían ser responsables de los hechos derivados de la función del banco como regulador, es decir, en este caso, responsable del cálculo de la Upac. Algo que estaría aparte de sus operaciones como entidad financiera.

El asunto fue llevado a un tribunal de arbitramento que terminó por condenar al Emisor en noviembre del 2012, que estimó que las aseguradoras no debían cubrir la responsabilidad del organismo sólo en materia de servicios bancarios y dejaba por fuera en asunto de reglamentación. Además, se condenó al banco para que asumiera el 65 % de los gastos del proceso. 

El banco pidió la nulidad del fallo arbitral ante el Consejo de Estado. La Sección Tercera, Subsección C del alto tribunal, negó la nulidad del fallo, pues consideró que lo que se pretendía era controvertir su inconformidad con el monto de la condena, lo cual no es procedente dentro del recurso de anulación.

La Sala explicó que el recurso de anulación de un laudo tiene causales que están expresamente definidas en la ley y que sólo procede por vicios en su procedimiento, pero no por inconformidades con la decisión. En el proceso se demostró que la decisión del tribunal de arbitramento tuvo sustento en Derecho y no fue sólo una decisión en equidad.

Finalmente, la Sala confirmó la condena inicial impuesta al banco y lo obligó, adicionalmente, a pagar los gastos del proceso, que correspondieron a 25 millones de pesos.

Más de 15 años después de la crisis y billones de pesos en pérdidas, una condena por poco más de mil millones de pesos es pequeña. Sin embargo, es representativa en la medida en que es la primera vez que el Emisor es condenado directamente por los hechos relacionados con la crisis del Upac. Y quizás es la única que tendrá puesto que, una y otra vez, las demandas en su contra han sido falladas en su favor. 

Fuente: Semana.



¿Se necesita un Pipe 3.0?

Pese a la mejoría que experimenta la tasa de cambio y a los planes de reactivación lanzados por el Gobierno, la industria colombiana sigue de capa caída. ¿Qué hacer?

En materia de producción y ventas, la industria colombiana todavía no levanta cabeza. Las últimas cifras sobre el comportamiento del sector, reveladas por el Dane en su Muestra Manual Manufacturera, indican que al cierre de mayo la producción industrial anualizada cayó 3,9% y las ventas 2%. 

En los cinco primeros meses del año, según la misma fuente, la producción real bajó 2,6% y las ventas del sector se contrajeron 1,7%, mientras que de los 39 sectores industriales que se analizan mensualmente, 26 reportaron resultados negativos en mayo, entre ellos los fabricantes de productos de molinería, panadería, curtido y fabricación de productos de cuero y calzado, de metal, de carrocerías para vehículos y de piezas y partes para vehículos, entre otros. 

Aunque la crisis de la industria no es nueva y en los últimos años se atribuyó en buena medida a la menor competitividad generada por la revaluación del peso –que se prolongó por más de un lustro–, muchos vaticinaban que cuando llegara la devaluación –que inició a finales del año pasado– habría un cambio en la tendencia.

Sin embargo, este cambio se ha demorado por cuenta de un escenario económico mundial y nacional más complejo que ha llevado a algunos analistas –como el exdirector de Planeación Nacional, Hernando José Gómez– a considerar que la recuperación de la industria podría tardar un par de años más.

En un entorno cada vez más pesimista, en un par de semanas comienzan los congresos y asambleas gremiales para debatir los temas que más preocupan a industriales, exportadores y comerciantes, entre otros, y cada vez crece el consenso de que es necesario lanzar políticas más contundentes para recuperar la economía del país.

Si bien han transcurrido solo dos meses desde que el Gobierno lanzó –a finales de mayo– el Programa de Impulso a la Productividad y el Empleo, Pipe 2.0, que aporta nuevos créditos por $900.000 millones; se confirmaron las rebajas arancelarias para la importación de maquinaria y equipo y se redujeron los tiempos en procesos como el Plan Vallejo, la expectativa de una rápida recuperación de la industria parece lejana.

De hecho, algunos industriales creen que se requiere un Pipe 3.0 para sacar a la industria del estado de postración y atacar los nuevos males que la aquejan. ¿Cómo lograrlo?

Para expertos como el presidente de Analdex, Javier Díaz Molina, aunque la tasa de cambio ha mejorado y el Gobierno ha trabajado en algunos frentes, lo cierto es que el costo país se ha incrementado y está generando problemas de competitividad muy complejos. 

“El costo país sigue siendo muy alto por temas como los extracostos que genera la reforma tributaria. En Colombia quedamos con una estructura impositiva muy alta, pues el costo fiscal es 76% de las utilidades, mientras en América Latina es 46% y en el mundo, 43%. A esto se suma el tema de energía, que sigue siendo un inconveniente; la rigidez laboral; los sobrecostos logísticos que hacen que estemos en costos por encima de nuestros vecinos y, si a todo esto se suma el deterioro en materia de seguridad, el panorama se complica mucho más”, asegura.

El asesor legislativo y ex vicepresidente de Bavaria, Javier Hoyos Arboleda, resume así los males de la industria: contrabando que no cede, TLC mal negociados, elevados costos de logística y alta carga tributaria. El experto asegura que “las posibilidades para el aparato productivo nacional no son fáciles; pues, por efectos de los tratados comerciales mal negociados, muchos sectores quedaron con protecciones negativas, restándoles competitividad. Además, no se actuó con la misma rapidez para desarrollar la agenda interna y equilibrar las cargas”.

También reconoce que en las actuales condiciones fiscales el Gobierno tiene menor margende maniobra. “En el pasado se impulsaba la actividad productiva con créditos de fomento, compras oficiales orientadas a la producción nacional y con política arancelaria, hoy estas posibilidades se limitan por los TLC”, asegura. 

Por eso, Hoyos piensa que sería ideal complementar las medidas del Pipe 2.0 con otras que actúen con mayor rapidez, “como la reducción de las tasas de interés, racionalizar costos de energía, transporte y logística, y actuar rápidamente sobre la alta tributación que resta competitividad a la producción nacional”.

Para los industriales la devaluación ayuda a mejorar la competitividad, pero no es la solución de todos los males. El presidente GM Colmotores, Jorge Mejía, asegura que es consciente de que la política del Gobierno está alineada con un dólar caro, por lo cual su expectativa está en “el soporte del Gobierno en las políticas anunciadas y en la ejecución de mejora en la infraestructura logística del país, la revitalización de sectores clave como hidrocarburos y minería, así como en lo referente al soporte a la industria local para mantener la dinámica de la economía y volver a la senda de crecimiento trazada”.

Sin embargo, los industriales ven tareas pendientes en temas como innovación, pues hay señales que no son favorables ya que la mayor inversión proviene del sector público y las empresas aún no sacan provecho de las exenciones tributarias contempladas. 

A toda marcha
Mientras las quejas crecen entre gremios y empresarios, el Gobierno ha tratado de solucionar algunos de los problemas de la industria. 

Tras desarrollar una activa agenda de reuniones con empresarios, la ministra de Comercio, Industria y Turismo, Cecilia Álvarez-Correa, logró identificar cuatro categorías de barreras a la industria: costo país, productividad, barreras no arancelarias e información de los mercados de destino. Para la funcionaria, en estos cuatro frentes el Gobierno está trabajando y parte de las soluciones están contempladas en el nuevo Pipe 2.0.

Este se lanzó a finales de mayo –y la primera versión en 2013 con buena acogida– e incluye líneas de crédito de Bancóldex por $900.000 millones para empresarios que requieren créditos de largo plazo con miras a modernizar su producción y optimizar el flujo de caja. “Hasta la semana pasada –mediados de julio– habíamos asignado recursos por $210.000 millones a 607 empresas, de las cuales 90% son Mipymes”, asegura la ministra Álvarez.

En materia de costo país, aseguró que “el Gobierno impulsa como nunca antes una transformación de la infraestructura de transporte, y es una inversión que tiene efectos muy positivos en la economía porque con el crecimiento de las obras civiles se estimula la actividad económica y el empleo”.

La funcionaria logró además la aprobación de nuevos beneficios tributarios por innovación, que implican que de cada $100 invertidos en innovación, ciencia y tecnología, el empresario podrá descontar $175 del impuesto de renta. 

También desde el Ministerio se trabajó para agilizar los trámites a cargo del Invima –registro sanitario– y hasta el momento se les ha dado respuesta a 86 solicitudes presentadas por empresarios.

En el frente de comercio exterior se pasó de 18 a 6 meses en cuanto al tiempo de respuesta para la declaratoria de las zonas francas y se aceleró el proceso para la aprobación de solicitudes en Plan Vallejo y Zonas Económicas Especiales.

Y, en materia arancelaria, el Ministerio avanza en una reforma que está enfocada en mejorar la competitividad, pues según la ministra Álvarez, “nuestra industria necesita herramientas para competir por los consumidores del mundo. Esto se logra con innovación, no con protección. Las decisiones que tomemos al respecto se fundarán en esa premisa”.

La polémica por las fórmulas más eficaces para lograr la reactivación de la industria colombiana sigue encendida y posiblemente continuará siendo el tema central de los congresos gremiales que se aproximan. Sin embargo, trabajar conjuntamente para poner en marcha las soluciones más adecuadas puede ser el camino más conveniente para lograr la anhelada reactivación.

Dólar e impuestos, principales trabas
La más reciente encuesta de opinión industrial conjunta, que realiza mensualmente la Andi, muestra que hasta mayo el principal obstáculo que enfrentaron los empresarios nacionales es la tasa de cambio. “Con la devaluación hay ganadores y perdedores. Lo importante es que el impacto positivo generado por el encarecimiento de la tasa de cambio no enmascare los problemas de fondo que hay que solucionar para mejorar la competitividad del sector privado. Sin duda el gran riesgo de la devaluación es que eventualmente pueda transferirse a la inflación”, sostiene Bruce Mac Master, presidente del gremio.

En su concepto, se quiere revisar el costo país de producir en Colombia, así como crear herramientas para proteger al empresariado contra la competencia desleal. Considera que lo más urgente este año es evaluar la elevada carga impositiva que afronta el sector privado, la cual deja en desventaja a los industriales frente a sus competidores de otros países.

10 Recomendaciones 
Estos son los consejos del Foro Económico Mundial para el país en materia de industria.

1. Mantener el foco en las políticas que establecen fundamentos para que una economía funcione bien.

2. Mejorar la eficacia de la política mediante la evaluación de los programas actuales, el establecimiento de criterios de evaluación y el seguimiento a la gestión.

3. Alinear las inversiones a las prioridades económicas y sociales de los mejores programas.

4. Incrementar la inversión privada para el desarrollo de habilidades e innovación.

5. Crear un catálogo estandarizado de competencias de investigación.

6. Diseñar esquemas de financiación de la investigación pública y privada y de desarrollo de competencias.

7. Definir e implementar programas de educación y formación profesional intersectorial.

8. Establecer un fondo de investigación e innovación plurianual regional.

9. Habilitar un flujo libre para el intercambio de estudiantes e investigadores en la región
10. Comience con metas pequeñas y desarróllelas.

Fuente: Dinero.



Pacific Rubiales: adrenalina pura

La baja nuevamente en el precio del petróleo, el deterioro en la bolsa de Canadá y la inconclusa disputa por el futuro de la compañía, junto a su alto nivel de apalancamiento, hacen que la acción tenga visos de pura especulación.

Ayer 20 de julio, la acción de Pacific Rubiales en la bolsa de Canadá continuó su desplome con 9,71%. Dato importante para esta semana porque la formación de precios en el exterior parece ser la que comanda el valor en Colombia. 

Adicionalmente, el viernes pasado en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) la acción había presenciado una alta volatilidad y había generado una fuerte reversión. Tras subir casi 6,4% terminó casi 10% abajo, lo que supuso incluso un movimiento entre el pico y el cierre de-15,3%.

El asunto no deja de ser inquietante, en especial porque tras la caída de la oferta de compra de ALFA SAB y Harbour Energy Ltd la acción se desplomó 44,6%. Sin embargo, tras el primer impacto, la acción tuvo un repunte de su valor en la BVC de 36%, con datos del cierre el día jueves 16 de julio. 

Si bien el deterior en el panorama de la economía de Canadá y en general de la bolsa allí esta sopesando en la acción, su caída ha sido demasiado pronunciada. También es claro que el deterioro en el precio golpea a las empresas del sector y más a aquellas que tengan un mayor nivel de apalancamiento y ese el caso de Pacific Rubiales. 

La disputa sobre el futuro de la empresa con el grupo O´Hara, quien es el mayor accionista genera incertidumbre. De entrada, para ALFA SAB y Harbour Energey Ltd supone no solo que se haya caída su intención de adquisición sino que supone un problema frente a la inversión inicial que hicieron en el pasado por un monto aproximado de US$1.100 millones, según dijo un experto bajo reserva a Dinero.

Así las cosas, invertir en Pacific Rubuales supone no solo asumir una posición de especulación sino que dada su volatilidad y entorno, conlleva un destacado y muy significativo riesgo.


Fuente: Dinero.

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